Narrado por Rubius
-si, si...tu también usa condón coño- no sabía que otra cosa decir...¿Qué esperaba que pensara después de toda esa mierda?
-Rubén, ¿estás bien?- Debe ser habitual para Jen preguntarme eso, pero no, ahora no estoy para nada bien.
-Si, es solo que Mangel me tiene los cojones inflamados- suspiré molesto. Lo estoy porque un tío que ni conozco le habla a Mangel como si fueran amigos de toda la vida. Me comporto como un gilipollas pero estoy jodidamente celoso e irritado. Es que quiero saber qué coño traman Cheeto y Mangel, porque estoy seguro que en esto también está involucrado el otro hijoeputa.
-Olvida por un segundo a Mangel y quédate aquí, con tu novia- me causó gracia esa frase, se notaba molesta pero resignada. Tengo muchas leyes y una de ellas es no dejar de lado a mis amigos por mis parejas, así que olvídenlo, Bitches!Jen se acercó de manera muy veloz a la cremallera de mi pantalón, pero que cojones, ¿ya estará cachonda? -Así que quieres un poco de tu dosis de Rubén- le levanté una ceja de manera provocativa. Ella solo me dedicó una sonrisa, a la que respondí pero no de mucha gana.
-Te extrañaba- no dijo más y comenzó a trabajar en mi parte baja, bajando el pantalón y esas cosas, pero admito no haber estado concentrado en absoluto, Mangel me inquietaba, y me cabreaba muchísimo que se encontrara en mis pensamientos cuando mi novia estaba a centímetros de mi polla -No puede ser- pensé mientras fingía gemidos y tal. Jamás había tenido que fingir cosas así, pero en esta ocasión era diferente, porque el hijoeputa de Mangel se estaba colando en mis pensamientos. Me cabrea el que me preocupes tanto.Se hizo de mañana. Eran no más de las 8 AM, pero el sol ya estaba pegando de una manera agresiva. -Me tengo que ir- le susurré a Jen que estaba acostada a mi lado, semi desnuda
-Está bien mi niño, cuidado con el regreso y no andes de galán por ahí- me reí. La verdad es que siempre le ha molestado mi "fama" con las chicas, más todavía cuando se acercan a pedir autógrafos o cosas por el estilo. Pone las mismas caras de mi hermana pequeña. Que monasMe levanté con cuidado para dejar dormir a Jen, recogí mi ropa y me vestí de manera veloz. Admito que estaba muy ansioso, Mangel me había dejado con un mal rollo de la hostia, y desde anoche que pretendía volver tan solo para saber qué coño pasaba, pero no quería ser injusto ni con Jen, ni con Mangel, ya que ya le había dicho por el móvil que no llegaría, y a Jen ya le había dicho que me quedaría la noche con ella. Le di la razón a los dos, me siento una buena persona.
No demoré mucho en arreglarme, y me dirigí rápido a la calle más transitada para tomar un taxi. Que eran como 40 minutos caminando y no me daban las energías para hacer el trayecto. A futuro de seguro seré una foca o algo muy gordo y grasiento. Ya arriba del taxi tomé un poco de aliento, había tenido que correr como retard por la calle porque todo el transporte estaba colapsado, anda a saber por qué.
Me di el tiempo de pensar en muchas cosas, en la mudanza, en mi relación, en la gata, pero por sobre todas las cosas, en Mangel. Me comencé a preocupar, y no por él, sino por mí. Mis actitudes han cambiado mucho últimamente y siento que el responsable de esto ha sido ese gilipollas. El punto es que ni siquiera puedo hablarlo con él porque no va a entender ni putas que cojones me pasa, y tampoco quiero asustarlo ni parecer que estoy desesperado por saber de su vida. -que hago- me dije de manera silenciosa. Siento que estoy jodido sin saber por qué.
Entre tanto hablar no me di cuenta que ya estaba fuera del departamento. Pagué el taxi y me bajé para ir veloz hasta nuestro piso. -Si no estás en casa, te romperé los huevos cuando llegues- estaba bastante inquieto y era porque el que él estuviera sospechoso, me mantenía con mas ganas de saber que pasaba.
Llegue al frente de la puerta y abrí despacio...Silencio. Dejé las cosas tiradas en el piso y me fui directo a la habitación de Mangel. -estás bien...joder- suspiré aliviado viendo que dormía tranquilo y de manera poco atractiva. Sentía mi propio corazón latir con fuerza, y no porque sintiera amor ni nada relacionado a esas gilipolleces, pero Mangel me preocupada de una manera acojonante.
Me quedé mirando un largo rato como dormía, hasta que decidí sentarme a los pies de su cama al notar como balbuceaba algo. Madre mía si parezco un acosador.
