Estimado lector: Por favor recuerda, si alguna vez fuiste un niño de seis años, recuerda como era sentarse en la cama y sentir tus latidos del corazón, fuerte, bajo tu gruesa colcha, recuerda la mano que se cernía sobre tu cara una vez que cerrabas los ojos. Recuerda la respiración ruidosa que residía alrededor de tu ventana abierta. Las criaturas. Esa niña blanca que se arrastaba hacia ti en la noche, el pelo colgando alrededor del cuello, los dedos extendidos. Para un niño, es horrible. Para un adulto, es un recuerdo que la mayoría ha olvidado.
