A la mañana siguiente*
*Narra Hayley*
Me levanté y pude notar como había alguien tumbado a mi lado.
Sam.
Nos tocó dormir juntas ya que no había tantas habitaciones.
Bueno, y con Tessa.
Pero ella no estaba.
Sam seguía dormida.
Bufé.
¿Cómo una chica tan, bueno no tenía palabras para ella, podía parecer tan inocente durmiendo?
-Sam- Le dije bostezando.
Empecé a moverla pero no hacía ni caso.
-SAM- Grité.
La chica se pegó tal susto que se cayó de la cama, haciéndome reír.
-Joder- Susurró.
Se levantó en dirección a la ventana, vi que tenía la camiseta levantada y, su espalda estaba totalmente llena de tatuajes.
Se fue a dar la vuelta para mirarme.
-ESPERA- Le grité.
Me levanté de la cama y le levanté la camiseta del todo, pude ver que tenía la espalda entera tatuada, eran unas especie de flores, a partir del cuello eran más pequeñas que las que tenía en el centro y en los espacios que quedaban, habían flores simples.
-Dios, esto mola- Le dije sorprendida.
Ella rió.
-Lo sé- Dijo.
Nos cambiamos y bajamos a la planta baja.
Cuando entramos a la cocina allí estaban la mitad de los chicos comiendo cereales.
-Buenos días- Les dije.
Algunos se encogieron de hombros, otros asintieron y sonrieron y hubo uno que no contestó ya que estaba dormido encima de los cereales.
-DESPIERTA GRIER- Le grité.
Nash se cayó del asiento, haciéndonos reír a todos.
-Te encanta gritar pelirroja- Me dijo Sam.
Reí.
-Hola chicos- Saludó Matthew frotándose el ojo con todo el pelo despeinado.
-Hey- Dijeron todos.
-Putos, a él le contestáis y a mi no- Dije fingiendo estar ofendida.
-A ti no te aman como a mí- Dijo.
Se dirigió a Tessa y le dio un beso en la mejilla.
-¿Tenéis algo que contarnos?- Preguntó Cameron.
Ellos negaron sonrientes.
Sam bufó.
-Eres una anti-amor- Le dijo Jack G a Sam.
Ella se encogió de hombros terminando de comerse sus cereales.
*Narra Sam*
Cuando terminamos de desayunar, fuimos todos a ver qué había a los alrededores.
-¿Te suena algo de esto Aaron?- Preguntó Carter.
Aaron negó.
-¿Nos hemos perdido?- Preguntó Hayes un tanto asustado.
-Quizás- Dijo Aaron nervioso.
-Allí hay una casa- Dijo Nash señalando a una casa que se encontraba un poco lejos pero que se veía antigüa.
-Pues vamos- Dije.
Todos me miraron con los ojos abiertos.
Rodeé los ojos.
-Alomejor hay alguien al que podemos preguntar el camino o algo- Les dije.
Ellos asintieron sin estar muy convencidos.
Mientras íbamos dirección a la casa, cada vez hacía más viento.
-Sam, te odio por ponerme a ver toda la serie de Mentes Criminales- Me dijo Tessa que iba cogida de la mano de Matt.
Reí.
-Mereces ver la mejor serie del mundo- Le dije graciosa.
Ella sonrío.
-Aquí no tiene pinta de vivir nadie- Dijo Hayley.
Habíamos llegado a la casa y realmente, daba mal rollo.
La casa estaba abandonada, no había parte del techo, la puerta estaba abierta de par en par y se podía ver que las paredes estaban descolchadas y había cristales rotos por todos lados.
También estaba rodeada por una valla bastante baja que se podía saltar fácilmente.
-Vayamos a verlo- Dije.
Hayley asintió.
Todos se sorprendieron.
-¿Estáis locas?- Exclamó Shawn.
-Probablemente- Dijimos las dos a la vez.
-¿Sois unas suicidas?- Preguntó Cameron.
-Exacto- Dije yo.
Me miraron sorprendidos.
-Ahí- Señalé la casa- No hay nada, ningún fantasma, ningún asesino en serie, no hay nada- Les dije.
-¿Y por qué queréis meteros?- Preguntó Tessa.
-Porque mola- Dijo Hayley.
-Bah, esto lo he hecho yo más veces- Dije.
-¿Sabes que es ilegal?- Dijo Matt.
-Obviamente- Dije.
Hayley y yo saltamos la valla con facilidad.
-Alomejor no volvemos- Dije riendo.
-SAM- Gritaron todos asustados.
Hayley rió.
Saqué el móvil y encendí la linterna.
-Prométeme que no vas hacer tonterías ahí dentro- Me dijo Tessa.
-Lo prometo- Le dije guiñándole el ojo.
Nos metimos ahí dentro, llevábamos las dos las linternas encendidas.
La casa estaba hecha un puto desastre, no había muebles, estaba lleno de cristales y estaba todo oscuro ya que las ventanas estaban tapadas con tablones de madera.
Había una chimenea al fondo de la sala.
Subimos unas escaleras, que también estaban hechas mierda pero que eran accesibles.
Al subir, vi que en la pared había algo escrito.
-Hey, mira, alumbra la pared- Le dije a Hayley.
-"En una sociedad que destruye todas las aventuras, la única aventura que queda es destruir esa sociedad"- Leí las palabras que estaban en color negro sobre aquella pared blanca.
-Vámonos de aquí- Dije tocando las letras.
Estaban recién pintadas.
-ME CAGO EN LA PUTA- Gritó Hayley.
Detrás nuestra había un gato negro sentado.
-Joder, qué susto- Dijo.
-Vámonos.- Dije seria.
Hayley asintió.
El ruido que hacía el viento era bastante molesto y hacía que todos los tablones sonaran.
-Me creía que no había muebles- Dijo Hayley.
La miré interrogante.
Esta me alumbró una silla mecedora, típica de las películas de miedo.
Encogí los hombros.
Me preocupé por las letras que estaban recién pintadas, si hubiese salido alguien nos hubiésemos dado cuenta.
Y la frase daba mal rollo, quien hubiese escrito eso le tenía mucho asco a la sociedad y quería cargarse a todo el mundo.
-¿Has escuchado eso?- Dijo Hayley bajando las escaleras con cuidado.
Nos paramos.
Eran pasos.
-CORRE- Le grité.
Esta mierda nunca me había pasado.
Salimos corriendo hacia la puerta.
-FUERA- Les grité a los chicos que en seguida se alarmaron.
-YA- Les gritó Hayley.
No faltó tiempo para que todos salieran corriendo menos Nash y Cameron.
Hayley iba delante mía intentando no tropezarse hasta que se fue con Nash.
Cameron al verme la más lejos, se acercó a mi rápidamente, me cogió de la mano y salimos corriendo juntos.-¿Estáis bien?- Preguntó Hayley respirando entrecortadamente.
Habíamos corrido hasta llegar al final del camino de tierra.
-¿Qué coño ha pasado ahí dentro?- Empezó a preguntar Shawn.
-¿Y por qué tienes la mano negra?- Me preguntó Tessa.
-¡Me pido dormir en la habitación con las chicas!- Gritó Aaron.
Hayley y yo nos alarmamos y antes de poder negarnos, todos se estaban peleando por quién dormía con nosotras, estaban cagados de miedo.
Al final quedamos en dormir todos en el salón, juntaríamos los colchones, supongo.
Estábamos todos en la terraza terminando de cenar algunas pizzas que habíamos hecho, bueno, habían hecho, yo no tenía ni idea de cómo cocinar.
No, tampoco una pizza.
*Narrador Omniscente*
-¿Estáis bien?- Preguntó Tessa.
Los chicos durante la cena estuvieron más serios de lo normal, y eso lo notaron las chicas.
-Supongo- Dijo Taylor.
-¿Qué os pasa?- Preguntó Hayley.
Sam se limitaba a escuchar, estaba sentada en el suelo con las baquetas y un cojín para no hacer apenas ruido.
Mientras que los demás estaban sentados en círculo en los sillones de la terraza.
-Esto de la fama es una mierda- Dijo Nash.
-Y los comentarios duelen- Siguió Shawn.
Sam sonrió, parecían los gemelos Weasley hablando.
-A ver, sabíamos que esto pasaría, pero está siendo un tanto...- Volvió a hablar Nash.
-Brutal- Dijo Cameron.
-Eramos felices, supongo, haciendo nuestras tonterías y ahora- Dijo Carter.
-No lo somos tanto.- Dijo Matt suspirando.
-Es como si ya no tuviera sentido- Dijo Jack Gilinsky.
-Ser feliz ahora no mola- Dijo Sam con un auricular puesto, siguiendo el ritmo de la batería en la canción con sus baquetas.
Todos la miraron confundidos.
-Se supone que estamos aquí por alguna razón de mierda, y se supone que es para ser feliz, es como una meta, pero si llegas antes de tiempo a la meta no te queda nada que hacer después. - Dijo Sam encogiendo los hombros.
Todos la miraron y empezaron a pensar sobre aquello que había dicho la loca de su amiga, algo que era verdad.
Y entonces, para ellos, el mundo había perdido todo el sentido que se suponía que tenía, miraron como Sam tocaba un ritmo de alguna canción desconocida con las baquetas sobre el cojín y, fue, cuando se sintieron bien, como si ese ritmo que hacía Sam fuese lo único que tuviese sentido.
Pero no lo tenía, nada lo tenía.
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City of Angels (Magcon)
FanfictionEsta es la historia de cinco chicas incomprendidas unidas por el destino que conocen a los ídolos de una de ellas. Amistad, humor, celos, odio pero sobre todo amor conviven en esta historia sobre los Magcon. Esta es nuestra historia, y te invito a...