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Todavía no puedo poner las piezas en su lugar: se pone difícil la cosa cuando lo único que queda es un "quizás" repleto de unos cuantos "siempre" ya gastados... Vivo pérdida, soy medio boba y me olvido de todo, pero si estas cerca se me pasa (a veces me pongo peor, pero tantas cosas se me pasan). Si tuviera una oportuna ocasión de algo, me gustaría que fuese feliz de estar a tu lado, y de tener de almohada, tu panza, mirarte fijo y que me hagas creer que en todo beso hay esperanza; y que para tu impulsividad (esa tan característica tuya) ya no haya vuelta ni rencor, porque uno no debería llorar la venganza (todo pasa por algo). Eso si, quizás duela un poco la decepción, pero no dolería más que la tristeza que se siente por dentro cuando una oportunidad tan esperada se escapa de las manos, y no se hace nada para detenerla.

Yo que nunca fui de los que aguantan, aprendí a dar el brazo a torcer para mantenerte a mi lado, y cuando ya no lo pude hacer, encontré en tu laberinto un aprendizaje perdido, perdido que no puede encontrar lo que busca, pero si le puede buscar sentido a lo que encuentra. Y ahí es cuando te miro y ya ni me persigo, me embobo y me doy cuenta que la distancia no es más que otra manera de ejercer la paciencia, siempre y cuando se trate de amor, aunque a veces haya un poco de dolor.

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⏰ Última actualización: Aug 27, 2015 ⏰

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sin coherenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora