Soy Tu Prima: La Hija de... ¿Sirius Black? [HP. 2nd Generation]

15. ¿Otro profesor idiota?

  El primer día de clases se alineó con el humor de Hermione: gris y molesto. Solo hablaba amablemente conmigo, a menos que dijera algo a favor de la aventura de nuestros amigos. Estaba exagerando, pero así es Hermione. Sin embargo, el clima era lo que inundaba de gris todo el comedor, solo daban ganas de dormir todo el día y escaparse de las clases.

-- Buenos días, Sofia -- saludaron los gemelos Weasley, mientras se sentaban junto a mi.

-- Buenos días, clones -- respondí, muy concentrada en servirme la cantidad suficiente de tostadas para soportar el día. Hermione estaba muy concentrada en su lectura de Viajes con los Vampiros y mi primo aún no bajaba, así que los gemelos eran buena compañía.

-- ¿Ya tienes planeada tu primera broma para este año? -- preguntó Fred.

-- Porque nosotros sí, es gigante -- continuó George. Debo admitir que no había pensado mucho en eso hasta ahora que ellos lo preguntan, pero no es algo de que preocuparse.

-- No he decidido nada aún, pero seguro será mejor que la suya -- dije con confianza, untando una tostada con mantequilla. 

-- Ya lo veremos -- dijo George y continuamos comiendo.

  En pocos minutos, aparecieron Ron y Harry, a quienes Hermione saludó fríamente. La miré molesta, pero fingió no prestarme atención. 

-- Déjenla, decidió combinarse con el clima -- dije luego de saludarlos, recibiendo una mirada molesta de Hermione.

  El desayuno continuó tranquilo, los gemelos conversaban entre ellos, Hermione leía mientras tomaba de un tazón de avena hasta que una lechuza cayó sobre su desayuno y nos salpicó a todos. Era Errol, la lechuza de la familia Weasley, por lo que Ron la dejó sobre la mesa y nos dimos cuenta de que traía el peor tipo de correspondencia existente en el mundo mágico: un howler. 

-- Tranquilo, no está muerto -- dijo Hermione, tocando a la lechuza con un dedo, luego de ver nuestras caras de susto.

-- No es por eso... sino por esto -- dijo Ron, señalando el sobre rojo, pero Hermione y Harry seguían sin entender --. Me han enviado un howler.

-- Será mejor que lo abras, Ron -- dije asustada --. Una vez, mi prima recibió uno de su jefe, pero no lo abrió y fue horrible. Tardamos horas limpiando -- conté, mirando fijamente el sobre rojo que empezaba a humear.

-- ¿Qué es un howler? -- preguntó Harry, pero nadie le prestaba atención.

-- Ábrela -- apresuró Neville --. Es cuestión de minutos.

  Con una mano temblorosa, Ron quitó el sobre del pico de Errol con delicadeza y lo abrió. Ya estaba hecho. Neville y yo nos tapamos los oídos, Ron estaba a punto de vomitar, Hermione y Harry no entendieron nada hasta un segundo después, cuando los gritos de la señora Weasley sacaron los restos de polvo del techo que los elfos no habían alcanzado. Al rededor del salón, los platos tintineaban, las cucharas temblaban y todos se giraban buscando quién había recibido el howler, por lo que Ron se encogió todo lo que pudo en su asiento. Siento pena por él, debe ser sumamente vergonzoso pasar por esto públicamente y ese es castigo suficiente. Creo que prefiero ser expulsada a recibir un howler en el desayuno.

  Una vez acabaron los gritos, hubo un silencio perturbador en todo el comedor. El sobre ardió y sus cenizas cayeron en el piso, dando por finalizada la tortura. Hubo algunas risas y, poco a poco, volvió el alboroto habitual del desayuno. Hermione cerró su libro de Lockhart para mirar a Ron, que seguía escondido y con una cara que denotaba ganas de vomitar.

-- Bueno, no sé lo que esperabas, Ron, pero tú...

-- No me digas que me lo merezco -- la interrumpió Ron, sonaba aterrado y molesto. Miré a Hermione, haciéndole señas con la mano de que ya había sido suficiente. Creo que entendió, pues siguió con su desayuno como si nada, justo a tiempo para que Minnie pasara entregando los horarios de Gryffindor para este año escolar, el cual empezaba con dos horas de Herbología junto a Hufflepuff. Genial, mi materia favorita (no).