Educación Sexual. ♥Ashton Irwin♥ *Editada*

* Veintisiete. ●Mojados●

"Todo es juegos y diversión hasta que alguien pierde la cabeza."-Wonderland.

Mi cabeza punzaba, y ni siquiera quería que abrir los ojos para saber donde me encontraba. Moví mis manos lentamente, tratando de descubrir algo que me diera una pista de dónde me encontraba. Cuidadosamente, abrí los ojos, parpadeando un par de veces antes de que mi vista se aclarara. Bueno, esto no se ve tan mal.

Me encontraba recostada en mi habitación, usando el mismo vestido que había usado ayer. Unos pequeños destellos naranjas del amanecer se colaban entre las cortinas. Entrecerré los ojos ante la luz, aún sin entender como había llegado aquí. Recuerdo el entrar a la casa de Luke y besarle debido a lo enojada que estaba con Ashton. Bueno, sigo enojada con Ashton. O eso me gusta creer. Es muy temprano y me encuentro demasiado mareada como para pensar en lo que pasó anoche.

Levanté lentamente mi cabeza, sólo para devolverla a su antiguo lugar debido al intenso dolor. No sé por que demonios tomé tanto anoche, eso no resolvió nada. La verdad es que sólo recordaba beber demasiado alcohol, llegar a la casa de Luke y luego de eso todo estaba en blanco.

Finalmente abrí por completo los ojos y miré alrededor de mi habitación ¡Ashton! Visualicé a un Ashton dormido en una silla al otro extremo de mi habitación... Mi Ashton. Él lucía tan pacífico dormido, que me era casi imposible seguir enojada con él. Yo, simplemente no quería que Ashton se fuera tan lejos. Sé que tal vez es algo apresurado, pero es mi primer amor, el chico por el cual haría cualquier cosa.

Ashton levantó lentamente su cabeza y abrió los ojos. No me moví ni un centímetro, mantuve mi vista pegada a él.

-Buenos días, Lacey. -susurró Ashton, con algo de sarcasmo en su voz.

-¿Cómo llegaste aquí? -dije en un susurro, no quería despertar a mi madre.

-Tú me dijiste que guardabas un repuesto de llaves en tu arbusto. -dijo, no parecía estar muy contento de verme. ¿Por qué estaba aquí? ¡Casi lo engaño ayer! -Demonios, Lacey. ¿En qué estabas pensando?

Hablé con voz temblorosa, asustada de perderle. -Estaba enojada, y supongo que...

Ashton se recargó en su silla. Oh, oh. Él frotó frenéticamente las manos contra su rostro. -¿Enojada? Lacey, Luke me llamó a las tres de la mañana diciéndome que te encontrabas acostada en su tina de baño mientras le decías a su perra que Calum nunca la amaría. ¿Quién demonios hace eso?

Ok, esto es vergonzoso. Tragué pesadamente y me senté, ignorando mi horrible dolor de cabeza. Observé a Ashton, quien obviamente esperaba una explicación de mi parte. -Me dijiste que me dejarías, Ashton.

Ashton chasqueó con la lengua. -¿Así que decidiste ir a la casa de Luke?

Resoplé, apuesto a que lucía como una niña. -Estaba enojada y confundida.

-¿Que pasó mientras estabas ahí? -preguntó Ashton, y yo permanecí unos segundos en silencio. ¡Sólo miéntele! No, no quiero mentirle, me sentiría horriblemente culpable por el resto de mi vida. -¿Lacey?

Parpadeé y alejé mi vista de él mientras unas lágrimas escapaban de mis ojos. -Lo besé.

Los ojos de Ashton se abrieron, y yo sabía perfectamente que estaba enojado. Pero no se movió, no dijo nada. ¡Por el amor de Dios, dí algo! Parecía como si estuviera pensando en algo, mientras mi mente me torturaba con horribles escenarios. Se levantó de la silla y caminó lentamente hasta mi lugar, antes de sentarse en la orilla del colchón y mirarme directamente a los ojos.

-Esto es un desastre. -susurró mientras pasaba una mano por su cabello.

Asentí en respuesta, asustada de decir algo incorrecto. -Lo siento, Ashton. Una novia normal hubiera dicho "Felicidades" y hubiera vuelto a tomar vino con tus insensibles padres.