-Gilipollah...ahh...todavía no...-Me quedé mirando como un idiota su cara de ¿placer? Es que este hijoeputa estaba soñando cosas guarras y yo ahí en plan de "veré que cosas dice, es una buena idea"...Ya tengo con que extorsionarlo mas adelante, ehé.
-Ahh...dhhhass...quieto- pero que coño estará soñando. Me comencé a descojonar, se me hacía inevitable no hacerlo si ponía unas caras de perro cachondo.
-Maaaaannnngeeeeeel- le susurré en plan "sirena guarra" para ver si reaccionaba con esto. Creo que extrañaré mucho este tipo de cosas cuando me mude.
-pero...ahh...nghh- ya me estaba mordiendo las mejillas para no reirme.
-QUEH TÓH LLEGANDO AL ORGAHMOH- fue lo primero que se me vino a la cabeza cuando comenzó con esos gemidos guarros.
-Un pocoh mah...Rubiuh- What?...WHAT??!!!!!!....dime que es una broma, este hijoeputa está soñando conmigo y yo burlándome. Es que, madre mía.Me quedé mudo mirándolo mientras siguió con su sueño un par de minutos, hasta que, por voluntad propia, despertó.
-....-
-....-
No había comunicación por ninguna de las dos partes. Yo de partida, me quedé mirándolo en plan "no se que cojones decir", y el problema es que me quedé fijamente mirando su cara, sintiendo como la mía comenzaba a arder de manera peligrosa -Estoy avergonzado, joder- y sabía que lo estaba, no esperaba que este idiota estuviera teniendo ese tipo de sueños conmigo. Y por otra parte estaba Mangel, que se quedó con una cara de gilipollas sobre 9000, mirándome fijamente a los ojos, con la boca un poco abierta, sin saber que coño decir.
-Así que llegaste vivo, me asustaste hijoeputa- traté de cortar la tensión haciendo como que aquí no pasó nada.
-Claro que llegue vivo, pero tuh que haceh en mi habitación- preguntó un poco nervioso. Vale, yo tampoco tenía muchas excusas válidas.
-Solo venía a corroborar que llegaste intacto y no con el culo en las manos- le saqué la lengua haciendo que se cabreara.
-Macho, que me voh a ir a bañáh así que no me hagah agua del norte ni cosah de lo cojoneh- me descojoné con eso. Le había hecho la vida imposible durante un día completo para hacer ese video.
-Vale, pero no prometo nada- me levanté de la cama y me fui a la cocina. Tenía un hambre de los cojones. Me quedé un rato esperando a Mangel para desayunar, mientras pensaba por qué se fue a la ducha tan rápido y por qué soñó conmigo, No, mas importante, que coño soñó conmigo. ¿Se habrá puesto palote y por eso no quiso que estuviera?. Me cago en las flores, no me vengas con cosas raras Mangel.Como lo supuse, se tardó un siglo en la ducha, pero salió mucho mas...aliviado.
-Mangel, tenemos que hablar- le dije de inmediato. No quería que viniera con mas rodeos.
-de que tenemoh que habláh Rubiuh- se sentó conmigo en la mesa mientras se servía cereal con leche.
-De lo de anoche, de ti, de tus cosas- estaba sonando demasiado entrometido, como esas chicas que revisan el Facebook de sus parejas cada 30 segundos para ver si alguna tía les comentó algo que no debían.
-Mira Rubiuh, lo admito, ehtoy pasando poh muchah cosah que son poco entendibleh, y ayéh Cheeto me llevó a un lugáh que jamáh pensé que me llevaría- se daba vuelta en lo mismo y yo ya estaba cagando sillas. Joder di las cosas de una vez.
-Mira, me interesas, y lo sabes. No quiero meterme demasiado en tus cosas porque sé que eres un marvado, pero tienes que tener claro que la mudanza no hace la diferencia en nuestra amistad, y coño Mangel, que te estás alejando- noté como su rostro cambió a uno de frustración, como si quisiera contarme algo pero a último segundo se arrepintiera.
-Ehtoy enamoráoh- wait...¿por eso está así?
-Pero has estado muchas veces enamorado, Mangel- lo miré serio, se veía un poco preocupado.
-Ehto eh dihtinto...no creo séh correspondíoh- Bah, es Mangel Rogel, cualquier tía querría estar con él.
-¿Y ya lo intentaste? ¿le dijiste a esa tía lo que sientes?- Lo miré levantando una ceja. Es que me parecía muy extraño que estuviera tan hormonal solo por amor.
-¿Y quien cojoneh te dijo que eh una tía?-
-....- ah? Abrí los ojos de par en par. Madre mía, no me la creo
-...- apoyé la palma de la mano en mi frente todavía digiriendo lo que me acababa de decir.
-¿te gusta un tío?- era la gilipollez mas grande que había preguntado, ya estaba claro.
-Lamentablemente si...y eh de un gilipollah- Cuando lo sacas por deducción no es tanto, pero cuando la persona te lo afirma...Estoy flipando.