Alumno más querido

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El sol comenzaba a ponerse a lo lejos. EL color naranja inundaba toda la aldea y la gente comenzaba a irse a sus casas para cenar temprano y hacer que sus niños descansasen para el siguiente día en la academia ninja de Konoha.


– Ese viejo... – Boruto se mecía en uno de los columpios cercanos a la academia– ¡ARG! 

– ¿Boruto? – Una voz conocida, sacó al joven Uzumaki de sus rabietas– 

– ¿Ah? Iruka-Jiisan 

– ¿Qué te sucede? ¿Por que estas solo? 

– ¡Hm! El estúpido de mi Viejo volvió a olvidarse de mi...

– Ya veo. El es...

– ¡Ya lo se! ¡Se que es el "hokage"! ¡Pero no le quita la responsabilidad de ser im padre!


Iruka se sorprendió al escuchar las palabras de Boruto. Sintió cierta nostalgia y le sonrió tiernamente.

– Ah, tienes razón Boruto. Naruto a veces es un cabeza hueca.

Boruto lo observó y también se sorprendió, todos le reñían después de insultar al Hokage, pero Iruka simplemente le había sonreído y ¡Le había dado la razón! Además, le llamaba "Naruto" como si el titulo de Hokage no significara gran cosa.

– Ese muchacho a veces se comporta como un atolondrado que solo le interesa comer Ramen.

– Es... ¡Es cierto! ¡Yo solo quiero pasar mas tiempo con el! ¡Es mi padre después de todo!

Boruto se había dejado llevar por la sinceridad del momento y "abrió la boca" demás. Se sonrojo y miró a Iruka esperando una burla de su parte.

– Vamos. – Le dijo el mayor–

Boruto no paraba de sorprenderse.

– A.. ¿A dónde?

– ¿Te gusta el Ramen?

– No es mi comida predilecta... – Su estomago comenzó a gruñir y volvió a sonrojarse – Pero, si quieres... te acompaño.

Iruka le sonrió y juntos llegaron con Ichiraku.


Ambos se sentaron frente a frente y cuando tuvieron el plato frente suyo comenzaron a comer.


– ¡Itadakimasu! – dijeron al unisono y no pasaron muchos segundos, cuando Boruto comenzó a devorar el plato-

– ¿Sabes Boruto?... – Iruka comenzó a hablar mientras el rubio comía a toda prisa– Cuando aún era maestro de la academia; había un chico muy... como diría Shikamaru Nara, "Muy problemático".

Boruto sorbió de su plato y siguió comiendo prestandole atención.

– Ese chico pasaba su rato haciendo travesuras, pintando las cabezas de piedra de los hokages y siendo regañado por todos, inclusive la mayoría de los aldeanos no lo querían cerca. Sin embargo, ese chico quiso esforzarse por ser reconocido. Incluso yo, yo quise que desapareciera de esta aldea.

–"¿De quien esta hablando Iruka Jiisan?" – Se preguntó el rubio

–Llegue a culparle por la muerte de mis padres. Sin embargo, gracias a la guía del Tercero y también compartiendo mi soledad con ese chico, me di cuenta que no era la persona que todos creían que era.

– Iruka Jii-san. Cuando dices soledad...

– Ah, si, el también perdió a sus padres el mismo día que yo. La mayoría le culpaba por haber perdido a alguien el mismo día en que nació. El nunca se dio por vencido. El demostró a la aldea entera que podíamos confiar en el. Me enseñó que las personas no deben ser juzgadas solo por lo que los demás impongan de ellos.

Boruto se cruzó de brazos y cerro los ojos en forma pensativa. Iruka lo observo y por un segundo vislumbro a Naruto cuando era pequeño y aun no obtenía su bandana de ninja.

– Pero, ¿Que pudo hacer ese chico si todo el mundo lo detestaba?

– Nunca se dio por vencido, hizo lo correcto y trató de guiar a las personas haciendo que siguieran sus sueños. El día que ese chico se graduó de la academia. Puedo decir, que yo también me gradué del dolor y la soledad que vine cargando sin razón. He tratado de compartir con el su soledad. Incluso, lo llego a ver como un hijo para mi, respetando siempre a su difunto padre. Sus logros y sus fracasos. Su dicha y su tristeza tratando de apoyarlo siempre. El comenzó a ejercer su camino ninja para convertirse en...

– ¡¡¡WUA!!! – Un rayo rubio con estela blanca se colocó en la mesa donde Boruto e Iruka cenaban

– ¡¡NARUTO!! – grito Iruka– ¿Que diablos te pasa interrumpiendo de esta manera!

– ¡Lo siento Iruka Sensei! ¿Por que no me esperaste Boruto? Yo también quería Ramen – Sollozó el Hokage–

Iruka le golpeo en la cabeza

– ¡¡Itttteee!!! – gritó el rubio mayor mientras Boruto observaba atónito– ¿Por que lo hizo Sensei?

– ¿Por que abandonaste a Boruto?

– ¡No lo abandone! ¡Sabes que hay mucho trabajo Sensei!

– ¡Eso no te quita responsabilidad baka!

– Lo.. lo siento sensei... Boruto...

El pequeño Uzumaki lo miró aún mas atónito si se pudiese, Iruka Jii-San estaba regañando a su padre, ¡AL MISMISIMO HOKAGE!

– Hijo, yo... ¡Lo siento de veras!

Boruto se sonrojo y siguió comiendo de su ramen.

Al finalizar Naruto se despidió de Iruka y se fue con Boruto a casa.

En el camino Naruto se atrevió a romper el hielo

– Boruto, en verdad lo siento. Se que es mi culpa. Shikamaru en verdad es de ayuda, pero hay asuntos que solo el líder de la aldea debe resolver.

– Tienes suerte de que Iruka Jiisan viniera. ¿Que tal si me hubiera ido con cualquiera y ahora estuviera muerto?

– No digas eso, cuando me entere que Iruka Sensei estaba contigo me sentí mas aliviado aún.

–¿ A que te refieres viejo?

– Yo veo a Iruka Sensei como un padre para mi.

Boruto abrió los ojos y se detuvo mientras veía a su padre caminar lentamente por delante

–¿Como un padre?

– Si, gracias a el logre superar una etapa difícil de mi vida. El fue la primer persona que me reconoció como alumno, ninja y amigo.

Boruto se quedo callado. Sabía que su padre había tenido problemas de niño y que sus abuelos Minato y Kushina habían fallecido cuando era un bebe sin embargo, nunca paso por su cabeza que aquel del que Iruka hablaba era su padre.

– ¿Sucede algo Boruto?

– No... – el pequeño rubio miro al suelo con algo de pena–

Sintió como unas manos fuertes lo tomaban por debajo de los brazos y lo alzaban para colocarlo sobre los hombros de quien lo había alzado

– Se que cometo errores Boruto, pero siempre podrás contar conmigo. ¿Vale?

Boruto no contesto pero se abrazo a la cabeza de su progenitor para poder mantenerse arriba y no caer y también para aferrarse a esa promesa.

– Tu madre y Himawari-chan nos están esperando.

A lo lejos Iruka los observaba.

– Iruka..

– Ichiraku san.

– Los años pasan bastante rápido ¿ne?

– Si. – Iruka sonrió

– Pudiera ser que te sientes como un padre orgulloso.

– Naruto tiene un padre. Minato San, el cuarto hokage. Lo sabes Ichiraku-San

– Tienes razón, entonces...

– El es mi alumno más querido...


Ambos sonrieron e Iruka se despidió para dirigirse a su hogar.

¡Tu me amas! NO ¡Tu me amas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora