Siempre serás tú /CarlisleyEsme

Capitulo 1.

Me llamo Carlisle Cullen, estoy casado, soy doctor y para variar soy vampiro. Mi historia con Esme fue muy trágica pero romántica, conseguí enamorarla, siempre la amé y ahora soy perfecto sabiendo que ella también lo hace como yo.

Trabajo en el hospital de Forks, solo soy doctor general pero el mejor en servicio. Tengo buena paga, lo suficiente para darle todo lo que necesite mi esposa.

Aunque ella sea humana y yo vampiro, siento que debo protegerla todo el dia, no me gusta que trabaje pero a ella le gusta y si le gusta yo sólo debo quedarme en silencio.

Llegué del trabajo, era muy tarde pero el corazón de Esme latía rápido, lograba escuchar desde afuera la televisión encendida, de seguro estaba viendo una película. Después de dejar el auto estacionado fuera de la casa (por cierto una gran casa, diseñada por mi esposa) entré ansioso de amor.

_Esme?- Dije buscándola con la mirada al entrar.

Caminé al sillón de la sala de estar y la encontré durmiendo, se veía agotada, demasiado diría yo. Sonreí mirándola y dejé mi maletín a un costado del sofá. Apagué la televisión y tomé a Esme en brazos, ni con ese movimiento se despertó.

Subí las escaleras lentamente para no despertarla y fui a nuestro cuarto para dejarla en la cama, me dedicó un largo y cansado suspiro. Abrió lentamente los ojos y los entre cerró con fuerza por la luz.

_Al fin llegaste- Dijo enojada e hice una mueca.

_Lo siento - Dije y quitó mis manos de su cintura.

_Buenas noches o mejor dicho buenas noches a mi ya que yo duermo, yo me canso, ¡yo sufro todo el día!- Se quejó y rodé los ojos.

_Deja de decir eso, sabes que eso no es importante- Dije pasivo.

_Por supuesto, como no va a ser importante para ti, si eres perfecto- Exclamó y me enoje.

_¡Por favor!- Exclamé y me levanté de la cama.

Salí rápido de la habitación, la falta de sangre provocaba que mi ánimo se dejará llevar por las discusiones o tentaciones.

_Carlisle.-Escuché desde atrás y me gire. Estaba listo para salir de la casa.

_Qué .- Dije frío.

_Perdón pero es que estoy algo de mal humor.

Se veía avergonzada, sabía que estaba en los últimos días de su menstruación. Relaje mi rostro frustrado y solté la manilla de la puerta.

_No te disculpes, mi amor.- Le dije y me acerqué para abrazarla.

_¿Ya no estas molesto?.- Dijo mirándome con sus grandes y hermoso ojos verdes.

_No, ya no... pero Esme no quiero volver a discutir lo mismo, me siento pésimos sabiendo que te puede pasar algo o si te lastiman o si...

No me dejó continuar.

_No me ocurrirá nada, bueno, últimamente sólo tú me has lastimado. - Dijo traviesa.

La miré con malicia pasando una mano por su muslo...