-¡Mikayla, quédate quieta!- Me regañó Willow por tercera vez.
Ella estaba atrás mío, intentando hacer una trenza en mi larga cabellera.
-Willow, ya llevamos más de dos horas con esta trenza- me quejé.- Y sabes que estamos yendo para investigar, no para divertirnos. Te lo estás tomando muy en serio.
-Es una de las pocas oportunidades de divertirnos que tenemos, y podemos divertirnos mientras trabajamos.-Rodé los ojos.- Además, debemos pasar desapercibidos en la fiesta, lo que significa que debemos arreglarnos como si fuéramos una más.
-¡Pero ya llevamos dos horas!- No me molestaba que me peinaran, en realidad me gustaba, pero ya me estaba hartando.
-Ya casi está listo.- Respondió Willow concentrada en mi peinado. Hizo algunos retoques con sus ágiles dedos, asegurándose de que todo estuviera en su lugar.- ¡Listo!- Exclamó finalmente.
Me levanté de la silla en la que estaba sentada y me observé en el espejo. Dos mechones rojizos enmarcaban mi rostro, por detrás la trenza se hallaba recogida en un hermoso moño. Para completarlo una tiara con detalles en blanco y plateado estaba colocada detrás de los mechones sueltos.
Me quedé asombrada, Willow había hecho un asombroso trabajo. Por suerte me había puesto el vestido antes de que ella empezará a peinarme, no quería arruinar su obra. El vestido era de un color blanco perla. Era ajustado hasta la cintura, y luego caía suelto hasta unos centímetros por encima de las rodillas. Pequeñas flores de color negro decoraban la tela, haciendo que se luciera. Era realmente hermoso.
-Wow.-Dije aún sorprendida.
-¡Estás hermosa!- Exclamó Willow emocionada.- Ahora déjame maquillarte.
Hice una mueca.
-¡Pero demorarás mucho!- No iba a soportar otras dos horas de espera.
-Será rápido.- Prometió Willow mirándome con cara suplicante.
Suspiré.
-Bien.- Ella sonrió triunfante.- Pero que sea poco, no quiero parecer un payaso.
-De acuerdo.- Accedió ella mientras tomaba el estuche con el maquillaje.
Cerré los ojos y esperé a que ella terminara. Luego de unos pocos minutos me pidió que abriera los ojos para pasarme una delgada capa de rímel.
-Perfecta.- Dijo ella sonriendo satisfecha.- Mírate.
Me posicioné frente al espejo, y por segunda vez en lo que va de la noche, me vi sorprendida. Un plateado vaporoso coloreaba mis párpados, y una delgada línea del mismo color delineaba mis ojos resaltando el color verde de ellos. La sutil capa de rímel hacia que mis ojos sobresalieran aún más. Y el leve rubor de mis mejillas me daba un aspecto infantil. Finalmente un rosa pálido delineaba mis labios en una línea perfecta.
Miré a Willow y sonreí. Había hecho un excelente trabajo conmigo, pero ella no se quedaba atrás.
Su vestido negro llagaba unos tres dedos por encima de la rodilla. El vestido se ajustaba perfectamente a su cuerpo, realzando sus curvas y haciéndola lucir hermosa. Una trenza cocida bajaba delicadamente hasta su media espalda. Finalmente, sus labios rojos y sus ojos verdes resaltados con una gruesa línea negra le daban un aspecto rebelde y misterioso.
Le sonreí, ella sí que sabía cómo lucirse.
Luego de que Willow se asegurara de que todo estuviera perfecto salimos de la habitación y nos dirigimos a la sala en donde se encontraban todos ya listos para la fiesta.
ESTÁS LEYENDO
Aquila (Pausado)
Roman pour AdolescentsUna misión. Un objetivo. Una solución: Nosotros Fuimos entrenados todas nuestras vidas para esto. Aislados de la sociedad, pero en nuestra propia comunidad. Somos como cualquier adolescente de nuestra edad, solo que con un pasado un poco distinto...