Capítulo 8: Todo Cambiará

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Ambas chicas se encontraban sentadas dentro de un restaurante que para Lauren parecía un poco 'desagradable', a pesar de todo ahí estaba Lauren  esperando el momento indicado para decirle a Camila lo que le estaba pasando.

Después de haber tardado unos minutos en decidir el lugar a donde debían ir, Camila se dio por vencida, y optó por un restaurante al que ella solía ir, estaba tan nerviosa que no pudo pensar en algo mejor, se sentía tan estúpida por no saber que tipo de lugares le agradaban a Lauren, y aún más porque la chica de ojos verdes parecía ser el tipo de persona que iba a restaurantes lujosos y ese tipo de cosas, en ese momento fue cuando se dio cuenta que no estaba a su altura, tal vez todo lo que había estado sintiendo era simple curiosidad, y no lo que ella se había planteado. Camila fue sacada de sus pensamientos cuando Lauren decidió romper con el silencio entre ambas chicas.

—¿Vienes muy seguido por aquí?— preguntó Lauren.

—Sí, bueno no actualmente, pero solía venir muy seguido en mis tiempos de universidad.

—Oh, no quiero sonar grosera, pero no sabía que habías terminado la universidad.— dijo Lauren con voz suave.

—Si la vida fuera tan fácil para todos.— empezó a decir Camila.— Tendrías en frente de ti a la mejor fotógrafa de la ciudad.

Camila intentó bromear.

—Uh, eso sonó muy agresivo.

—No te ofendas, pero es verdad no para todos la vida es tan sencilla, para mi no es simplemente estirar la mano y recibir en ella lo que quiero.— dijo Camila tratando de no soñar grosera.

—¿A no?.— dijo en forma de broma.— Creí que si.

Lauren en su intento de bromear se dio cuenta de dos cosas:

1.- Camila era hermosa sonriendo.

2.- Si Camila le pidiera cualquier cosa con sólo estirar la mano, ella no dudaría en dárselo.

Para el bien de Lauren, Camila logró entender la broma de Lauren.

—Cuéntame de ti, ¿Como llegaste hasta donde estas?

Lauren le contó todo, desde la muerte de su padre hasta el día de hoy. Estaba tan concentrada hablando que no se dio cuenta el largo tiempo en el que hablo.

Mientras Lauren contaba su historia, Camila comía o más bien terminaba de comer su espagueti. 

Lauren se dio cuenta que Camila se había manchado justo a un lado de su labio, dejó de decir lo que estaba diciendo, tomo una servilleta y con todo el cuidado del mundo limpio la parte manchada del rostro de Camila, quien se estremeció ante al acto de la empresaria.

—Lo siento.— se disculpó.— Yo sólo uhm, vi que te llenaste de salsa y sólo...

—Esta bien, Lauren.— dijo Camila dedicándole una tierna sonrisa a Lauren.

Camila, quiso actuar relajada pero la verdad era que no podía estarlo. Por así decirlo su corazón latía a mil por hora.

—Tal vez algún día puedas enseñarme algo de fotografía.— sugirió Lauren.

—A decir verdad he estado pensando en eso últimamente.— dijo Camila mirando los ojos de Lauren.— De hecho tengo un regalo para ti.

—¿Un regalo?— preguntó Lauren y Camila asintió.— No me dirás que es ¿cierto?

—Nop

Estaba resultando más difícil para Lauren, el tener una conversación con Camila, quizá hacia tiempo que no tenía una con alguien que le interesara. ¿Cuando debía ser el momento adecuado para decírselo? eso Lauren no lo sabía.

Salieron de aquel restaurante, y caminaron directo hacia el auto de Lauren.

—Mira hacia arriba Lauren.— pidió Camila.— ¿Lo ves?

Lauren hizo lo que Camila le pedía. Logró verlo, o quizá no, quizá Lauren veía algo distinto a lo que Camila se refería, pero Lauren veía un maravilloso cielo estrellado, por primera vez después de tiempo, las pequeñas cosas volvían a tener esa magnitud de antes, quizá proporcionalmente a lo que su corazón. Ahora lo sabía, sabía. porqué  la gente hacia de frases tan simples un significado tan complejo. Y entendió el dicho, ves las cosas en proporción a lo que sientes.

—Probablemente no veamos la misma cosa.— dijo Lauren.

—Puede ser que no, porque alguna vez alguien dijo: ves las cosas en proporción a lo que sientes.

¡Ja! Lauren río mentalmente, ante la coincidencia de las palabras. Mirando aún al cielo, Camila volvió a preguntar.

—¿Que ves?— preguntó Camila.

A ti.

—No te entiendo.— dijo Camila.

Lauren había encontrado ahora la forma no directa de decirle todo a Camila, tal vez no era tiempo de decirlo con el lenguaje humano, quizá se lo iba a dejar a las estrellas de esa noche.

—Veo lo que jamás vi.— empezó a decir Lauren.— Veo en ese cielo la posibilidad de ser yo misma justo aquí, en este momento, veo en él estrellas que combinan con la luz que has traído a mi vida. O quizá ahora brillen por ti. ¿Que ves tu?

—¿Nunca te has preguntado que hay más allá de lo que vemos?— preguntó Camila.— O sea quiero decir ¿que habrá más allá de la parte que nosotros conocemos? ¿que habrá después de esas estrellas? ¿Que es lo que se encuentra atravesando ese cielo oscuro? 

Lauren no respondió, por lo que Camila tomó su silencio para continuar con lo que decía.

—Te veo a ti.dijo finalmente.

Y era cierto, de alguna manera u otra Camila siempre había querido saber más de la empresaria, saber lo que escondía.

Tal vez en ese momento ninguna entendía el significado de las palabras que decían, pero a lo mejor después en un tiempo no muy lejano, miren al cielo y lo vean de la misma manera, o quizá no.

El idioma de las estrellas (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora