Prólogo.

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   Una oscura noche de treinta y uno de octubre en el Valle de Godric. Era sorprendente el gran cambio que había ocurrido, horas antes el ambiente era alegre pero ahora todos estaban preocupados por lo que se acercaba.

-¡Por Merlín, Marie! - gritó una pelirroja a su hermana - ¡Te dije que te vayas!

-¡No me iré! - respondió de igual manera -. Estamos juntas en esto - dijo ahora más calmada colocando una mano en su hombro.

-No, no lo estamos. No si eso pone en riesgo tu vida y la de tu familia - negó señalando al hombre pelinegro con una bebé en brazos que se encontraba en la puerta.

-Si me quedo aquí es bajo mi propio riesgo.

-Cosa que no pasará porque no te quedaras.

-Pero ya te di...

-Vaya, no entiendo como sus padres las soportaban - interrumpió la discusión un hombre de gafas con un niño en brazos.

-Concuerdo contigo, Cornamenta - apoyó el otro hombre.

-Lo siento, James, pero tu querida esposa no entiende que no me iré - protestó Marie.

-Lo que yo no entiendo es como supo dónde estaban - dijo Sirius.

-Alguien tuvo que delatarnos - concluyó Lily.

  Como los bebés se durmieron, las dos mujeres subieron a la habitación del pequeño Harry para dejarlos durmiendo en la cuna de este. <<Al menos ellos están tranquilos>> pensaban las hermanas.

  Se abrazaron y bajaron las escaleras juntas a donde se encontraban sus esposos, pero uno de ellos no estaba.

-¿Dónde está Sirius? - le preguntó  Marie a James, quien solo la miró sin decir nada - ¿Dónde está? ¿¡Dónde está mi esposo, Potter!? - gritó al borde del llanto.

-Fue a buscarlo - dijo luego de unos segundos pensando. Sirius le había pedido que no informara de su paradero a la castaña pero ver así a su mejor amiga le dolía, y asustaba pues ella lo llamaba por su apellido solo cuando estaba muy molesta.

  Tras escuchar eso salió corriendo de la casa y desapareció.

-Mi hermana está loca - dijo la pelirroja.

  Se escuchó un estruendo fuera de la casa que sobresaltó a ambos pero volvieron a la realidad al escuchar un llanto.

-Sube, yo me quedaré aquí a detenerlo - dijo James dándole un corto beso al amor de su vida.

-Te amo.

-Te amo más - respondió limpiando sus lagrimas con delicadeza -. Dile a Harry que lo amo y pídele a Andy que no olvide al tonto de su tío - pidió llorando y otro estruendo interrumpió su momento -. Ve.

  Lily subió corriendo y al llegar vio a la pequeña Andrómeda llorando en silencio mientras su primo la veía asustado, al ver a su tía la extendió sus brazos hacia ella.

-¿Qué ocurre Sofia? - preguntó meciéndolo en sus brazos, su hermana prefería llamarla así porque desde que eran niñas quería que su hija se llamara Sofia.

-Ía Lily no - exclamó la bebé llorando y aferrándose a la blusa de Lily.

  No era la primera vez que ocurría eso. Apenas con un año de edad la niña se despertaba llorando y gritando hasta que llegara uno de sus padres o sus tíos, y se quedaba llorando aferrada a sus pechos murmurando cosas incomprensibles. Cuando estuvo más calmada, Lily habló:

-Andrómeda Sofia Black Evans - captó la atención de la pequeña -, eres una niña dulce, alegre, cariñosa, y así debe serlo por siempre. Estoy segura de que tendrás granes aventuras ya amigos, pero lo que siempre debes recordar es que eres una niña muy amada, tus padres te aman, tus tíos te amamos y... - un ruido proveniente de abajo la interrumpió. Ya estaba aquí. Tomó a la niña, la ocultó en un armario y se dirigió a su pequeño.

-Harry, mami te ama...



  Mientras tanto Marie aparecía en una calle oscura y solitaria, caminaba con cuidado buscando a Sirius esperando que no fuera demasiado tarde. De repente una serie de imágenes pasaron por su cabeza y un fuerte dolor en el pecho la hizo caerse llamando la atención. Su mejor amigo muerto a manos de El Señor Tenebroso, él subiendo las escaleras hacia el cuarto de su sobrino, discutía con su hermana y la asesinaba. Hasta ahí llegó su visión y la tristeza la invadió. Ahora solo podía rezar por los dos niños que se encontraban en esa casa, encontrar  a su marido para largarse de ahí y formar una familia los cuatro. Y eso habría hecho si no la hubiese encontrado un mortífago.

-Pero si es la sangre sucia, ¿qué haces por estos lados? - dijo Dolohov apuntándola.

-No es de tu incumbencia - respondió agotando la paciencia del hombre, lo que provocó un duelo entre ambos con un desenlace desastroso.



  Luego de dejar a Harry Potter en la puerta de los Dursley, Albus Dumbledore se dirigía al Valle de Godric porque sabía que faltaba algo. Entró a la antigua casa de los Potter, dirigiéndose a la planta de arriba.

  Una vez en el cuarto del bebé buscó hasta encontrar a Andrómeda, seguía en el armario pero inconsciente. Al parecer Lily Potter no cerró bien la puerta del armario y la bebé observó todo lo ocurrido por una pequeña rendija, y cuando Lord Voldemort intentó atacar a Harry ella cayó inconsciente. 

  Debía pensar que hacer con la niña, sería difícil  que los Dursley aceptaran también a la niña, su padrino no podría cuidarla por su P.P.P; solo quedaba una opción:

-¡Mami, mi prima Andy está en la puerta! - gritó una Nymphadora Tonks de ocho años de edad entrando a la cocina.

-Que locuras dices, Dora - dijo su papá.

-¡No son locuras, ella está ahí! - exclamó y salió corriendo otra vez a la puerta. Sus padres se miraron confundidos pero decidieron salir a ver que ocurría. 

  Definitivamente, ahí se encontraba Andrómeda Sofia Black en una cesta frente a la puerta con una carta. Sorprendidos tomaron a la bebé y leyeron la carta que explicaba lo ocurrido, a ambos les inundó la tristeza pero sabían que debían aceptar a la niña. 

Soy Tu Prima: La Hija de... ¿Sirius Black? [HP. 2nd Generation]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora