¿Ahora qué hice?

Capítulo 15

Dos "maravillosos"  meses habían pasado desde que nuestra protagonista se había despertado de ese sueño tan genial, dos meses desde que nuestra protagonista se encontró con sus, ahora nuevos enemigo y nuevos mejores amigos de Mariana. Ya había pasado tanto tiempo y sucedido tan pocas cosas en su vida, pero ella sentía que todo estaba por dar un gran giro cuando empezara su último año en un nuevo internado , y la pregunta del millón era ¿Ese giro sucederá?

ººº

- Hola, me llamo Scarlett Jhonnson  y vengo a retirar mi horario y la llave de mi cuarto - Le dije amablemente a la señora regordeta que se encontraba detrás del escritorio. Estaba muy emocionada por empezar a estudiar lo que verdaderamente me gustaba. 

- Claro, tome. Espero no verla muy seguido por aquí, señorita Jhonnson y sobre todo que tenga un buen comienzo del siclo escolar - Me dijo, entregándome mi horario ( el cual leería luego) y la llave de mi cuarto. Salí como alma que lleva al diablo, de la oficina donde seguro pasare más horas que las que tengo de clase, para dirigirme a mi cuarto el cual es.... el 69.

- ¡¿Estas de bromeando?! - Pensé, pero al ver que la gente me miraba raro me di cuenta que lo había gritado, oh genial nuevo internado y ya me tratan de "la nueva loca" o "la de pelo verde".

Oh sí, la reina de la extravagancia se había teñido el cabello del color de los prados verdes de  Argentina. Lo que me hace aún más bella y fácil de recordar. 

- Niña de pelo verde, mira por donde vas.- La voz de la chica era tan aguda como un silbato y, para que mentir, tenía el cuerpo de una Barbie. ¿Alguna vez podré ser amiga de la gente bella? 

-  Lo siento, no te vi. - Recogí el bolso que había tirado sin querer, se lo entregue y me fui directo a la salida. Esta ansiosa por ver mi amado cuarto irónico y mi cama.

Cuando pase todo el campus y llegue al edificio gigante que decía "Habitaciones" busqué con la vista algún elevador, pero lo único que había eran unas malditas escaleras que parecían infinitas, sin más me dispuse a subirlas. Tomé tome mi bolso y mi maleta, y emprendí mi largo  viaje por las "maravillosas y tan amadas escaleras". Con la vagancia que me da hacer todo tipo de esfuerzo físico, nadie se creería que peleo en las calles para tener dinero, pero nunca tienes que juzgar por las apariencias ya que estas engañan como lo hacen conmigo y con otras personas.

¿Cómo con los amigos de Mariana?

Agh no nombres a esos idiotas, le siguieron el juego sin conocerme y lo peor era que parecían tan buenas persona.

Si solo te molestaron un poquito...

Si claro solo un poco ¿No lo recuerdas no?

La verdad sí me acuerdo, solo que al ser una conciencia masoquista  me gusta hacértelo recordar una y otra vez, ya que esos chicos te inspiraron confianza y con solo unas pocas palabras te arruinaron los dos meses de vacaciones que te quedaban.

Como te odio...

¡Pon el Flash-Back de una buena vez!

Ya... ni que mi vida fuera una novela.

Flash-Back

- Miren nada más,  la zorrita trabaja en un bar ¿ Qué raro no?- Dijo la mal parida de Mariana una vez que les llevé la orden, y pude escuchar la risa de alguno de los chicos que la acompañaban pero no de todos.

-Mar no la trates así parece buena persona y capaz que necesita el dinero. - Dijo una voz masculina, no los quería mirar a los ojos, igualmente es tan lindo que alguien que no te conoce te defienda y más cuando luego de sus palabras se oyen los"aja", "tiene razón" y un "lo siento en verdad " de tu mejor enemiga.

- Aquí tiene sus bebidas. - Fui depositando un vaso de cerveza enfrente de cada chico y cuando iba a dejar la de Mariana, ella movió la mano "accidentalmente" y logró que le derramara el contenido de la botella sobre ella.

- Perra inservible me has arruinado mi ropa. - Luego de insultarme, me sujetó el antebrazo y clavó todas sus uñas de gato en mi carne. Un dolor se fue adueñando de la zona y como yo soy una persona calmada le respondí...

-¿¡Zorra yo?! Mira quien lo dice, la mujer que pensó obscenidades de sus nuevos "padres". Cada uno sabe que es y que no, así que no puedo catalogarte de nada. - Finalicé y en un movimiento brusco rompí su agarre a mi brazo y la mire a la cara, la cual tenía una bonita expresión de enojo. Estaba segura que me iba a contestar cuando todos sus acompañantes hablaron.

- Uhh la zorrita se enojo.

-Cuidado que la puta se ofendió.

-Y yo que defendí a esta zorra.

- ¿Por qué no vas a cortarte las venas como siempre, huérfana? - El chico que dijo esto sí lo miré, deseaba grabarme su cara en mi mente para algún día vengarme. Esos ojos caramelos y su pelo marrón peinado en punta quedarían en mi memoria para siempre. No puedo creer que haya usado mis marcas en mi contra, sobre todo cuando son mi historia de vida.

Fin del Flash-Back

Muy lindo el recuerdo pero...

Muy lindo mis pantuflas,  ese recuerdo es una mierda y tu me lo haces recordar.

Oye idiota, luego hablamos ya hemos llegado a tu cuarto.

Y al levantar mi cabeza vi mi magnífico  y glorioso número de habitación el 69. Sin más rodeos coloqué la llave en la hendidura y la gire, pero al abrir la puerta de color carmesí lo menos que me esperaba ver era a un chico semidesnudo con una chica arriba.

- Que tenga el 69 en la puerta no quiere decir que lo tengamos que poner en práctica ¿o no? - Tras decir esto miré a la chica, la cual estaba completamente roja y con los ojos llorosos, y el chico estaba muy ocupado riéndose de mi comentario para ver si su amiga estaba bien.

-  Tu compañera de habitación si que es bonita y graciosa.

Era momento de presentarme y saber si este hermoso espécimen era pareja de mi compañera. Ojalá que no, cruzo los dedos para eso.

-Soy Scarlett, nueva en este lugar y en este cuarto.

- Hola soy Zoella, me puedes decir Zoe, y el chico que no sabe ponerse camisetas es mi hermano Luke. Perdón si te incomodamos, le gusta hacerme cosquillas cuando no le doy dinero, es una manera de extorsionarme. - Cuando terminó de hablar plantó una hermosa sonrisa ens u rostro, me encantaba esta castaña y recién la conocía. Era hermosa físicamente tenía el cabello castaño claro, con la puntas decoloradas, ojos marrones y era un poco más baja que su hermano pero aun así lograba pasar mi altura. Y su hermano era la representación de un chico sacado de un libro, cabello rubio despeinado, alto como la puerta y ojos celestes que parecían un océano.

- Esto parece centro de adictos con tantas presentaciones. - Comenté en voz baja, pero al parecer los dos me oyeron y comenzaron a reír.

NOTA

Gracias por tomarse el tiempo de leer.

Voten y comenten.

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