Capítulo 5

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Ya se acerca la hora de cenar, pero antes de que mi padre fuera a hacer la cena, me acerqué a la cocina a coger un paquete de taquitos de beicon y regresé a mi cuarto sin ser vista. Cuando entré en él, me encontré con que el cuervo ya no estaba.
-Jo, yo que le traía comida -pensé- espero que vuelva.
Dejé el paquete en la mesa y me senté en la cama para recoger las pinturas y el cuaderno. Guardé los lápices en los estuches, y cuando fui a cerrar el cuaderno me di cuenta de que en él había una nota escrita acompañada de una pluma.

Queriada Raven
Gracias por tratarme tan bien y limpiarme. Se que me ibas a traer algo para comer, pero tenía prisa y no podía quedarme por más tiempo. No te preocupes, volveré de nuevo a verte, aunque siempre estoy contigo.
-Tu pequeño Sebastian

No me lo podía creer, ¡¿el cuervo acababa de escribir?! ¿Y qué querría decir con "siempre estoy contigo", si era la primera vez que veía un cuervo? ¿Y como es que sabía mi nombre? Tenía varias dudas más, y no sabía si el cuervo me las podría resolver.
Tu pequeño Sebastian...
Sebastian...
Su nombre retumbó en mi mente.
Al parecer le gustó su nuevo nombre.

El cuervo de mi ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora