Soy Tu Prima: La Hija de... ¿Sirius Black? [HP. 2nd Generation]

10. Adiós, Diggory.

  Los resultados de los exámenes llegaron tal como los esperaba, con todo aprobado, solo superada por Hermione y empatada con Draco. A pesar de que mis amigos se habían olvidado de los resultados, todos aprobaron con buenas notas, aunque a Blaise le había costado solo un poco más. 

  El último día en el castillo, a todos nos llegaron notas junto al desayuno, donde nos advertían sobre utilizar la magia durante las vacaciones. No es necesario aclarar que todos se lo tomaron con suma seriedad, a excepción de los gemelos Weasley. <<Ojalá un día se olviden de darnos estas notas>> dijo George a mi oído, lo cual me puso nerviosa sin razón alguna e hizo que se riera de mi cabello rosa. Genial.

  Los de primer año volvimos a la estación como llegamos, en bote, pero junto a todo nuestro equipaje. Una vez en el tren, nos encerramos en un compartimento, solo los cuatro, para disfrutar nuestras últimas horas juntos antes de las vacaciones. Poco a poco se acabaron las grageas, las ranas de chocolate y el jugo de calabaza, por lo que decidí dar un paseo por el vagón de Slytherin con la excusa de ir al baño. Los muchachos seguían un poco molestos por la copa de las casas, pero al menos se alegran de que siga viva.

-- Hey, gorilas -- saludé a Crabbe y Goyle, que inmediatamente salieron a vigilar la puerta cuando entré en el compartimento de mis amigos serpientes.

-- Te hacen más caso que a nosotros -- bromeó Blaise, mientras me sentaba junto a mi primo y recostaba la cabeza en su hombro.

-- Es porque les asusta su cabello -- le siguió Theo, quien estaba a su lado.

-- Ja, ja, muy gracioso, Nott -- repliqué.

-- Andrea, deberías venir a mi casa durante el verano. Así podemos vernos más, fuera del colegio -- sugirió Draco.

-- Es buena idea, pero tengo que hablar con mi tía primero. Dudo que le agrede la idea -- murmuré lo último más para mí, pero creo que Draco me escuchó, pues se tensó luego de que dije eso.

-- Ay, los voy a extrañar como no tienen idea, chicos -- lloriqueó Blaise, antes de tirarse entre nosotros y arrastrando a Theo con él, uniéndonos en un abrazo. 

-- Suéltame, Zabini -- chilló Draco, ya que lo estaban aplastando.

-- Sí, por favor. Nos vamos a ver todo el verano, Blaise -- secundó Theo.

-- Está bien, solo quería otro abrazo -- dijo Blaise, levantándose como si nada hubiese pasado. 

  Estuve unos minutos más con ellos, pero salí para volver a mi lugar antes de que los demás sospecharan de mi larga ida al baño. Cuando estaba cerca de nuestro compartimento, choqué con alguien, aunque sin caerme esta vez.

-- ¿Otra vez caminando sin ver, Sofi? -- otra vez esa voz gruesa y dulce, acompañada de unos igualmente dulces ojos color miel.

-- Parece que solo pasa contigo, Cedric.

-- Sí, pues deberíamos encontrarnos de una manera que no involucre tus tropiezos. Tal vez podamos estudiar juntos el próximo año -- sugirió con una sonrisa --, aunque no te hace falta mi ayuda, escuché que eres la segunda de tu clase.

-- Así es, pero igual pensaré en tu oferta -- contesté sonriendo, este chico hace que todo a su alrededor brille y sea más lindo --. Me alegró verte antes de bajar del tren.

-- Igual a mí, también me alegró saber que estabas bien luego de lo que pasó en el castillo, pero no pude hablarte porque...

-- ¡Sofia! -- me llamó Harry, asomando su cara molesta por la puerta del compartimento --. Ya vamos a llegar, apúrate.

  Su tono de voz, al igual que su rostro, era de fastidio. Supongo que Cedric aún no le cae bien, pero no tiene por qué ser tan molesto, menos cuando estoy hablando con alguien. Tampoco es justo que Ron y Hermione lo apoyen, desde aquí los puedo ver asomados detrás de Harry con la misma expresión.

-- Bueno, supongo que ya es hora de irnos -- dijo Cedric, iniciando la despedida --. Espero que tengas buenas vacaciones, Sofi -- me deseó, extendiendo su mano para que la estrechara.

-- Adiós, Diggory -- estreché su mano, dedicándole una sonrisa, y continué caminando hacia el compartimento donde me esperaban mis amigos.

  Cuando cerramos la puerta, lo primero que escuché no fue la voz de Harry (sorprendente), si no un chillido de Hermione. Todos volteamos sorprendidos a verla: estaba sonriente y roja.

-- ¡Cedric Diggory te dio la mano y te deseó buenas vacaciones! -- continuó chillando. Ahora Ron también estaba molesto.

-- Sí, ¿y? -- respondió Harry por mí, que todavía estaba impactada por la reacción de Hermione.

-- ¡Es Cedric Diggory! -- volvió a decir como si se explicara solo con eso, por lo que agregó: -- Es el chico más lindo de todo el castillo y va en cuarto, es increíble que te sonría así -- dijo esto último mirándome, sentí como mi cara y mi cabello se ponían rosados.

-- ¿Verdad que sonríe lindo? -- fue lo único que logré decir, haciendo que los muchachos se molestaran más, aunque no pudieron manifestarlo pues llegamos a King Cross.

  Recogimos rápidamente nuestras cosas y mascotas, pero nos costó un tiempo salir del andén, pues había un guardia muy viejo al otro lado del andén, asegurándose de que salgamos de dos en dos o de  tres en tres, para no llamar la atención de los muggles. Mientras esperábamos, Ron nos invitó a pasar el verano con él, cosa que a Harry le pareció maravillosa para escapar de sus tíos, pero Hermione y yo dijimos que debíamos hablar con nuestros padres. Igualmente, muchas personas se despedían de mi primo, probando que sigue siendo el mismo famoso Harry Potter.

  Salimos primero nosotras y esperamos a los chicos, e inmediatamente vimos a una pequeña pelirroja saltando de la emoción, iba junto a una señora aún más pelirroja. Según tengo entendido, es la Sra. Weasley y su hija menor, Ginny. Pero la niña no señalaba a su hermano, si no a mi primo, y parecía emocionarse según nos acercábamos más.

-- ¿Un año movido? -- nos preguntó la Sra. Weasley. Harry fue quien respondió, hasta que apareció un hombre gigante, gordo, de cara morada y furiosa, adornada de un horrible bigote.

-- ¿Ya estás listo? -- preguntó el hombre a Harry, pero parecía más una mezcla de súplica y orden a la vez. Supongo que él debe ser el tío Vernon, en ese caso, la mujer que se encuentra detrás suyo es la tía Petunía, su esposa y hermana de mi mamá. Ella y el niño a su lado parecían aterrados, expresión que se agravó cuando conectamos miradas, creo que incluso palideció.

-- ¡Usted debe de ser de la familia de Harry! -- dijo la Sra. Weasley, pero yo seguía en un duelo de miradas con la hermana mayor de mi mamá.

-- Por decirlo así -- le contestó tío Vernon --. Date prisa, muchacho, no tenemos todo el día -- dio la vuelta para irse, pero notó la palidez de su esposa, por lo que siguió su mirada y se encontró con la mía, asustándose también. No dijo nada más, solo volvió con su familia hacia la puerta de la estación.

-- Creo que los espantaste, parecía que vieron un fantasma -- se burló Harry --. Nos veremos durante el verano, entonces.

-- Espero que... que tengas unas buenas vacaciones -- dijo Hermione, mirando junto a Ron el camino por donde salió tío Vernon.

-- Oh, lo serán -- dijo Harry, con una sonrisa burlona que nos sorprendió --. Ellos no saben que no nos permiten utilizar magia en casa.

  Todos nos reímos, abrazamos a Harry una vez más y le deseamos suerte. Los papás de Hermione aún no llegaban, al igual que mis tíos, así que nos quedamos junto a la Sra. Weasley, que esperaba a sus otros hijos. Mientras, aprovechamos de conversar con ella, primero se presentó Hermione y luego yo.

-- Sofia Black -- dije extendiendo mi mano.

-- ¡Oh, cariño! -- exclamó la Sra. Weasley antes de abrazarme, haciendo que Ron se sonrojara de la vergüenza --. Con razón te me hacías familiar, eres idéntica a tu madre -- dijo al separarse, no pude evitar sonreír ante eso, me hacía sentir un poco más cerca de mamá.

-- ¿Conoció a mi madre? -- pregunté con ilusión.

-- Por supuesto, Marie y Lily eran muy queridas en todo el mundo mágico.

  Continuamos la charla, pero en pocos minutos llegaron los padres de Hermione por ella e inmediatamente llegaron mis tíos. Nos despedimos una última vez, mientras mis tíos saludaban a la Sra. Weasley y se presentaban con los padres de Hermione, para finalmente recibir ese abrazo de mi tía que tanto añoraba.