cuatro.

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nunca supe exactamente

cómo eras de verdad.

siempre me gustó pensar

que tenías lienzos

llenos de color

en tu mente,

el Sol en tu mirada

y la Luna en tus pestañas.

que siempre sonreías 

y reías

y bailabas 

y jamás parabas.

y ahora que ya

no estás

me duele pensar

que quizás

nunca te conocí de verdad.

Mer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora