Prólogo

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Cuando abrí los ojos me encontré con el rostro de mi hermana pequeña, Ana. Sus ojitos verdes me observaban esperando a que me acabará de espabilar .


-Ana, te he dicho mil veces que no entres en mi habitación sin llamar y menos que me despiertes


-Llamé muchas veces pero no me hacías caso, así que decidí entrar porque el otro día me prometiste llevarme al estreno de Los Goonies.



-Pero, ¿tiene que ser hoy? Ana, he quedado con Jake para ir a tomar algo, podemos ir la semana que viene el día que tú quieras.



Su rostro se enrojeció mucho, comenzando a llorar, la cogí en brazos y empezó a hablar.


-Pero...me lo dijiste, dijiste que esta semana me llevarías, me lo dijiste. Y ahora dices que has quedado con Jake, eso no vale no vale, es trampa.



Ana tan sólo tenía seis años y ya era la más rencorosa de la familia, su rostro se mostraba rojo, sus pequeños ojitos verdes estaban repletos de lágrimas, su pelo marrón largo se encontraba descolocado, cogí una goma y le hice una cola de caballo. Le seque el rostro con un pañuelo.


-Está bien, llamaré a Jake y cancelaré nuestro plan, pero dejame ponerme una ropa decente. Tú llama a mamá y dile que nos vamos a ver Los Goonies.



No tardó nada en secarse las lágrimas por completo y salir corriendo a por el teléfono. Cuando se marchó me dirigí a mi móvil y marqué a Jake, me salió el buzón de voz, preocupada decidí escribirle un mensaje pidiendo que me respondiese en cuanto lo viese. Cuando termine me quite el chándal y me puse unos vaqueros decentes junto a una camiseta corta donde se podía observar mi ombligo. Cogí las llaves y me dirigí a ver Los Goonies con mi hermana.


Al salir del cine mi hermana iba con una sonrisa de oreja a oreja. Nos dirijimos hacia el aparcamiento del cine, nos subimos al coche y pusimos rumbo hacia nuestra casa


-Eli, ¿te ha gustado la película?


-Sí, me ha gustado mucho.


-A mi también sobre todo esa parte ...



Desconecté de mi hermana durante un largo tiempo en lo que me contaba cual había sido su parte favorita, mientras lo hacía yo observaba la autopista de Londres. Vivíamos en uno de los mejores barrios de Londres desde que mi padre nos abandonó hace cinco años. Desde ese momento, mi madre tuvo que cargar con dos niñas de uno y doce años. En Londres fue donde conoció a mi actual padrastro, James. Compraron una casa a las afueras de Hackney



Llegamos a casa. Cuando mi hermana y yo entramos nos encontramos una imagen que nunca habíamos visto, mamá estaba en un sillón del salón llorando mientras James la abrazaba, con lágrimas en los ojos también. Mi hermana se dirigió a ella.


-Mami, si es porque no he recogido mi plato al comer, lo siento. No lo volveré a hacer pero no llores por favor


-Cariño, ve a jugar un rato con tus juguetes que nosotros tenemos que hablar con tu hermana.



Mi hermana se dirigió hacia su cuarto, mientras mi madre me miraba con cara de pena y mi padrastro intentaba no mirarme.


-Hola, cielo. -hablaba con miedo- Ha venido la policía a verte pero no estabas, ha pasado algo...-se quedó en silencio por unos segundos-Toqué con la mano los bolsillos, notando la forma del móvil y recordando los mensajes sin contestar que había dejado a mi novio-Jake ha tenido un accidente de coche, está en el hospital. Es grave.

Cuando todo comienzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora