Capítulo 8: Sugerencias (parte 2)

5.2K 236 8
                                    

Pasé saliva, una cosa era contarle el desliz y otra muy diferente decirle que no tenía ni la más remota idea de quién era en realidad el implicado, además supuse que no debería propagar eso de las reglas. Afortunadamente, en ese momento llegó el mesero y colocó el plato frente a mí, lo cual me permitió pensar por unos segundos e inventar una historia, sólo esperaba sonar convincente.

– Es un cliente de la agencia, bueno, no él, su asistente, un día platicamos y me dio su tarjeta, la encontré el día de mi cumpleaños y como estaba sola, lo llamé y terminamos en un hotel y me lo hizo de una forma que... que ayer me orilló a volver a verlo.

– ¿Tan bien estuvo?

– Bien es poco para describirlo, magnífico, Sarah, me hizo gritar, me hizo ver lucecitas, lo juro, sabía exactamente que partes de mi cuerpo tocar y cómo hacerlo.

– Felicidades amiga, pocas mujeres llegan a conocer y disfrutar del buen sexo.

– Sí, pero, me asusta.

– ¿Por qué?

– Porque me está creando una especie de necesidad que no es adecuada, entró muy fácil a mi vida y con esa facilidad puede salir de ella, y, ¿qué haré después?

– ___, si vas a seguir con esto, te debe quedar muy claro algo, disfruta del momento sin pensar en el después, no te enganches, entiendo cómo te sientes después de experimentar lo que viviste y sientas esas ansias, a mí me pasó con Steve y fue lo que me orilló a casarme con él, pero, a veces me pregunto si eso es suficiente, si es lo único que tenemos en común, la verdad hablamos poco, así que mentalízate que es sexo y nada más, que durará lo que tenga que durar y que después podrás seguir con tu vida.

– Tienes razón, además, creo que es casado, me dijo que no podíamos vernos el fin de semana.

– Seguramente, te repito, disfruta los momentos con él y ya.

– Pero, me siento mal por John, él no se merece algo así.

– No es cuestión de merecer o no, reconozcamos que él tiene descuidada su relación, no es por intrigar, sabes que no me gusta pero, ¿no tendrá él a alguien más, también?, eso de trabajar casi 24 por 7 está medio raro.

– No lo sé, no lo creo, él no es así... si Carol te escuchara ya se hubiera infartado.

– Pero yo no lo tengo en un pedestal como ella y, a todo esto, ¿cómo se llama el susodicho con el que te estás viendo?

– Samuel – dije al leer ese nombre en la solapa de uno de los meseros que pasó.

Y entonces pensé que era una mejor forma de llamarlo en lugar de haber guardado su número con las letras CD, siglas de completo desconocido. Sarah me sonrió sincera, mientras movía la cabeza y los ojos, había sido una buena idea confiar en ella, me ayudó a liberarme de la carga que traía sobre mis hombros y creo que hasta mis ansias de estar con él disminuyeron un poco.

– Un consejo, metete a un gimnasio, te ayudara a liberar energía.

– No te burles.

– No es burla, es en serio, podrás mitigar las ganas cuando no puedas verlo.

Me quedé más tiempo de lo necesario en mi oficina, ya que John había ido a Chicago a cerrar un negocio y regresaría hasta el domingo, entonces recordé las palabras de Sarah, ¿cabría la posibilidad de que él tuviera una amante?, ¿acaso por eso no quería tener relaciones conmigo?, ¿qué estaba pasando con nuestra relación?, ¿debía dejarlo?, no, yo conocía a John mejor que eso y sabía que no sería capaz, claro que yo tampoco era capaz de enredarme con otro y justo era lo que estaba haciendo.

Ardiente Tentación Hot (Adaptada) Rubius&Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora