¿Un Herondale mundano?

Capítulo 5 Brillosito

Capítulo 5 Brillosito

Will

Mi recuerdos seguían ausentes y ni siquiera me daban señales de humo para poder comunicarse conmigo de hola y adiós, o al menos tener la cortesía de mostrarme su rostro. En otras palabras, este sexy chico, o sea yo, seguía sin saber nada, absolutamente nada. En fin, no es que yo me haya puesto a pensar detenidamente sobre ello, pero el hecho de haberme encontrado a esta chica desde el inicio de todo y que haya aceptado a ayudarme a recordarlo todo (incluso había mentido para salvar mi vida), me hace sentir que todo va a estar bien, y que algún día, voy a recuperar lo que había perdido. Puedo decir que en conclusión, me siento tranquilo y cómodo a su lado. Tanta es la confianza que le dí, que incluso había aceptado a jugar con ella para ser su supuesto novio. Pero para ser honesto, yo no le he mencionado sobre el privilegio que le estaba dando al acordar los términos para estar en su casa y ser su apuesto príncipe azul. Yo no soy de los que va aceptando ser novio de cualquier chica que me pregunte. No soy un chico tan fácil de obtener. Mi orgullo como hombre no me lo permite. Sin embargo, no fue Grace la que perdió su orgullo al momento de haberla besado. Todo aquella vanidad que me quedaba como hombre, fue terminada por esas malditas ganas de besarla en sus pequeños y delgados labios mientras embriagaba mi cuerpo con su dulce voz. Fue imposible para mí el poderme resistir a su preciosa entonación celestial. Juro por el ángel que lo intenté con todas mis fuerzas y mi ser, pero de un momento para otro yo ya estaba en sus suaves labios. Fue dulce y lento al principio, pero a medida que pasaba el tiempo, el beso se convirtió en dolor y tristeza, como si dentro de mi ser sintiera que algo estaba pasando que no estaba correcto hacerlo. Ignoré ese dolor y decidí tomar la cintura de mi chica para acercarla más a mí. Ella dejó el instrumento acústico a un lado y me tomó por mis cabellos azabaches. El momento era perfecto y yo me sentía muy embriagado por su perfume cítrico. Quería más y más y de un momento para otro, un gemido salió de mi garganta. El dolor en mi pecho se iba incrementando y yo quería alejar ese dolor para poder disfrutar de este hechizado beso. Pero mis labios no se pudieron contener más y susurraron lo que más deseaba.
-Mi Tessa─ susurré. Inmediatamente sentí sus labios lejos de los míos. ¿Por qué se alejaba? Aturdido, me giré hacia su rostro para exigirle porqué se había detenido, pero fue hasta en ese momento que vi lo que cruzaba por su mirada: incredulidad. Parpadeó un par de veces y me miró entre confusa y dolida. Yo alejé mi mirada de ella y me moví incómodo por unos minutos. ¿Habré hecho mal? Bueno, era obvio debido a que solo llevaba unas horas conociéndola.
- No debí haberlo hecho, lo sé─musité avergonzado. Creo que fui un idiota. ¿Dónde quedaban mis principios como caballero? Pero ella no dijo nada al respecto y negó con la cabeza.
- No importa, William, pero ¿puedes repetir lo que acabas de decir?─me demandó con su voz suave pero dolida a la vez. ¿He dicho algo? Si lo hice, ¿habré dicho algo feo para que Grace me mire de esa forma? No me recordaba de nada en lo absoluto.
- Para serte honesto, no recuerdo haber hablado durante el beso. Simplemente estaba sintiendo tus labios contra los míos y ya. Fue imposible no resistirme. Juro que lo intente. Prometo no...
- William, no me importa que me hayas besado, ya te lo dije. Lo que me importa es saber quién mierdas es Tessa─ gruñó furiosa─ Porque yo escuché su nombre cuando me estabas besando. Lo oí muy bien, fue Tessa. Vamos, Will, dímelo. Y no solo fue el nombre lo que escuché, también dijiste MI Tessa─ me miró ofendida y yo no pude hacer otra cosa que elevar una ceja. No podría creer que haya dicho un nombre del que ni siquiera me acordaba. ¿Debería ser este nombre una buena señal? ¿Quizás era mi novia o mi comprometida? No lo sabía y me daba miedo saberlo.
- ¿Tessa?─tartamudeé. Incluso me dolía decir su nombre, lo que significaba que era una mala señal. Inluso si supiera quién fuera ella, no sabría si podría regresar a esa época.
- Sí, vamos, dilo─exasperó.
- En realidad, no sé quién es Tessa─admití─ quizás la conozco pero no la recuerdo por el momento, ni siquiera sabía que había dicho su nombre. ¿Lo he arruinado todo, verdad?─pregunté decepcionado. Ella volvió a negar.