Capitulo 6

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-Puaf, me aburro.- Dice por tercera vez con la cabeza colgada de mi cama y los pies en esta.

-Y yo.- Bufo achuchando un cojín. Una lucecita se enciende en mi cabeza y se me ocurre una idea algo arriesgada.-Espera un momento.- Anuncio cojiendo el móvil.

-Danielooooo.- Le envio.

-Pauluuuuuu.- Recibo y sonrió.

-Tengo pereza de escribir asique te voy a mandar audio. ¿Lo puedes escuchar?.- Escribo.

-claro guapa.- Me dirijo al baño y empiezo a grabar el audio sin que Alba se entere.

-Veras...-Empiezo a hablar con el dedo pulsado en la grabadora.- Pues mañana mi amiga y yo vamos a ir a vuestra firma, Alba, la que te dije que era fan vuestra y para la que era la pizza.- Rio levemente.- Se queda a dormir en mi casa y nos aburrimos lo que no hay escrito. Entonces...- Hablo juguetona sin quitar la sonrisa en mi rostro.- He pensado que podríamos hacer skype. Además ella no sabe que tengo tu número, es más.- Rio.- Se cree que os odio. Y bueno... Qué eso. ¿Quieres que hagamos skype?. Tu hermano también si queréis, para no dejarlo de lado.- Vuelvo a soltar dos carcajadas.- Un beso anda.- Veo como le llega el audio. Cuando lo escucha responde.

-Esta claro que queremos hija. Dime tu nombre y te llamo.- Aparece en el móvil junto a una cara de un beso.

Le mando mi nombre y voy a mi habitación donde enciendo el portátil.

-¿Que vamos a hacer?.- Curiosea mi amiga.

-Shh.- La mando callar.- Ya veras impaciente.- Lo que provoca que Alba se desespere más aun si es posible. Mi amiga achucha un peluche de un perro que tengo desde pequeña y se sitúa a mi lado en modo de indio.

Alba esta con el pelo suelto y viste su pijama de minnie rosa y negro. Mientras que yo tengo un moño bajo mal hecho con dos o tres mechones en mi cara y las gafas de vista de pasta negras. Visto un pijama veraniego de Garfield gris y blanco con el gato en grande. Digamos que nuestros pijamas se basan en una camiseta de tirantas y unos culottes que no dejan mucho a la imaginación. De todos modos solo nos verán la cara y poco más. Rápidamente le tapo los ojos a Alba con mis manos al ver el nombre de Dani en la pantalla.

-¿Qué haces?.- Protesta ella intentando quitar mi mano de su cara. Le doy al botón de aceptar con la mano que me queda libre y aparecen los gemelos en la pantalla de mi pc. Destapo con lentitud los ojos de mi amiga y cuando ve la pantalla emite un agudo chillido.

-¡Danisú!.- Grita llevándose las manos a la boca. Suelto una gran carcajada.

-Hola Danielo.- Saludo sonriente.

-¡¿Como?!.- Se histeriza.-¿!Lo conoces?!.-

-Hola guapetona.- Me saluda de vuelta.

-Hey. No me margineis.- Se hace notar Jesús.

-Hola.-Sonrio.- Soy Paula, encantada.

-Ya, ya. Dani solo sabe hablar de ti.- Se río.

-Ni caso que es medio mongolo.- Se queja el menor de los gemelos.

-Alba.- Hablo pasando mi mano delante de su rostro.- Se ha quedao'.- Nos reímos.

-Eres una guarra. Mira como estoy.- Se molesta.

-Pues bien guapa.- La piropea Jesús.

-Gra-gracias.- Tartamudea.-Ahora vengo.- Dice levantándose.

-Alba, ¡el culo!.- Exclamo a carcajadas viendo como al levantarse se le sube la parte baja del pijama.

-Gilipollas.- Grita suavemente mientras se baja el pantalón cubriendo su trasero.

Posiciono mi dedo índice en los labios mirando a los gemelos indicando que se callaran.- Mirad, mirad.- Susurro con cara pícara. Giro el portátil en dirección a la puerta donde se puede ver a Alba de espaldas y su pantalón de pijama.

Jesús silva mientras Dani no para de reírse al igual que yo.

-En realidad os gusta.- Exclama mi amiga mientras se da una cachetada suave en el muslo. Lo cual hace que los tres riamos aún más.

-Bueno, bueno ya.- Digo quitándome un par de lágrimas que caían de mis ojos.

-Sí, sí.- Me secunda Jesús.

-Ya estoy aquí.- Se hace notar ella mientras se sienta en la cama.

-¿Ya estas peinadita hija?.- Pregunto sarcásticamente.

-Shh.- Me hace callar en un intento fallido. Y los cuatros volvemos a reír.

Pasamos la noche hablando de que mañana íbamos a la firma. Nos empezaron a seguir en instagram y twitter. Incluso me ayudaron a elejir la ropa que me pondría mañana ya que no tenía ni idea de como ir. Eligieron unos pantalones cortos negros de talle alto y una camiseta suelta negra con margaritas, todo esto acompañado de mis inseparables vans. Hablamos de infinidad de cosas -la mayoría tonterías- hasta las una y media de la madrugada. Dani y yo solíamos quedarnos mucho más tarde pero esta vez teníamos que levantarnos temprano los cuatro así que decidimos dejarlo ahí.

Nada mejor que tenerte conmigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora