Gorda

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– "Gorda, Gorda, Gorda, Gorda...  ¡USH!

Esos eran los pensamientos de ChoCho Akimichi mientras caminaba por las calles de Konoha.

– "Cuando vi a mi padre tan delgado, tan atlético y tan varonil... ¡¿Por que no me enseña ese maldito Jutsu?! Seguramente todos mis problemas se terminarían... "

Los ojos de la chica comenzaron a humedecerse, una lágrima solitaria rodo por su mejilla y recordó todas aquellas burlas de sus compañeros de clases.


Cuando niños no la invitaban a jugar.

– ¡No! Si ChoCho nos cae encima ¡Nos va a aplastar!

– Es cierto, no la junten


Cuando por primera vez, se declaro ante un chico

– Eres una persona muy linda, pero, veraz, tu figura... tu figura no va con mi imagen. Lo siento...





– ¡ARG! ¡Basta! Me pondré a dieta. Si esto sigue así, me quedare sola.

Su determinación no fue ignorada por un chico de ojos color dorado y piel pálida que caminaba sobre el tejado de un edificio cerca a la Akimichi.


ChoCho caminó y sin querer se encontró en la calle de sus restaurantes y puestos de comida favoritos.

– Esto es una prueba...  – Se dijo en voz baja y  con paso firme se adentró a esa calle...


– Parece divertido... – Mitsuki había seguido a la chica de cabello cobre muy de cerca sin que esta se diese cuenta.


El la observó, sus gestos, sus acciones, su fuerte deseo de pasar sin hacerle caso a todo lo que la hacia feliz. Se extraño y se preocupo ya que al final de la calle, ella lucía cabizbaja y triste.


– Lo... logre... – Un par de lagrimas se escaparon de sus ojos sin querer – ¿Por que estoy llorando?

– Será por que tu no puedes vivir sin disfrutar de las delicias que se te ofrecen.


ChoCho se congeló.

– ¡Mitsuki...!

– Hola – El chico le sonrió tiernamente y se colocó a su altura – ¿Sabes? Las lagrimas no te van – Y con uno de sus dedos limpio una de las gotas saladas del rostro de la morena –


Chocho se sonrojo intempestivamente pero se puso a la defensiva

– Tú ..¡Tú no entiendes!  – Le gritó y salió corriendo de allí –


Mtsuki la siguió con la mirada y se llevó  el dedo con aquella lágrima a sus labios


¿Que acababa de pasar?... Mitsuki se le haba "aparecido" y le dijo que no podría vivir sin disfrutar de las delicias... –  "Claro, como el no es Gordo... el es delgado y atractivo". –pensó

La morena se sentó en una banca cerca de las puertas de la ciudad. Recogió sus piernas a su pecho y las abrazó escondiendo su rostro. Algunas gotas de lluvia comenzaron a caer y se sintió mas miserable sin embargo, en un instante, ya no sintió la lluvia en su cuerpo.

Le pareció extraño, escuchaba que la lluvia comenzaba a caer mas fuerte pero ninguna gota la tocaba. Abrió los ojos y levantó el rostro. Efectivamente, seguía lloviendo cada vez mas fuerte pero había algo que no permitía que se siguiera mojando.

– ¿Lo vez? Si te pones triste, llueve.

La morena se sonrojo de nuevo. Mitsuki la había seguido y sostenía un enorme paraguas que cubría de ambos

– No deberías negarte de lo que te hace feliz

– No lo entiendes...

– Tal vez de la manera en que tu lo vez, no, no lo entiendo.

– Tu no tienes ningún complejo por tu aspecto físico.

– ¿Eso es un problema para ti? ¿El como te ves?

– Lo es cuando por este aspecto te rechazan, te discriminan y te apodan "la gorda" "la albondiga"... ¿Por que te digo esto?

– Tal vez por que necesitas exteriorizarlo de una vez por todas.

– Si, claro...  – le respondió sarcásticamente –

– ¿Tu aspecto te impide pelear?

– ¿Pelear?

– ¿Tu aspecto te impide tener amigos como Inojin, Shikadai o Sarada-chan? ¿Tener maestros tan grandiosos como Mirai-Sensei?

– Yo.. no...

– No me digas que eres de esas chicas superficiales que aman verse en los espejos y se emboban por chicos vacíos.

– ¡Claro que no!

– Muy bien... por que a mi, me gustas tal cual eres.


La lluvia siguió mientras Chocho observaba aquella sonrisa amable y mientras olía la tierra mojada le devolvió la sonrisa.

–"Tal vez... ser gorda no sea tan malo, al menos por ahora"

Pensó...

¡Tu me amas! NO ¡Tu me amas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora