Capítulo 10

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Abrí mis ojos lentamente para luego cerrarlos cuando la luz del sol dio de lleno en mi cara.

Seguro Noel olvido cerrar las cortinas anoche, luego le daré una patada en la cabeza por eso.

Nuevamente, intente abrir mis ojos acostumbrándome a la luz de la habitación. Con la mirada busque el despertador para ver la hora, pero algo en el suelo llamo mi atención. Achine mis ojos tratando de verlo mejor.

¿Acaso era eso un preser...?

AH CARAJO SI QUE LO ERA.

Alarmada, me senté en la cama tapándome con las sabanas.

PAREN TODO... ESTA NO ERA MI HABITACIÓN.

Despegue las abanas dándome cuenta que solo estaba en brasier. Si, paso.

Rápidamente busque mi ropa para luego levantarme de la cama y ponerme lo que me faltaba de ropa interior y luego la ropa que llevaba ayer a la noche, lo único que me faltaba era mi celular. Lo busque con la mirada por todas partes pero no estaba. Solo me faltaba faltaba revisar debajo de la cama, pero cuando estaba por agacharme una voz desde el pasillo me hizo quedarme.

- ¿Rubia? - Unos pasos se escucharon, al parecer, subiendo escaleras.

Rápidamente, volví a mirar la habitación para toparme con mi única escapatoria. La ventana.

Camine rápidamente hacia ella, dando un pequeño salto al casi pisar en preservativo que estaba en el suelo, y al llegar a ella la abrí para ver hacia abajo. Estaba en un segundo piso, la caída dolería pero saldría viva... creo. Volví a examinar mi plan rápidamente pero mi cara se ilumino al notar un árbol al costado de la ventana. Y sin pensarlo dos veces, tome una de las ramas mas cercanas, y rezándole a Jesus, Maria y Buddha, me impulse hacia adelante para después apoyar mis pies sobre una rama mas baja y así hasta que solo tuve que dar un salto para llegar al suelo, sonreí orgullosa de mi.

- ¡Rubia! - Una voz exclamo la misma voz grabe desde la ventana.

Le di una mirada rápida sobre mi hombro para luego salir corriendo para luego gritar un: - ¡No me llames!

Y podría jurar, que lo escuche reír fuertemente.


[...]


- Kurt Danielle Cox. - Sentencio mi madre al verme entrar a casa.

Mierda, creí que no estaría.

- Mamiiiiii. - Dije haciendo que mi voz sonara mas finita con cada "i".

Su cara seguía seria.

- Nada de Mami para tu Kurt. - Se cruzo de brazo. - Estas castigada.

Mi boca se abrió ligeramente.

- Pero... Pero....- Balbuce.

- Nada de peros. - Sentencio.

Solté un suspiro.

- Esta bien ¿Cual sera el castigo?

Elevo una ceja.

- La visita de Billie a tu padre se extendió de aquí a una semana. - Explico ella. - Así que el volara en una semana... al igual que tú.

Sentí como el aire salia de mis pulmones.

- No puedes obligarme a ver a Harry. - Dije duramente.

Su mirada se suavizo.

- Es tu padre. - Ella me miro tristemente.

Kurt Donde viven las historias. Descúbrelo ahora