Capítulo 1

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TIEMPO ANTES

—Excelente, señorita Martin. Puede sentarse. —dijo el profesor de mates, haciéndole una seña a la pelirroja. Esta sonrió, y al pasar por el pupitre de Stiles, dejó disimuladamente una nota sobre este. Stiles la abrió, teniendo mucho cuidado de que el profesor no lo vea. La nota decía: "Esta noche. Fiesta. Casa del lago. Avísale al resto. Lyds ;)" Stiles levantó el pulgar izquierdo en señal de afirmación, esperando que Lydia se haya dado cuenta, ya que se sentaba a su izquierda. La pelirroja vio el gesto y sonrió. "Perfecto." Pensó la chica. Si bien Stiles no era de los más populares en el instituto, en las fiestas era de los que más sobresalían. Podría decirse que hacían un buen equipo juntos: ella organizaba la fiesta, y él se encargaba de darle ese toque divertido, característico de Stiles.

Cuando la campana que anunciaba el recreo sonó, todos se apresuraron a salir del aula. Stiles se dirigía junto a su mejor amigo, Scott, a sus casilleros, cuando Lydia lo detuvo en la mitad del pasillo, tomándolo del brazo.

—Stiles, intenta convencer a Ethan, ¿vale? Sé que está afectado por lo de su hermano, pero ver a Danny lo animará, estoy segura. —dijo rápidamente la pelirroja, antes de soltarlo y seguir su camino. Los ojos del castaño la siguieron todo el recorrido, hasta que vio cómo se abrazaba a Jackson, su popular novio. El rostro del joven, que generalmente mostraba una expresión alegre, divertida, se transformó, expresando la tristeza que le provocaba aquella imagen. La imagen de la chica que él amaba, abrazada a otro. Scott, al percatarse de aquello, tomó a su amigo por los hombros, girándolo hacia el pasillo en el que se encontraban sus casilleros.

—Amigo, no puedes seguir así. —dijo Scott abriendo su casillero, y guardando los libros de matemática. Stiles lo imitó y suspiró.

—Lo sé Scott, de verdad lo sé. Pero, ¿qué puedo hacer? —dijo el joven, tomando los libros de historia, y cerrando su casillero para enfrentarse a su amigo.

—Tienes dos opciones —comenzó a decir el moreno, cerrando la puertilla y recargándose sobre la misma—. O bien le dices a Lydia todo lo que sientes, o bien intentas olvidarla.

El chico negó. —Primer opción descartada. Sé que ama a Jackson, y diga lo que le diga no va a cambiar sus sentimientos —dijo resignado el joven—. Y, ¿de verdad crees que podré olvidarla, Scott? ¿Cómo? —murmuró con voz débil, cerrando los ojos con fuerza.

El nombrado se encogió de hombros. —No sé si puedas olvidarla, pero deberías intentarlo. Malia está enamorada de ti. ¿Por qué no le das una oportunidad a ella? Tal vez, si estás con otra chica, de a poco te vayas olvidando de tus sentimientos por Lydia —Propuso el pelinegro. Stiles negó.

—No, Scott. Eso sería... usarla. Y Malia es buena chica, no quiero lastimarla —Stiles suspiró al acabar de hablar y negó con la cabeza—. De cualquier forma... hoy Lydia hace una fiesta. En la casa del lago. ¿Vas a ir? —le preguntó a su amigo, con un tono de voz más animado. Scott hizo una mueca.

—No lo sé... Yo...

—Scott, —lo cortó Stiles — ya sé que no estás pasando un buen momento con Allison, pero deberías ir. Te ayudará a despejarte. Además, necesitaré de tu apoyo allí. —dijo colocándole una mano en el hombro, y poniendo cara de cachorrito abandonado. Scott rodó los ojos, pero asintió. Cuando su amigo ponía esa cara, nadie se resistía a hacer lo que él pedía.

—Está bien, iré. Pero, si algo pasa, como yo terminando muy borracho, por ejemplo, tú eres el responsable. —Amenazó. Stiles soltó una carcajada justo en el momento que sonó la campana que anunciaba el regreso a clases.

***

Ya, en la noche, Lydia se encontraba con su mejor amiga, Allison, en una habitación de la casa que perteneció a su abuela, antes de que esta falleciera.

—¿Rosa intenso o rojo cereza? —preguntó la pelirroja, mientras sostenía dos labiales a ambos lados de su cara, para que su amiga viera cual quedaba mejor con su maquillaje.

—Rojo cereza, definitivamente —Dijo Allison, señalando el correspondiente labial. Lydia sonrió, y volteó al espejo para pintarse los labios—. ¿Sabes si Scott vendrá? —preguntó con fingido desinterés la castaña. Lydia se tomó un tiempo para terminar de colocarse el labial, antes de contestar.

—Por lo que me dijo Stiles, sí —miró a su amiga a través del espejo—. Alli, sé que lo extrañas. ¿Por qué no le dices que aceptaste salir con Isaac, sólo porque él te canceló una salida cuando su madre y él iban a cenar a la casa de los Yukimura?

—Porque voy a quedar como una niñita celosa —resopló Allison—. Y yo no soy una niñita celosa.

—¿Y qué eres? —preguntó la pelirroja.

—Más madura que eso —respondió la castaña con rotundidad—. Aunque al aceptar la cita de Isaac no lo demostré. —añadió rápidamente antes de que su amiga pudiera decir algo. Lydia sonrió mientras rodaba los ojos—. En fin, ¿Qué vestido me quedaría mejor? —preguntó Allison, sosteniendo dos vestidos, uno verde oscuro y el otro negro.

—El verde oscuro, of course. —respondió la pelirroja luego de unos segundos. La castaña sonrió, tomó los zapatos plataforma del suelo, y se fue a una de las tantas habitaciones que tenía la casa a cambiarse, dejando a Lydia sola.

Esta tomó su vestido violeta oscuro ajustado, y se lo puso cuidadosamente. Luego tomó las sandalias de taco negras. Cuando estaba terminando de ajustarse la última, su teléfono sonó. Ella lo tomó. Llamada entrante: Stiles. Contestó la llamada.

—Batman —dijo la pelirroja a modo de saludo, con voz alegre.

—Lyds, ¿ya estás en la casa? —preguntó el castaño.

—Así es, ¿por qué?

—Estoy llegando. —dijo el chico, y acto seguido Lydia escuchó la bocina del Jeep de su amigo.

—Ahí te abro. —murmuró la chica antes de colgar la llamada. Se miró en el espejo, acomodándose el cabello rápidamente, y salió de la habitación. Cuando faltaban unos pocos metros para llegar a la puerta, escuchó como la voz de Stiles le decía a alguien: —Tranquilízate, ¿sí? Me estás poniendo nervioso a mí.

La chica rio. Sabía que eso se lo estaba diciendo a Scott. Y efectivamente, al abrir la puerta se encontró con un sonriente Stiles, y un muy nervioso Scott.

—¿Lista para la fiesta? —preguntó Stiles casi en un grito, mientras se acercaba a abrazar a la pelirroja.


Lies - StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora