Yo también le quiero. Y no poco. Pero soy demasiado tímida para decírselo.
De verdad, soy muy cortada con todo el mundo y no soy capaz de decirle un simple Te quiero. Algún día lo haré.Volvemos a casa de la mano, con los dedos entrelazados. Sigo pensando la manera de decirle lo que le quiero.
Durante el camino, nuestras conversaciones son escasas. Las miradas lo dicen todo, dicen mucho.
Finalmente, estoy en la puerta de mi casa y le digo:
Manu, soy muy tímida para esto pero si no sale de mi, no me quedo tranquila.
Te quiero. Eres increíble. Dónde has estado toda mi vida? Me he sentido la chica más afortunada del mundo andando de tu mano. Repito, te quiero.Se acerca poco a poco, despacio, sus ojos me matan y creo que lo sabe. Guiña el ojo. Cuando quiero darme cuenta nuestras narices se están rozando y me va a dar algo. No quiero nada más. Todo me sobra con él. Sólo él y yo... hasta el fin del mundo pase lo que pase y pese a quien le pese.
Nuestros labios se rozan. La mejor sensación de mi vida.
Nos separamos un poco, no puedo ni mirarle a la cara pero él me toca la barbilla y se agacha para verme.
"Buenas noches bebé."