Un final inesperado

58 10 6
                                    

Al llegar, apareció Edu y nos saludó. Llevaba una túnica roja de terciopelo, un brandy en su mano derecha, y un reloj de oro en su muñeca izquierda.

-¿Cómo estáis? ¿Me enteré de que no llegabais, pregunté a tu mujer, Mario y dijo que no sabia nada. Así que me dispuse a mandar helicópteros que os buscaran por todas las islas de alrededor.

Eduardo, era caracterizado porque cuando cumplió 15 años intentaba invitar a todos nuestros amigos para ir a Aqualandia un parque acuático dirigido por Du padre. Un día nos enfadamos y no nos dirigimos más la palabra hasta hace pocos años.

-A sí que ¿por ahora nadie sabe dónde estamos? Dijo Alberto.

-Claro que no, porque os he encontrado yo. Dijo Edu.

Después de hablar un rato y de enseñarnos todo aquello, nos dispusimos a llamar a nuestras familias.
Nos duchamos y nos vestimos bien en las habitaciones para ir a la noche, a probar el ambiente. Algunos fueron a la playa a ver el atardecer -Belén y Mateo, como no-, los demás al casino.

Cogimos una mesa y aposté al 13 negro, en ese instante el cuerpo de una chica cayó desde la azotea del hotel a la mesa, causando un gran furor entre la muchedumbre.

Los tres nos miramos con cara de... ¿Qué ha pasado? ¿Se habrá caído al estar borracha o la ha tirado un asesino piadoso infiltrado en la isla?

P.Javier- Ya sabéis que hacer ¿No chicos?
Me pararía a contarlo pero eso es otra historia.

FIN

Tormenta de calor ya ha llegado a su fin, con este divertido y misterioso final abierto. Soy Mario Sant y espero que les haya gustado. Votad, comentad y sobre todo que os hubiera gustado que pasase y que pasará después de eso. Un beso y esta es otra historia terminada por mi, adiós.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 17, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tormenta de calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora