Al salir de clase, noté una mano en mi hombro y me giré. Manu. Jo, me encanta.
M: Hola Celia!
C: Emmm... Hola Manu! Esto... Gracias... Por lo de... Ya sabes
M: *sonríe mucho* De nada! Oye, como soy nuevo aquí en el pueblo, que te parece si esta tarde me lo enseñas?Mi cara era un poema. Sí, lo que leeis. Manu Ríos me había dicho que si quedaba con él.
C: Por supuesto! ¿A las 5 en la puerta del instituto?
M: Perfecto.
C: Hasta luego!
M: Adiós Celia!Yo ya me había girado para bajar las escaleras y alguien me volvió a girar para darme un beso en la mejilla, cosa que odiaba y no permitía a nadie.
Miré quien era. Ya os lo imagináis. Manu.
Me sonrió y me guiñó el ojo. Yo no podía dejar de sonreír.
Solía odiar ese tipo de besos, pero él lo hace todo agradable. .En mi bolsillo noté un papel, y extrañada lo abrí y ví que ponía Número Manu y un número de teléfono. Sonreí.
A la vuelta a casa no paré de pensar en él...
5 de la tarde. Me dirijo al instituto.