Un desayuno celestial

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Una dulce voz se acercaba a mí diciendo que me tomara el café.  -Abuela...(sin tener ganas de abrir los ojos)
-No tonto jajaja.

Abrí los ojos, era mi mujer. Me desarropé, me trajo una bandejilla con un café, tostadas y fruta.
-¡Cariño! Que sorpresa jejeje.
-Lo sé, he aprovechado ya que es un día especial para ti.

Le di un beso y me dispuse a zamparme todo lo que trajo. Media hora después fui en busca de los niños al salón.
Estaba mi hija Sara, muy guapa con el pelo largo y castaño y ojos verdes. Y luego mi hijo Troy, rubio y con esos ojos azules, también guapísimo. Les expliqué a dónde iba y como era el lugar. Les dije que iba con mi antiguo profesor de lengua del instituto al que fui de pequeño. Y a mis ex compañeros, junto con uno de mis amigos actualmente, Alberto.

Les estaba hablando cuando de pronto sonó el timbre, era Alberto decía mi mujer. Después de hablar con mis hijos me propuse a coger mi maleta chica donde llevaba dos prendas y demás, junto con mi mochila con comida y agua y dinero. Me dirigí hacia la puerta, y la abrí.

Soy Mario Sant y este es mi segundo capítulo. Espero que os gusten los siguientes capítulos, que serán aun mejor. Comentad, votad y decidme vuestras opiniones. Un beso y adiós.

Tormenta de calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora