La Aventura De Mi Vida ||Pausada y Editando||

Capitulo 14: "La puerta"

Para mañana tengo un único objetivo, pienso ya acostada en mi cama, encontrar las cartas.
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Me despierto por un leve zarandeo seguido de una bocina tremenda.
-¡¡¡Marhew!!!- le grito "enojada". Y escucho unas risas de niña.-¡¿Ornella?!
-Jajajajaja.-se empieza a reir-¡Hubieras visto tu cara!
-Andá abajo que yo ya voy.
-Ok.
Voy al baño, me dejo el pijama puesto y bajo las escaleras. Cuando lo estoy por hacer me doy cuenta de que los colores de las puertas representan a Slytherin de verde y a Gryffindor la puerta color rojo.
Ahora si bajo hacia el comedor y desayunamos todos juntos. Ahora que se que acá vive Dobby supongo que el hizo el desyuno.
-¡Voy a salir! -grito para que alguien escuche y salgo por la puerta dirigiendome a la cancha que fuí aller y les cerré la boca a esos tontos.
Llego y ¡Sorpresa! Ellos estaban llegando. Corro rápido hacia la cancha para poder jugar SOLA y tranquila pero no creo que eso sea posible.
Llego primero, pero ellos son muchos ya que vienen con un montón de chicos más.
-¿Qué hace ella acá de nuevo?-le pregunta un rubio a su amigo peliazul. El encoje sus hombros y se acerca mí.
-Ey, salí enana, es nuestra cancha.
-¿Ah si? ¿Quién lo dice?
-Nosotros. -me encojo de brazos en señal de que no me importa y sigo jugando. Un tiro rebota y él agarra la pelota.
-Damela.
-Si no salís, no.-se me ocurre algo más que creo va a ser divertido, al menos para mi...
-Me la das, y juego un partido en equipo con ustedes.- los demás se empiezan a reir pero se callan cuando ven a su amigo asentir.
-Si tu equipo gana, puedes venir cuando quieras pero si no ganan, no pisas la cancha ni una vez más. Elige tu equipo.-miro a todos atentamente y hay uno o dos que estan bastante bien... si, exactamente para jugar Pff.
Hago un plan malevolo y llamo al mas debilucho. Todos se ríen de mi decisión y él se pone atrás mío.
-¿Segura?-me pregunta el peliazul. Asiento y el elige a el que estaba jugando ayer con el.
Me vuelvo a fijar en el grupo y hay uno con cara de "esta no está nada mal" y lo llamo.
-Soy Zach.
-No importa, andá atrás.
Así seguimos eligiendo y quedamos con uno menos por lo tanto ellos dicen que empezamos primero.
La verdad es que su equipo es mejor pero el mío tiene algo que ellos seguramente no: una chica y muchos adolecentes hormonales que incluso podría hasta parecerles linda una planta.
Saco del medio, se la paso a uno de mi equipo corro hasta la otra punta de la cancha me la devuelve y meto dos puntos por la distancia.
Así pasa todo el jugo, terminamos ganando por un solo punto, además se ve que elegí a un buen "actor" que se tiró al piso y simuló una caída.
Cuando el estaba por tirar al aro se dió vuelta y me dijo:
-Tira, es tu equipo.
Tiré y la encesté.
-Bien... vuelve cuando quieras. Un trato es un trato- responde el de pelo azul de muy mala gana.
Cuando estoy por irme me alcanza el "actor".
-Hola no me presenté, mi nombre es Max y estoy seguro que no sos de acá. -Correcto soy argentina. ¿Pero cómo lo supiste?
-Fácil, hay muy pocas de acá que no se preocupen tanto por su apariencia física.
-¿Gracias?-me sonríe. Es morocho con cabello marron corto y ojos brillosos del mismo color.-Yo soy Leilani-le digo extendiendo la mano de manera de saludo y el la estrecha.
Seguimos caminando hasta mi casa y me saluda desde la calle con la mano, le respondo el saludo y entro.
-¡Ewww! ¡Estás toda transpirada Lani!
-Eso pasa cuando corres Matt-le digo pasándolo de largo.
-¿Qué estuviste haciendo?
-Basket con unos "Amigos"-le comento haciendo comillas con los dedos en la última palabra.
Me voy a bañar, me pongo el pijama y bajo a cenar.
-¿Por qué cada vez que te veo estás en pijama?-me pregunta mi tío y nos reimos a la vez.
La cena estaba riquísima pero esta vez comimos pescado con limon y algo más que no se que era.
-Me voy a dormir.- les digo fingiendo un bostezo. Me voy a mi habitación cómo todos los demás. Cuando Ornella ya está dormida y las luces apagadas salgo de mi cama y voy al primer piso, iba a empezar en el tercero pero por las dudas no, podría estar mi tío leyendo.
Voy abriendo todas las puertas y cajones esperando encontrar las cartas pero no están abajo.
Subo al seguno piso y sólo están la biblioteca y las puertas de las habitaciónes. En el tercer piso seguro que no porque no había ni muebles casi, ¿donde están?
Me siento vencida contra la biblioteca preocurando no tirar nada pero es imposible y se me caen dos libros haciendo mucho ruido.
-Shhh.-les chisto a los libros, lo cual hace que Matt salga de su habitacion.
-Lani, ¿qué buscas?-me dice divertido.
-Nada importante.
-Creo que lo que buscas es algo de papel bastante importante. Yo también las quiero- susurra emocionado.
-¿Cómo lo sabes?
-Los escuché ayer. Mirá eso- me susurra impresionado. Señalando la quinta estantería que está a la altura de mis costillas.
Me acerco y veo que en el lugar del libro que se cayó hay una especie de manija dorada, quito el libro de al lado y efectivamente era una manija de oro.
Hacemos un baile de la victoria y entramos a esa habitación.
Está bastante oscuro pero por lo que se ve gracias a la luz de la luna, hay en el centro del salón una mesa con platos, ollas y estanterías con frascos que contienen cosas raras dentro.
En una esquina hay una mesita con un cajón, pero considerando mi suerte, algo no va a salir bien.
¡Eureka! Está sellado con magia.
-Tengo una idea. Ya vuelvo.-espero a que mi hermano llegue, y cuando lo hace trae una varita con él: la varita de mi tío.
-Te doy los honores...¿pero estás seguro de esto?
-¡Alohomora!- y se escucha un click mientras abrimos el cajón.
Cada uno abre las suyas y las leemos sin creer. ¡Ser el mayor fan de Harry Potter e ir a Hogwarts! Eso no se ve todos los días.
Salgo de allí y despierto a Ornella para que venga a leer su carta.
Empieza a dar grititos de felicidad conmigo y Matt nos tapa las bocas, en eso se abre la puerta y aparece Dobby.
Me acerco a el y lo abrazo de la felicidad.
-Ya viene el amo Liverus.
-Gracias por avisar Dobby.
Y salimos corriendo hacia nuestras habitaciones. Casi nos ve.
Me quedo hablando de Hogwarts y todo lo que vamos a hacer allá con Ornella.
-¡Un segundo! ¡Las clases empiezan el 1 de septiembre!-pienso y digo a la vez.-¡Y hoy es 30 de Agosto!
Me duermo pensando que mañana tenemos una charla seria con mi Tío.

En diapositiva la puerta de la bibloteca...
Estoy muy entusiasmada con esta novela, espero que si alguien la sigue leyendo también lo esté.