Capitulo 5: ¿Podemos empezar de nuevo?

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1. Jim en la foto *-*

2. El trailer de la novela disponible. 


(Anna)

- De todas las veces que has cometido algún error, esta vez te has superado amiga. –refunfuñó Holly en la cafetería. – Ni debería hablarte.

- Oh vamos, ¿Cuántas veces ya te he pedido disculpas? – solté ya por quinta vez durante toda la mañana. – No pude evitarlo, ¿Vale? Él realmente es un cretino, y sabía que iba a dolerle más si sabía que no era la única que pensaba así.

- ¡Yo no pienso así!

Volqué los ojos.

- Tus palabras exactas en tu cumpleaños del año pasado: "Odio a Fernando Ross, es un maldito engreído, un cretino adinerado que no es capaz de felicitarme en mi maldito día" – le imité mientras esta negaba con la cabeza.

- Yo soy testigo de eso. – se metió Jim, quien acababa de llegar por detrás de nosotras, colocándose entre el espacio que nos separaba con Holly, la cual soltó un suspiro. – Imposible olvidar tu rabieta por ello.

- ¡Cumplía quince años! No cuenta, a esa edad uno se fastidia por cualquier tontería, ni hablaba enserio cuando dije eso.

Jim frunció el ceño.

- Sigues teniendo quince años Holly.

Solté una carcajada instantánea, a lo que esta repitió una y otra vez que solo faltaban un par de meses, que ya no contaba, pero Jim y yo nos observábamos de manera cómplice sin ceder.

- Los odio, déjenme en paz. – soltó finalmente fulminándonos con la mirada.- Son los peores amigos que pudiera tener.

Solté una carcajada agarrándole una mejilla, a lo que esta me pegó un manotazo, comenzando su almuerzo.

- ¿Y a que iba el tema del grandioso, guapo y adinerado Ross? – Jim nos observó a ambas enarcando una ceja. – Oh, ya lo sé, ¿No te saludo hoy por la mañana?

Holly con el tenedor no dudo en echarle parte del puré de patatas en su rostro, a lo que yo reí instantáneamente, recibiendo una parte también.

- Ya. Me. Canse. Se callan o sufrirán las consecuencias. - fue lo único que salió de su boca, antes de que llegaran un par de amigos de Jim a la mesa, y este se volteara a su dirección mientras se limpiaba el rostro con una servilleta, y yo hacía lo mismo.

Jim siempre ha sido un chico sociable, pero no del tipo deportista ni andar por el estilo, si no que más bien de esos que pasan de ello, que se burlan más bien de los jugadores de futbol por no tener cerebro, pero al mismo tiempo el andaba con ese aire de superioridad igual a ellos, sabía que era guapo y que caminaba con ese andar seguro como cualquier deportista en forma.

Solo que él fingía que no era esa clase de chico cuando claramente si lo era.

Y con Holly lo teníamos más que claro. Ella en especial a decir verdad, y era que Jim a pesar de ser mi compañero en todas mis travesuras, Holly era más unida a él que yo, Jim la consideraba su mejor amiga, y yo por mi parte era la "segundona" que en cambio de Holly, si estaba dispuesta a meterme en problemas.

Pero en realidad no me importaba.

Un poquito. – me admití a mí misma en el momento en que Holly le susurró algo a Jim quien soltó una carcajada, y yo por mi parte desvíe la vista por la cafetería, a ver si había alguien interesante por ahí cerca.

Mis ojos se posaron de inmediato en la mesa de los de último año, o más bien la mesa que llamaba más la atención de ese curso.

Traducción: Donde estaba Roy Miller y Fernando Ross.

Mi Ángel Guardián III: El CuartetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora