—¿No eres muy joven para beber? —Le pregunté sentándome a su lado, en el sofá—Gracias por salvarme de aquel chico—Finalicé.
—No te preocupes, tienes suerte que pasará por allí para comprar unas cervezas—Me enseñó la botella—¿Quieres? —Negué con la cabeza—No te voy a dar nada que te haga daño.
—Aún te tengo un poco de miedo—Mis palabras salieron rápidamente.
—No deberías, soy el único en el que puedes confiar.
El contacto de su piel en mi cara era agradable, y conseguía que cerrara mis ojos para sentir su mano. Apartó el pelo que quedaba sobre mis labios, y sentí una acaricia encima. Pasó su lengua sin miedo.
Tampoco reaccioné, no me separé y seguí sintiendo la lengua de Bieber humedecer mis labios. Recostó mi cuerpo sobre aquel claro sofá lleno de florecitas, y sentí el peso de su cuerpo aprisionándome.
Abrí mis ojos cuando una de sus manos se adentró por dentro de mi camiseta, y no evité gemir, sonrojándome por completo, y consiguiendo que Bieber se creyera mucho más hombre.
Dejó de tocar parte de mi vientre, y acarició mis brazos trasmitiéndome una extraña corriente. Mi corazón latía con fuerza, aquel era un momento de seguir o parar. Nunca había tenido relaciones sexuales con ningún chico, ¿Por qué iba a dejar a Bieber, el chico malo del instituto?.
Sus dedos se perdieron en mi cabello pelirrojo, jugando con los mechones dejándolos escapar entre sus dedos, riendo sobre mis labios, y lamiéndolos sin dudar.
Me estaba sonrojando, y no sabía cómo actuar con él. Con miedo, y el pulso acelerado, levanté con pánico su camiseta.
—Quítamela, no muerdo—Su perfecta sonrisa me relajó—O tal vez sí.
—Levanta los brazos—Arrastré las palabras.
Hizo lo que le ordené, y cuando ya estaba sin camiseta, mostrándome todos sus tatuajes, volvió a pegar su pecho desnudo, y clavó sus dientes en mi labio.
Había dicho que no mordía, y lo estaba haciendo. En cualquier momento sangraría, pero no lo hice, solo dejé escapar gemido por causa del placer de tener a Bieber mordiendo mi labio.
Ayudé a levantar mis brazos, y se libró de mi camiseta dejándome ante sus ojos con el sostén. Giró nuestros cuerpos, y me dejó encima de su cuerpo, aprisionándolo con mis piernas.
Estiré de nuevo mi cuerpo, y busqué sus labios para besarlos. Si no lo hacía, me arrepentiría de no besar aquellos carnosos labios, y clavar mis ojos en los suyos. De momento no me arrepentiría de nada de lo que pasaría entre nosotros.
—¿Me dolerá? —Pregunté sin mirarlo.
—Te prometo que no—Volvió a besarme—Si estás conmigo, el dolor nunca existirá.
—Confío en ti, Bieber.
—Lo sé, pelirroja.
—Quiero seguir—Escondí mi rostro en su cuello—Quiero que mi primera vez sea contigo.
—Con una condición—Esperé a que siguiera hablando—No cierres tus ojos, y di mi nombre.
—Vale, Bieb—Callé rápidamente—Justin.
Ninguno estaba enamorado del otro, pero aquella noche era especial, el amor surgió de repente, o tal vez cuando nuestras miradas se cruzaron en el pasillo, el destino nos unió sin darnos cuenta.
Bieber levantó su espalda del sofá, y recorrió sus labios por las zonas más alcanzables de mi cuerpo. Las mejillas, mis propios labios, las orejas, el cuello, hasta mis pechos. Soltó el sujetador, y los dejó para verlos.
ESTÁS LEYENDO
My tough boy
FanfictionNunca pensé que todo cambiaría de repente. Iba a convertirme en algo que nunca imaginé. Él apareció, consiguiendo cambiar mi vida, mostrándome lo duro que era. Me iba a convertir en su juguete, y no sabía cómo escapar de sus manos. Sus dedos manchad...