Ese niñero será mi perdición.

1.7K 90 4
                                    

De acuerdo, creo que tengo un problema de audición porque creo haber escuchado que nos van a poner un niñero.

- Hija, cierra la boca que te van a entrar moscas. Ay, tú igual Edward. -Dijo mi madre, como siempre, con su voz dulce que la caracterizaba.

- ¡Lo entendí! ¡Es una broma! -Exclamó mi hermano llorando de la risa. Una simple broma, menos mal, me uní a su risa pero paramos cuando nuestros padres torcieron el rostro diciendo que hablaban totalmente en serio y que parecíamos unas focas ahogadas riéndonos así.

- Un niñero... -Dije, analizando cada una de las letras, y tratando de buscar un significado que no implicara tener que soportar a un niñero.

- No vamos mañana. -Anunciaron al unísono, manteniendo esa frívola sonrisa que a ambos les caracterizaba.
- ¿Y cuándo conoceremos al niñero? -Preguntó con asco Edward.
- Debe de estar al llegar.

Y a la media hora, sonó el timbre. Mi madre me ordenó que abriera la puerta y cuando lo hice, quedé petrificada.

Lo primero, yo conocía a éste chico.
Lo segundo, es jodidamente sexy.
Lo tercero, huele demasiado bien.
Y para finalizar, este playboy que es mi niñero va a mi instituto.

- Emma McPhraw. -Dice con su típica sonrisa arrogante y egocéntrica, pero preciosa.
- Liam Wenner. -Tartamudee.
- Sé que estás nerviosa, no hace falta que tartamudees.
- ¿Yo nerviosa? Tú eres quien tiene que hablar con mis padres, estúpido arrogante.
Y sin más, entre en la casa y él me siguió. La cara de sorpresa de mi hermano al verle fue jodidamente graciosa. Pero no podía reír, no cuando tenía a un jodido playboy por niñero.

Me imagino cuando mañana, llegue al instituto y sea el hazme reír, pero bueno, siempre me quedaba la opción de que me respetaran por la popularidad de mi hermano, aunque... Eso también se vería afectado.

Pero lo mejor de todo sería que ahora verían a Liam como un playboy sexy y como un niñero ejemplar. Osea, sin un puto defecto.

" Oh Liam, sé el padre de mis hijos." Seguro que se lo dirían las putas con las que se relaciona y/o acuesta.

No soporto que esté bajo mi mismo techo. Respirando mi aire. Escuchando a mi corazón latir desenfrenadamente. Hablando con mis padres.

Él no se mostraba nervioso, ni tan sólo dejaba ver una pizca de duda. Nada. Parecía estar seguro de lo que hacía al cien por cien. Y yo... Yo debía contenerme para no darle un puñetazo en su perfecta nariz. O en sus carnosos y rosados labios.
Si, era un jodido playboy. Pero igual, era un mujeriego y desde luego eso le hace perder puntos.
Nunca me había caído bien este chico, y eso que le conocía desde hace demasiado poco. Su fama le predecía. Mujeriego, playboy y popular. Típico cliché.

Y lo peor de todo,mi niñero. Mis padres se fueron, y allí se quedó él, analizando cada parte de mi cuerpo detenidamente.

- ¿Qué, admirando las vistas Wenner?-Dijo no muy contento Edward.
Él se limitó a reír, siempre con su tono de egocentrismo que tanto le caracterizaba.
Mi hermano, por no darle un puñetazo a éste chico tuvo que irse, cometiendo el gran error de dejarnos a Liam y a mí absolutamente solos. Se aproximó a mí, tan rápidamente que ni percibí que nos encontrábamos solo a unos centímetros al final.

- Recuerda esto Emma, no trates de jugar contra mí sino quieres perder.
- Llámame Em, estúpido.
- Lo que decía yo. -Concluyó con su sonrisa y marcó la distancia suficiente entre nosotros como para que yo pudiera respirar.

Bueno, aquí tenéis el segundo capítulo. Espero que os guste y todo eso. Hasta la próxima.

Maldito niñero playboy. #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora