Capitulo 1: Una Extraña Isla Y Una Extraña Chica

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Ya basta... Me haces cosquillas jeje... Cinco minutitos mas... ¡Auch! ¡Auch! ¡HEY! ¡¿PERO QUE MIER...

Abrí los ojos solo para ver el deslumbrante sol y una gaviota picando mi frente como si de un pescado se tratase...

-¡Chu! ¡Fuera de aquí!- Me la quite de encima y me puse de pie, estaba en la costa de una gran isla, o al menos eso creía pues veía todo borroso.

-Genial donde diablos están mis lentes... ¿Yo uso lentes? ¡¿Quien soy yo?!- Me toque la cara y voltee hacia mi sombra pues no reconocía ni como era mi aspecto, -Bueno soy un chico de alrededor de 17 años, mi cabello es castaño y un poco largo ademas parezco estar en una mala pero no tan mórbida condición física- asentí

No se por que había perdido la memoria, ¿había sufrido un naufragio? Era lo mas probable pero no veía ningún resto de barco u avión por la zona, ni siquiera en el mar. Solo estaba la costa que se extendía de lado a lado, y detrás de mi palmeras y uno que otro árbol que daban comienzo a una gran y oscura zona boscosa que no lograba apreciar bien a falta de gafas, las gaviotas revoloteaban en el cielo y yo parecía ser su pescado... Esas cosas saben pescar ¿no? ¿Si tanta hambre tienen por que no se adentran al mar?

Me dispuse a caminar por la costa, podría encontrar algo de agua o alguna otra cosa interesante, Estaba sediento y el caluroso sol no ayudaba. Llevaba un pantalón cafe de esos que tienen muchas bolsas y una playera roja de manga larga, estaba descalzo y aun así caminaba por la caliente arena esperando enconara algo, algún rastro que me de una idea del porque estoy ahí.

-¡Al carajo!- mas temprano que tarde decidí que me daría un chapuzón, pues estaba sudando y no veía nada interesante por toda la playa... Bueno... Prácticamente no veía... Ya me entienden... Me saque la calurosa playera y me adentre al mar, sentí un gran placer cuando mis pies fueron tocados por la refrescante agua de la marea que subía y bajaba, y estaba listo para adentrarme mas cuando de repente...

-¿¡Holaaaa!? ¿¡Hay alguien ahí!?- Una voz femenina se escuchaba desde lo lejos en un extremo de la costa, me emocione y salí corriendo hacia ella. Me lleno de esperanza haber escuchado una voz que no fuera la mía en esa solitaria isla, ¡Por fin! Después de tanto caminar... Sabia que encontraría alguna pista, y que mejor pista que encontrarme con otra persona. La alcanzaba a ver con mi borrosa percepción, la silueta de una chica gritando, buscando a alguien con desesperación. Y justo cuando me acerque lo suficiente, esta saco de su espalda un gran palo de madera y lo arremato contra mi cara...

Lo se era de esperarse...

Abrí los ojos y lo primero que veo es el atardecer en la costa, los últimos rayos de la luz del día, y una gaviota picando mi frente... Otra vez

-¿Eh?- Me di cuenta de que estaba colgado de un pie en un árbol un poco cerca de la zona boscosa y la misteriosa chica estaba sentada en un tronco cerca de una caliente fogata en la costa.

Esta estaba comiendo una pierna de pollo... Bueno de gaviota supongo, y tras darle una gran mordida (que lo hacia con maldad por que sabia que yo también tenia mucha hambre por el como me rugían las tripas) se limpiaba la boca con una prenda roja, que por supuesto era mi playera.

-¡Oye tu eso es mío! ¡Y dame algo de pollo!- le reclame.

En respuesta me arrojo el hueso de su comida en la cara, este se callo obviamente pero se me habían quedado migajas de pollo en la mejilla... Así que lo probé con la lengua

Un Muelle Lejos De AquiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora