Colección de drabbles; Kaisoo

13. | Cómo sería |

Non!au, romance, fluff | Siempre se preguntaban eso, lo mismo, una y otra vez.

i.

Jongin siempre se preguntaba eso, lo mismo, una y otra vez; cómo sería.

Cómo sería ser correspondido, porque no, Jongin no era correspondido. Cómo se sentiría tomar esa mano que colgaba tan cerca suyo mientras caminaban y se balanceaba al mismo ritmo letárgico de sus pasos cuando salían porque a último momento habían querido ir a dar una vuelta nocturna con gorros y mascarillas. Cómo sería tener ojos sobre él con la misma intensidad que él los pone sobre la otra persona. Cómo sería el recibir esa sonrisa con algo más que solo sinceridad y amistad de años.

Jongin observa, observa cómo se escurren las oportunidades por los espacios entre sus dedos; aunque, inicialmente, tiene claro que nunca tuvo esas oportunidades.

La sexualidad de otra persona no se puede cambiar tan fácilmente.

Y puede que no sea la sexualidad, puede que sea solo una explosión imprevista de sentimientos y pensamientos un poco más persistentes e impulsivos en su cabeza; un poco más románticos de lo debido con otra persona que no debería. Puede que sea la juventud que le juega algunos trucos y cabeza que lo confunde.

Pero eso no importa, de todas formas. Oportunidades, nunca hubo—pero a Jongin le gustaba pensar que en algún momento las hubieron.

ii.

Kyungsoo siempre se pregunta eso, lo mismo, una y otra vez; cómo sería.

Cómo sería ser correspondido, porque no, Kyungsoo no es correspondido. Cómo se sentiría tomar esa mejilla que tan cálida y lisa se ve mientras se inclina hacia él y sonríe con esa lentitud letárgica de sus expresiones porque a último momento había querido susurrarle al oído alguna cosa totalmente trivial y sin sentido. Cómo sería tener esos labios sobre él con la misma gentileza que él los pone sobre su almohada. Cómo sería el recibir esas caricias en el cuello con algo más que broma y costumbre de años.

Kyungsoo se aleja, se aleja al igual que las oportunidades que una a una deja ir de su alcance, aunque, inicialmente, nunca tuvo claro si existieron esas oportunidades.

Los latidos del corazón de otra persona no se pueden cambiar tan fácilmente.

Y puede que no sea la cantidad de latidos, puede que sea solo un malentendido idiota de ideas y situaciones un poco más malinterpretadas y sorpresivas en su pecho; un poco más románticos de lo debido con otra persona que no debería. Puede que sea la inseguridad que le juega mala pasada y corazón que lo confunde.

Pero eso no importa, de todas formas. Oportunidades, nunca supo si hubo—pero a Kyungsoo le gusta pensar que en algún momento las habrá.

iii.

Jongin y Kyungsoo ya no se preguntan eso, lo que solían preguntarse, lo mismo, una y otra vez, qué hubiese pasado.

Qué hubiese pasado si se hubiesen dado cuenta, porque no, ninguno de los dos se había dado cuenta. Cómo se pudo haber sentido el tomar esa mano, besar esos labios y abrazarse a escondidas del mundo mientras huían de las últimas luces del escenario y escuchaban a ese mismo ritmo letárgico de sus respiraciones porque a último momento habían querido dar un último grito al mar de personas que clamaban por ellos. Cómo hubiese sido el escuchar de verdad esas palabras secretas con la misma suavidad que ellos las escuchaban cuando imaginaban situaciones como aquellas en que estaban solos. Cómo hubiese sido el recibir esos suspiros con algo más que cansancio y confianza de años.

No sabían que fuese tan fácil hacer el estómago del otro revolotear con esas mariposas imaginarias que se ponían en los libros. Hacía falta solo una explosión imprevista de sentimientos y un malentendido idiota de ideas para entenderlo.

—¿Sabes, Kyungsoo? Solía sentirme extraño contigo. Es gracioso porque nunca supe qué era, pero ahora que estás saliendo supongo que no importa y ya está pasando, ¿no?

Fue un impulso, realmente, y lo dijo sonando despreocupadamente como si no importase, apoyado en el armario de Kyungsoo mientras éste sacaba una chaqueta.

—No estoy saliendo de verdad.

Fue sorpresivo, la verdad, y respondió con ojos más abiertos, sacando esa chaqueta y cerrando el armario mientras Jongin abre la boca sin decir nada.

—¿No? —rió nervioso— Pensé que solo no habías querido decirme.

Tres S; Sonrojos. Silencio. Sonrisa.

—¿E-Extraño?

Y puede que no hubiese sido la facilidad con que la verdad se balbuceó después de eso, ni un simple impulso tomado sorpresivamente y caras acalorándose con incomodidad sin llegar a ser molesta. Puede que haya sido la suerte que les jugó una buena pasada y aclaración de todo lo que los confundía.

Pero eso no importa, de todas formas. Oportunidades, las hubo siempre—pero a Jongin y Kyungsoo les gusta pensar que de ahora en adelante todas serán tomadas.