Octava parte.

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Había cambiado totalmente, sí... La llegada de Susana me había vuelto una persona diferente e hizo que pensara diferente frente a mi, e hizo que lograra quererme un poco más. Stefania notó el cambio, la verdad le molestaba que yo fuera tan "mi vida gira al rededor de hombres", me lo confesó tiempo después, y le entendía, ¿A quién le gusta estar de amiga con una "fácil"? O bueno... Eso pienso yo. Fue como un año y medio sin mucha amistad con ella, pero un excelente año al lado de Susana, y aprovecharé para comentar tambien la amistad de Manuela, muy buena amiga también, mas seria, pero buena amiga...

***

Comenzó un nuevo año, decidí cambiar de colegio, Estaba cansada de perder, y ese colegio Me tenía cansada... Concejo de Bello... Un muy buen colegio, menos exigente que el anterior, unos buenos maestros y compañeros... Aunque al principio no me entendía bien con todos, pero luego todo marchaba bien.

A principio de año Mateo se volvió a acercar a mi, como amigos, se suponía, pero al pasar de las semanas en su casa terminamos besándonos y teniendo intimidad... No lo volvimos a hacer y me alejé de él, me sentía incomoda y aunque me dice que fue un estúpido al dejarme nunca logró convencerme.

Entre febrero y marzo comencé a hablar mucho más con un joven del colegio del grado once, el cual ya conocía desde el año anterior, era súper chistoso, molestabamos mucho y nos contábamos cosas y así, un día decididimos encontrarnos como mas que amigos, pero no como un noviazgo, sólo queríamos... Placer, supongo... Y fueron así, varios meses, aprovechando que mi madre tenía que estudiar en la mañana, igual que mi hermano, y yo en la tarde. Para el segundo periodo escolar no llegamos a encontrarnos y sólo nos veíamos en clase, y nuestra amistad seguía igual... Pero sucedió algo, luego de cumplir casi un mes sin vernos, mi madre me aplicó una inyección de planificar, una muy buena, según el doctor; yo estaba tranquila, hasta el día que me llegó el periodo, fue algo extraño y doloroso... De mi había salido un pequeño feto de casi un mes... No sabía que hacer, estaba asustada y no dije nada, sólo me fui a acostar y me puse a llorar hasta quedar dormida... Había matado a mi hijo... Un hijo del cual no tenía conocimiento de tenerlo, pero así lo sentí... Yo, por no haberme hecho una prueba primero, lo maté...

Después de eso no comía bien y lloraba mucho, el joven de once siempre me acompañó durante ese tiempo, ninguno de los dos quería ser padres, pero si hubiera habido una posibilidad lo hubiéramos aceptado... No lo volvimos a hacer, no nos volvimos a encontrar y hasta el día de hoy, continuamos hablando.

*No les recomiendo abortar... Puede que un dolor físico y pase... Pero tu dolor emocional es lo peor y además puede que te dure por siempre...*

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