Capitulo 6: La Nueva Generación

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Un mes después...

-¡Date prisa ¿quieres? Pronto anochecerá!- Grito Chell, como siempre dando ordenes y planeando las cosas.

-¡Hago lo mejor que puedo! ¡No me vendría mal una ayuda con esto!- Respondí mientras caminaba hacia el muelle con el hombro cargado de madera, y otras cosas como una soga y un hacha improvisada (que había construido con un tubo viejo que me encontré y una piedra).

Respecto al muelle... No nos había quedado tan perfecto, aun era corto y tenia varios puntos flojos, pero era lo suficientemente resistente como para no tirarnos al mar.

En las instrucciones que venían dentro de la botella especificaban como construirlo paso a paso, pero los primeros puntos eran cosas complicadas como clavar los palos de madera en la arena dentro del agua (pues estos serian la base para que el muelle se mantuviera en la superficie), pero teniendo cuidado de no adentrarnos demasiado y hacerlo solo de día para evitar a las fieras.

El manual también especificaba que tendríamos que construir una estructura en la cual pasar las noches, y de eso se estaba haciendo cargo Chell.

-Bueno... Creo que lo logre, por lo menos aquí podremos pasar una noche.- dijo Chell en un intento de no menospreciar la tienda de acampar que había construido con un gran trozo de tela y algunos palos de madera.

-Seh esta cosa apenas y puede mantenerse en pie...- dije menospreciando la tienda.

-¿Y quien dijo que era para ti?-

-¿Que?, no me dejaras durmiendo acá en el frío ¿verdad?-

-¡Si!- grito Chell mientras se encerraba en esa tienda de acampar, con cobijas que ella misma había encontrado en quien sabe donde.

-Ah ¿Si? Pues... ¡Yo dormiré en la costa!-

-¡Ya hay un gritador muy cerca, te matara en cuanto de quedes dormido!-

-¡Pues me desharé de el!-

-Lo mataremos mañana, ya sabes las reglas...-

Decidí quedarme callado y apreciar por un momento el paisaje que había a mi alrededor. Era una noche hermosa con una brisa muy agradable, y aunque hacia frío el momento era muy disfrutable, el mar estaba demasiado tranquilo, y ni se diga el cielo. Las estrellas lucían como nunca, juraría que podía reconocer las constelaciones tal y como las representan, con su respectivo animal o figura (aunque solo reconocía la osa mayor).

-Okey ven aquí, no soy tan mala- dijo Chell resignada desde la tienda.

-Jaja sabia que me dejarías entrar- dije mientras me dirigía hacia ella.

Dentro de esta solo había una cobija en el suelo en la cual Chell ya estaba acostada, ocupaba una gran parte y aunque no era un sitio cómodo, pues el tamaño era muy limitado, si que se sentia un ambiente agradable, después de todo era una tienda improvisada.

-Bueno, aquí solo hay una simple regla... Ese es tu espacio y este el mío, si te atreves a poner un dedo acá te largas ¿okey?- Dijo Chell mientras ponía un palo de madera en la mitad de la cobija.

-¡Oye pero tu espacio es mas grande que ele mío!- reclame por la posición en que había colocado ese palo.

-¿Quieres dormir aquí? Si o no.-

-Shi- dije resignado.

Y ahí estábamos, acostados, lado a lado con la mirada perdida hacia arriba, mientras escuchábamos el sonido el mar, pensando.

-¿Y si todo esto es una especie de reality para la televisión?- dije con el fin de sacar platica.

-Ya duérmete, es noche.- dijo Chell mientras se acurrucaba de lado lista para dormir.

-A estas alturas ¿a cuantos metros crees que este ese gritador?-

-No nos sorprenderá, ya hice las cuentas, lo podremos matar mañana en la mañana en cuanto deje de caminar.- contesto Chell casi bostezando.

-¿Crees que sigan vivos?-

-¿Quienes?-

-Los otros cuatro de nuestra generación... En la nota decía que aparecemos siempre seis personas.-

-Si... Seguro ellos están bien... ya luego los encontraremos, pero ya duérmete.-

-Mmm... ¿Crees que pueda tener un poco mas de espacio?-

-No cruces la linea, te lo advierto.-

-Ok ok...-

-(...)-

-¿Tienes sueño?-

-¡¡¡YA DUERMETE MUD!!!-

-Okey okey okey ya me dormí...-

Los primeros rayos del sol entraban por la abertura de la tienda de acampar en la que pasamos la noche, se escuchaban los aleteos de las gaviotas en el aire, en busca de comida, y parecíamos estar a salvo de los gritadores, en toda la noche no llego ni uno solo hasta nosotros, solo se acercaron un poco y salieron mas de los bosques. Si que son lentos...

Estábamos casi abrazados, le tenia mi pierna encima y mis brazos casi la rodeaban, ella tenia su brazo en mi pecho flexionado con la mano hacia mi mejilla, el palo que se supone era la división de nuestros lugares había quedado fuera de la tienda, tal parece que hacia tanto frío anoche que decidimos abrazarnos uno con el otro para crear calor, y si me lo preguntan... Yo dormí muy bien. Lastima que...

-¡¿A donde me llevas?!- grite con desesperación mientras Chell me arrastraba de la playera.

Caí a la fría agua del océano gracias a su fuerte patada y movimientos con "maña".

-¡Te dije que no pasaras de tu lado anoche!- grito Chell con rabia.

-¡Estas loca! ¿Por que me arrojaste al mar? Ademas ¡tu me abrasaste a mi!-

-¡Eso no es cierto!-

-¡Nos abrazamos al mismo tiempo! ¿Si?-

-No te creo ni una sola...

-¡Auxilio!- Un grito proveniente de los bosques interrumpió nuestra discusión.

-Shh, ¿escuchaste eso?- dijo Chell mientras volteaba hacia el bosque en busca de ver mas que gritadores temblando.

-No, no escuche nada... Estoy tan ocupado intentando mantenerme a flote que... ¿Chell? ¡Chell ¿a donde vas?!- Grite mientras Chell habia salido corriendo del lugar...

Chell ya no estaba mas en el muelle, al principio pensé que se iría a echar un vistazo y enseguida volvería para ayudarme a salir del agua. Pero no fue así, había salido corriendo hacia el bosque que es de donde provino ese grito... Y a mi no me quedaba de otra que nadar de regreso hasta la costa, pues no había manera de subir al muelle desde ahí.

-Tengo que construir unas escaleras por si llegamos a caer al agua... O mejor aun poner barandales alrededor del muelle para evitar caernos- pensé.

Me dedique a nadar hacia la costa, mientras gritaba el nombre de Chell, tenia la esperanza de que esta siguiera en el muelle y solo me estuviese haciendo una mala broma... Pero no era así. Se había ido.

En cuanto llegue a la costa me di cuenta de lo mucho que tuvo que maniobrar, pues habían demasiados Gritadores, mirándome.

-¡Diablos!- aunque tenia miedo de pasar cerca de ellos, me importaba mas ir tras ella, pues de todas formas estaban ahí sus huellas.

Sabia perfectamente a donde ir para re-encontrarme con Chell.

Así que tome una lanza y sin pensarlo dos veces, partí hacia los bosques...

Un Muelle Lejos De AquiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora