CAPÍTULO 2

81 1 0
                                    

Odio las mudanzas. Jamás voy a volver a mudarme en mi vida. Todo es un auténtico caos, las cajas del baño están en la cocina, las de la cocina están en la habitación y así con todo.

La nueva casa a la que nos hemos mudado es enorme, demasiado para tres personas. Lo que me sorprende es que para ser una urbanización de lujo, las casas están muy cerca unas de otras. Prácticamente desde el segundo piso se puede ver todo el jardín de la casa del vecino y viceversa. No me gustan estas urbanizaciones, me gusta vivir más aislada, tener más privacidad. Amo la tranquilidad. Pero en fin, al menos parece un barrio tranquilo.

He conseguido encontrar todas las cajas en las que pone "habitación de Phoebe" y hace un rato que mi mejor amiga Megan y yo hemos empezado a ordenar cosas. En esta nueva casa dentro de mi habitación hay un vestidor bastante grande y en este momento nos encontramos desempaquetando la ropa.

-¿Por qué tienes tantas cosas Phoebe? No vamos a acabar ni en una semana.

Miro a mi amiga que está enterrada entre abrigos de invierno y millones de zapatos esparcidos por el suelo. La escena es bastante cómica. Dentro de la caja que estoy colocando hay un cojín, lo saco y se lo lanzo, aunque ella consigue atraparlo antes de darle.

-No seas exagerada Megan, tampoco hay tantas cosas y además ¿Qué quieres? Es toda una vida.-La verdad es que yo tampoco era consciente de todas las cosas que tenía hasta que no empecé a guardarlas en las cajas. Hay cosas que tienen muchísimos años.

-¿Has visto cuantos zapatos tienes aquí? ¡Son más de los que tendré yo y mis futuras hijas en toda su vida!

Me río a carcajadas con su comentario. Megan tiene un gran sentido del humor y mucho carácter. Ella viene de una familia media, donde no le ha faltado de nada pero tampoco puede permitirse muchos lujos. Su padre los abandonó cuando ella era muy pequeña pero gracias a su madre, ella y su hermano han salido adelante.

Megan me lanza una mirada de furia.

-Pues lo siento Pheebs pero yo tengo que irme ya, llego tarde a mi curso de francés. Acompáñame anda que esta casa es como un laberinto.

Admiro a Megan, es una chica tan activa. Va a mil cursos aparte de las clases en la universidad, el gimnasio y a veces incluso hasta trabajo. La acompaño a la puerta y nos despedimos cariñosamente.

Observo a mi amiga montándose en su coche y alejándose y no puedo evitar sonreir, ella es como una hermana para mí. Recuerdo la primera vez que nos conocimos. Fue cuando teníamos unos 10 años, yo todavía era amiga de Alice y Lucy, a veces pienso que mi amistad con Megan fue uno de los detonantes para que esas dos empezaran a hablar mal de mí. Pero me alegro, por que no cambiaría a Meg por nada del mundo. El ruido de un motor me saca de mis pensamientos. Observo el fantástico Bentley azul que acaba de aparcar enfrente de la casa de al lado. Supongo que serán los vecinos. Observo como solo se abre la puerta del conductor y de él sale un hombre alto y bastante apuesto. Me quedo observándole (maldita manía mía) hasta que puedo verle la cara. Mi boca llega al suelo y la cierro inmediatamente antes de que pueda verme. No puedo creerlo. ¡Es él!

Es aquel hombre que llamó mi atención en la fiesta del sábado. El mundo es un pañuelo. ¿Será él el que viva ahí al lado o vendrá de visita? Creo que no me ha visto, parece muy concentrado en su teléfono móvil.

¿Qué hago? La verdad es que yo no soy una persona que crea demasiado en las casualidades, pero ésta me parece increíble. ¿Cuántas posibilidades hay de volver a ver a un chico por el que te quedaste medio hipnotizada? Yo diría que ninguna. Y hubiera perdido. Bueno, ¡qué demonios! Respiro hondo y me acerco a paso ligero hasta él.

-¡Hola!-sonrío y él levanta la vista y me mira fijamente. Dios. ¿Y ahora qué le digo? Sin duda sus ojos son los mejores que he visto en mucho tiempo.-Soy Phoebe O'Conner, acabo de mudarme aquí al lado, encantada.

Veo como ladea su cabeza ligeramente y empieza a estudiarme detenidamente por un instante, cómo si tratara de recordar algo. ¿Me recordará del día de la fiesta? Realmente no lo creo. El silencio empieza a ponerme algo nerviosa, pero tras varios segundos que a mi me parece una eternidad, finalmente me contesta.

-Hola, yo soy Harry Styles, igualmente.

¿Styles? ¿De que me suena a mí ese apellido? Por un momento no se que decir. Él sólo está de pie mirándome y estoy un poco incómoda. No parece un hombre de muchas palabras.

-Bueno... pues, si necesitas algo, ya sabes donde encontrarme-le sonrío algo nerviosa. ¿Por qué diablos dije eso?

Él me mira y esboza una sonrisa de medio lado dejando ver un hoyuelo a su lado. Dios, creo que pocas veces he tenido delante a un hombre tan atractivo. Quizás no sea el hombre más guapo del mundo, pero tiene algo, en conjunto que lo hacen tremendamente atrayente.

-¿No se supone que eso debería decirlo yo? Al fin y al cabo tu eres la nueva vecina ¿no?-me mira divertido

Noto como la sangre sube a mi cara y sé en ese instante que tengo que estar como un tomate. Me arde a horrores la cara. Que vergüenza.

-Bueno, supongo, pero ¿Quién sabe? A lo mejor tu también puedes necesitar algo. Bueno, tengo que irme, ha sido un placer, nos vemos.

No dejo que me conteste y marcho a paso acelerado hasta casa y cierro la puerta apoyándome en ella y dejándome resbalar hasta el suelo.

No sé que es lo que acabo de hacer. No debí haberme acercado. ¿En qué estaba pensando?

Sigo sin creerme que vaya a ser mi vecino. Nunca he sido una chica tímida, al contrario, normalmente suelo tener mucha seguridad en mi misma. Nunca me han importado demasiado las críticas y encontrarme en una situación así, que me hace estar nerviosa, es algo nuevo para mí.

W

---------////ACLARACIÓN////----------
Está casa es la de Phoebe, pero todas las casas del barrio son iguales, unas junto a las otras

**See you again ** (HS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora