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- Jenna - dijo Megan.
Sonó el teléfono de Jenna, era su mamá, le dijo que tenía que volver a la casa, Jenna estaba castigada porque le dijo a la policía que ella después de la fiesta fue a otra fiesta con otros chicos, que ella se emborrachó y se quedo dormida hasta el otro día, donde la encontraron los policías, esto lo supo su madre por el oficial Baker.
- Me tengo que ir - dijo Jenna.
- ¡Espera Jenna! Cuéntame qué pasó.
- Ahora no Megan.
Jenna se fue a su casa, no fue toda la semana a clases, no respondía las llamadas de Megan, cuando Megan la iba a ver, la mamá de Jenna no dejaba verla, no supo nada de Jenna por dos semanas, no sabia si ya le había dicho Jenna a su mamá que la habían violado esa noche, tal vez le había contado todo a la policía y tal vez se había cambiado hasta de colegio.
Era difícil para Megan seguir así, no quería que Jenna este pasando esto sola, no tenía tiempo para pensar en nada, solo en lo que le había contado Jenna. Todo había sido su culpa por besar a Jeremy esa noche, tal vez si ella hubiera llegado unos segundos antes, Jenna no se hubiera ido sola y no la habrían violado.
- ¿Haz sabido algo sobre Jenna? - dijo la madre de Megan.
- No mamá.
- ¿Ya no son amigas?
- Si lo somos, pero solo estamos distanciadas, en verdad no sé, solo tengo que hablar más claramente con ella.
- Bueno hija, oye Megan.
- ¿Qué pasa mamá?
- Voy a salir con una amigas esta noche ¿Podrías cuidar a tus hermanos?
Era raro que la mamá de Megan salga de noche, en verdad no tanto, tal vez se iba a juntar con el hombre de aquella noche, tal vez tenía una nueva pareja que la hacia feliz y la pudiera sacar de todas la cuentas que tenían, además su mamá no tenía amigas, desde que se había juntado con el padre de Megan, había dejado de salir y ahora solo se preocupaba de su casa y de sus hijos, sus antiguas amigas se alejaron de ella, ya que cuando quedo embarazada de Megan solo tenía 16 años y sus amigas querían seguir siendo niñas que salían a fiestas.
- ¿Mi papá te ha llamado? - dijo Megan.
- ¿Por qué preguntas hija?
- Solo quiero saber si has sabido de él.
Hubo unos segundos de silencio.
- Me llamo hace 3 semanas - dijo la mamá de Jenna.
- ¡¿Qué te dijo?! - exclamó Megan.
- Me contó que se casó, tiene un hijo de 4 años y que volvería a la ciudad.
- ¿Qué va a venir hacer?
- Dijo que vendría a enmendar los errores que dejó en el pasado.
- ¿No ibas a salir? - dijo Megan.
Su mamá se arreglo, parecía una princesa, era muy bonita, Megan se parecía mucho a su madre, en los ojos y en el cabello.
- ¿A qué hora llegaras? - dijo Megan.
- No lo sé.
Megan miró una película que estaban dando en el HBO, relativamente no la vio, solo puso el canal, estaba revisando la pieza de su mamá, encontró muchas cosas, Megan no era de revisar las cosas de su mamá, pero quería buscar un índice de porqué le mintió la otra noche. Encontró un sobre y muchas cartas, las iba a leer pero suena su teléfono.
- Aló - dijo Megan.
- Hola princesita bonita - dijo Jeremy.
- ¿Qué pasa Jeremy?
- Solo quería saber de ti, ya ni me hablas, los últimos días en clases ni me miras, cuando me voy acercar a ti, vas corriendo al baño ¿Hice algo malo?
- No, no hiciste nada Jeremy, solo necesito tiempo.
- ¿Tiempo para qué?
- Para pensar en lo de Jenna, ósea, si a ella le gustas, me tendría que alejar de ti.
- No me parece correcto eso ¿por qué dos personas que se quieren se deben alejar porque a alguien no le agrada?
- Es mi mejor amiga Jeremy.
- Lo sé, además ella te debería apoyar, eres su mejor amiga también, si te hago feliz...
- Nadie ha dicho que me haces feliz.
- Pero, cuando me ves sonríes, aunque intentes no hacerlo, lo haces, porque sientes lo mismo que yo siento por ti.
- Te pasas películas solo Jeremy.
- No lo hago, los besos que nos dimos fueron sincero, mis palabras hacia ti, también, no sé que habrá pasado antes contigo, pero no te haré daño.
- ¿Para qué llamabas Jeremy? - dijo Megan un poco enojada.
- ¿Quieres salir conmigo mañana?
- ¿Mañana? No sé, tendría que pensarlo.
- ¡Vamos Megan! Di que sí, por favor.
- Esta bien, te veré en el centro comercial a las 15:00 pm.
- Bueno, estaré ahí.
- Te quiero Megan Bartel.
- También te quiero Jeremy Levremonde.
Megan cortó, era la primera vez que le decía a un chico que lo quería en esa forma, nunca antes había estado con alguien, ella en verdad sentía que quería a Jeremy, pero no podía estar con él si su mejor amiga también sentía cosas por él.
Megan empezó a leer una carta que tenía su mamá en una cajita café. Eran de su padre y no eran de hace mucho tiempo las cartas, eran de ahora.
"Querida Adeline: sé que me fui de la casa sin avisarte, ya ha pasado mucho tiempo, ojalá te este sirviendo el dinero que te mando cada mes, quiero decirte que me casé con Madison, por favor contesta mis llamadas, quiero saber como están mis hijos, quiero ver a mis princesitas y a mi campeón, no me castigues haciendo que no sepa nada de mis hijos, ellos son mi todo, sabes que siempre me he preocupado de ellos, no me hubiera ido si no me hubieras engañado antes con tu entrenador, te di todo Adeline, te di una linda casa, una linda familia y lo cambiaste todo por una aventura, si sé, yo también me equivoque, no tuve que dejarte, no tuve que escapar, tuve que enfrentarme a ti, solo quiero tener una buena relación con mis hijos, si lo nuestro falló, no es culpa de ellos. Se despide E.B"
Megan había quedado dolida, se sentía que nada en su vida era real, su mamá le mintió todo el tiempo, su papá si se interesaba en ellos, no se fue sin dejar nada, les daba dinero, algo que nunca su mamá le había dicho.
Megan no leyó las otras cartas que estaban, pero leyó el sobre, era algo medico.
"Clínica Martins:
Señorita Adeline: Los exámenes realizados el lunes 27 de este mes, han salido positivo, usted tiene VIH, puede empezar a tratarse desde el día 01 del siguiente mes, sin costos adicionales."
- ¡¿Mi mamá tiene sida?! - dijo Megan llorando.
- Te lo iba a decir Megan - se escucho la voz de su madre desde la oscuridad.
- ¡Aléjate! - gritó Megan.

Solo dile que la amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora