te echo de menos,
te echo de menos porque por aquí eras quien me hacía sonreír,
te echo de menos porque ahora solo me ahogo en noches amargas.
cómo tuviste el valor de mirarme a los ojos
y decirme que me querías,
cómo tuviste el valor de cogerme entre tus brazos
y decirme que no te ibas a ir,
para después salir por la puerta
sin decir absolutamente nada.
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Mer.
Puisitú fuiste efímera mer, y sé muy bien que las personas efímeras te acaban dejando.