Capítulo 8

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Jasper.

-Solo falta una más - Dije y apretó mi mano volviendo a pujar.

Lo saqué con cuidado pero a la vez ejerciendo algo de fuerza.

-Dime que es un niño - Dijo y lo miré, si,es un niño.

Miré a Esme.

-Es un niño - Mi felicidad se fue cuando la vi con los ojos cerrados. - Esme.

No respondió y me dediqué a escuchar sus latidos pero eran apenas audibles. El bebé comenzó a llorar y yo no podía reaccionar imaginando que este muerta. Las manos me temblaron y en una milésima de segundos corte el cordón umbilical.

-Esme! -Exclamé y dejé al bebé a un lado. Terminé de sacar la placenta y mucha sangre cayó en la cama.

Tomé su mentón y parecía no reaccionar a nada. Coloqué mi cabeza en su corazón y pude escuchar unos latidos. Logré concentrarme y comencé a darle respiración artificial.

-Vamos Esme, tienes que conocer a tu Jasper, por favor - Le rogué precionado mis manos en su pecho.

El llanto de Jasper y Emmett me tenían con pánico.

Sentí una débil presión en mi muñeca derecha. La miré y sonreí con los labios temblorosos...

Lleve a Esme al hospital, los doctores dijeron que debía de estar al menos unos días hospitalizada ya que había perdido mucha sangre. Pudimos tenerlos junto a ella los días que estuvo recuperándose. Pero decidí que debíamos volver a casa para que Esme pudiese descansar mejor.

-¿Seguro que estarán bien?

Miré a mis hijos que dormían en sus sillas de auto.

-Supongo que será un poco fácil, son sólo bebés- Dije y me di cuenta de que no se como funciona la teoría de ser papá. -Soy doctor, dudo que mueran.

Esme me miró unos segundos.

-No puedo dejarlos solos- Dijo y trató de levantarse pero la retuve de inmediato.

-Claro que si puedes, lo que no puedes es salir de aquí.- Mi voz sonó a regaño.

Me miró enojada y me tomó de la camiseta, dejándome a tan solo centímetros de su rostro.

-Voy a irme a casa- Dijo furiosa y nos fulminamos por unos segundos.

-No...

......

-No quiero escuchar quejas de dolor- Dije conduciendo rumbo a casa.

-Cállate.

La miré por el espejo retrovisor y arquee una ceja.

-¿Por que los alimentas al mismo tiempo? - Dije con voz de asustado.

-Por que tengo dos mamas llenas de leche y dos hijos que tienen hambre - Dijo y comenzó a sonar algo en el motor.

El auto dejó de responder a mis peticiones.

-El auto esta casi nuevo- Dijo Esme y apreté el manubrio.

Me bajé del auto y olvidé que debía sacar la linterna. A regañadientes volví al auto por la linterna. Revisé el motor y todo estaba bien. Mi humor estaba demasiado alterado, no había cazado desde que Jasper nació, mi esposa casi muere y por poco la pierdo por completo.

-¡Esme, entra al auto!- Exclamé enojado.

-¡Deja de tratarme como una niña!- Gritó furiosa.

-¡Deja de quejarte!

-¡Deja de protegerme tanto! No todos son como tu, así, tan perfecto!

-No quiero que te mueras- Dije más calmado.

-Tienes que aceptarlo Carlisle, moriré algún día... Y no tendrás el derecho de hacer lo contrario - Dijo y entró al auto.

Quedé pensando unos segundos y explotó mi orgullo sacando mi lado mas inmaduro y estupido.

-¡Claro que puedo hacer lo contrario! Eres mi esposa!

-Aaaghh !Eres detestable! - Gritó desde el auto.

-Esa eres tú cariño - Dije burlón pero a la vez enojado.

Volvimos a casa en taxi, ninguno se miró ni habló durante el viaje o al menos hasta que entramos a la casa.

-No tengo hambre.

Suspiré e intentando terminar con la trifulca.

-Esme, ya no quiero seguir con esto.- Dije y me apoyé en la mesa del comedor.

Me miró sin entender pero luego apretó los labios y comenzó a llorar.

-¿Te quieres ir? Sabía que terminarías cansado de esto -Lloró.

-Si Esme, me quiero ir- Dije irónico. - Te quiero dejar sola con dos niños e irme con otra mujer que no tenga compromisos.

Me fui del salón y subí al cuarto para cambiarme de ropa. La escuché entrar mientras me duchaba.

Entró al baño y abrió la cortina. Estaba desnuda...

-No volvamos a pelear- Dijo jadeando. Se movió contra mi buscando un roce más profundo.

-No, Esme no hagas eso- Dije con mis manos en su cola.

Volvio a rozar por mi longitud y ahogué un gruñido en el pecho. Estiró el cuello a un lado y su sangre hervía, ¡Dios!, sus venas...

-Esme - Mi voz sonó penosa.- Perdóname por esto.

Mi boca se guardo en su cuello y la mordí al mismo tiempo que ella se contraía en mis brazos.

Su grito de dolor debió de oírse por toda la casa pero no me importó. Sus forcejeos me tentaban a seguir succionando hasta que la oí llorar.

Mis brazos aflojaron su cuerpo y se alejó de mi como pudo. Me quedé en el suelo mirando como la sangre corría por su cuello hasta sus senos. Su respiración estaba agitada y mi auto control se fue cuando sentí su aroma.

-¡No! - Gritó y gatee como bestia hasta su cuerpo.

No estaba siendo brusco pero tampoco estaba siendo tierno. Besé sus senos y pareció tranquilizarse. La sangre aún corría como un manantial carmín por su piel ahora algo más palida.

-Tranquila- Dije olfateando su cuerpo.

Tomé sus muñecas y lamí todo rastro de sangre en su cuerpo.

-No te muevas- Murmure contra su piel acariciando sus piernas con una mano- No sabes cuanto me he contenido , cada vez que siento tu excitación es como si tu sangre se volviese más dulce.

Me posicione en medio de sus piernas y la rocé lentamente. En verdad su sangre se tornaba más exquisita con su excitación. Lamiendo la herida que hice con mis colmillos la estimule con una mano.

-Ya dejame - Dijo conteniendo un jadeo que se convirtió en un largo gemido apenas volví a morderla.

Arqueo la espalda golpeando su pecho con el mío, por más que me pida no la dejaría, no podía.

-Esme relajate - Dije y le tomé las caderas con firmeza. 

-Vas a convertirme- Gimió dejándose llevar.

Deje descansar mi cabeza en su hombro...

Admito que no me gustó la reacción de Carlisle en este capítulo :c

Siempre serás tú /CarlisleyEsmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora