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[Sin editar]


Un nuevo día en la fantástica cafetería de mi abuelo. A quien voy a engañar, odio este trabajo. Es siempre lo mismo, nada nuevo.

-Mercedes me ha dicho que las aceitunas están en oferta en el supermercado de la esquina.

Y también toca escuchar los cotilleos y chismes de Magnólia.

-¿A sí? -Me hago el interesado, ya que me importa bastante poco el precio de las olivas.

-Sí, ¿no es genial?. -Muerde el croissant y mira el reloj dorado de su muñeca.- Jake, me temo que debo marcharme ya a casa.

-¿Ha pasado algo?- Pregunto confundido.

-Oh, no tranquilo. Pero Faith me está esperando en casa, dice que es algo importante. Algo de un chico.- Sonríe.

-Claro, dale recuerdos de mi parte.

Magnólia se levanta y se va por la puerta.

Estoy limpiando la mesa numero 5 cuando vuelve a sonar la campanilla de la entrada. Me giro para ver a quien debo atender ahora. Me cuelgo el trapo en el hombro y veo a la chica de ayer .

Por fin, ahora tengo la oportunidad de hablar con la chica nueva.

-A por ella tigre. - Dice alguien detrás de mi.

- ¿Qué?- Me doy la vuelta para encontrarme con mi abuelo apoyado en el mostrador de la caja.

-Se nota que te atrae. Y ahora, si me permites... ¡Jason! Ven a limpiar la mesa 3. - Grita hacia el camarero que se estaba acercando otra vez a la mesa de la chica.- De nada.- Susurra guiñándome el ojo.

Mi abuelo es genial.

Cojo la libreta y me acerco a la mesa 6. Por Dios, ella es mas bonita de cerca.

-Hola, me llamo Jake.


El último café.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora