Son aproximadamente las siete de la mañana ¡si de la mañana! Me levante temprano porque tengo que ir a la universidad a confirmar mi inscripción, A igual que Maddi solo que ella esta un año mas a delantada que yo, nos hemos puesto de acuerdo para ir juntas. Me vesti con unos jeans oscuros y camisa de cuadros y me maquillé. Tomo mi cartera y mis llaves.
Una vez estoy al frente de lo que se supone es la casa de Maddi me dispongo a llamarla por teléfono, mientras hago eso escucho que me tocan el vidrio del aunto, es Maddi. Quito el seguro y ella sube.
- Hola Jenni.- Dice Maddi mientras me saluda con un beso en la mejilla.
- Hola Mad.- Le digo.- ¿Vives tu solo en esa casota?- Le pregunto sorprendida ya que la casa es bastante grande.
- Como crees, vivo con mis padres. Ya se soy patética.- Dice Maddi, mientras se pone el cinturón de seguridad.- No veo la hora dé irme.
- Debería valorar más eso, no todos tienen esa suerte.- Cuando digo eso Maddi deja de hacer lo que estaba haciendo y me mira confundida.
- ¿Porqué dices eso Jennifer? ¿paso algo con tus padres?
- A ellos no le paso nada, pero ami si.- Me tengo que desahogar con otras personas que no sean mis abuelos.
- ¿Qué te pasó Jennifer? Dime, sabes que puedes confiar en mi. Yo no se lo dire a nadie.
- Mis padres me regalaron, a mis abuelos maternos.- Digo y mi vista se nubla, esto me duele.
- Lo siento mucho en serio.- Dice Maddi y pone su mano en mi hombro.
- Pues yo no.- Digo y arranco mi auto.- No los necesito, no los necesite y no los necesitaré. Si ellos no me quisieron yo tampoco lo haré.
- Es normal que te sientas así ¿y no sabes quienes son?
- Si sé, al menos recuerdo a mi mamá cuando era pequeña ya que me regalo cuando tenia ocho años, era muy joven y siempre me decía que me quería al igual que mi padre. Un día discutió con mi padre y me dijo que íbamos a visitar a la abuela, y a los dias de llegar me dejo allí, como una maleta.- Digo eso y por un segundo quito la mirada de la carretera y miro a Maddi que tienes los ojos llorones.- Ni siquiera de despidió de mí, solo se largo y nunca volvió a comunicarse.- Seco mis lagrimas con mis manos y miro a Maddi que tiene tambien algunas en su rostro.- ¡Pero ya! No llores.- Digo intentando reír.
- Es que tienes razón, las personas no valoran lo que tienen, y me incluyo.- Dice Maddi con una sonrisa forzada y seca sus lágrimas.
- Claro, aunque el amor que me falto de la parte de ellos, lo recibí de parte de mis abuelos.
- Me alegro mucho.- Dice Maddi y me un abrazo muy amistoso.- ¿Y no te gustaría encontrarlos?- Pregunta cuando se separa.
- No se no creo, si ellos no me han buscado ¿porque yo sí?- Digo y encojo mis hombros.
- ¿Como sabes que no han intentado comunicarse contigo?- Dice ella y me quedo perpleja.
- Pues eso supongo. No creo que mi abuela me haya ocultado algo así.
- Pues uno nunca sabes Jenni.- Dice Maddi negando con la cabeza.
- Me costaría mucho creer eso. Además igual como fue a dejarme allá pudo a ver ido a buscarme.- Le digo y ella me mira.
- De igual manera deberías por lo menos intentarlo.
- No lo sé, Maddi no se si yo les importo a ellos.
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Una vez más.
Novela JuvenilUna vez más. "Dicen que los seres humanos fuimos creados originalmente con cuatro brazos, cuatro piernas y una cabeza con dos caras y que ante el temor de su poder, Zeus los dividió en dos seres separado, condenándolos a pasar sus vidas enteras en...