El Asesino sin Emociones (Gore)(Historia Propia)

Capitulo 10: El encuentro del detective y la mente maestra

Capitulo 10

El encuentro del detective y la mente maestra

Arlem se pasea por el pasillo hospitalario con un atuendo más ligero esta vez. Solo una remera gris con el logo del departamento en el lado izquierdo del pecho. Un pantalón sencillo de un tono oscuro de azul, con sus botas negras a media pantorrilla, el cinturón con los estuches de sus dos revolvers, un par de esposas y la placa en su billetera, en el bolsillo trasero. Su pelo salvaje y despreocupado le dan ese aire liberar y divertido que siempre irradia. Contrastando con sus facciones, dándole la combinación perfecta. Es como un niño vistiéndose con la ropa de su padre, nadie creería que siendo tan joven ha conseguido escalar tan rápido en el mundo que decidió surcar.

Sus pasos crean eco en el silencioso pasillo, apenas el alba se alza y él ya se aproxima a tener un contacto con los gemelos. Todavía recuerda la primera vez que les vio. Eran unos niños demasiado prematuros para perder a su madre de aquella manera tan violenta. Cuando abre la puerta espera verles dormidos pero, no es así. Se encuentra con el mayor de ambos, completamente absorto en el girar del ventilador del techo. Se preocupa por no hacer ruido e interrumpir lo que sea que esté haciendo, puesto que ni siquiera parpadea. Sus pupilas están dilatadas, dejando un hilo grisáceo del iris alrededor de estas en sus orbes.

Cierra la puerta con sigilo, sin apartarle la vista ni un segundo.

-Hacéis demasiado ruido para ser miembro de las fueras policiacas- Shadow le dirige las palabras, con un tono burlista y ladea la cabeza hasta él. Embozando una ligera sonrisa.

-Veo que ya sonríes, eso es una buena señal- Le dice el castaño relajándose y dando un par de pasos hasta él.

-No sería yo si mantengo una cara larga- Exagera su expresión –Seria como mi hermano, y diferenciarnos sería imposible. Por eso sonrió demasiado; hubo una época donde nadie sabía quién era quien, a menos que se fijaran en el cabello y con eso pocos podían atinar con nuestros nombres- El muchacho está demasiado conversador esta mañana. Es el efecto de una noche agitada.

-Debió de serles difícil adivinar- Arlem ladea la cabeza.

-Quizás, aunque es comprensible cuando el 98.99% de la población ocupa el mayor espacio en su cerebro a información basura, en lugar de almacenar información valiosa. Además, nuestros ojos son distintos. Los míos son más ovalados, y para mi hermano son redondos e inexpresivos, nunca le he visto reflejando algo con la mirada... a menos que analices el ángulo de la luz, el brillo, sus facciones, y sobre todo, las sombras en sus pupilas e iris, de lo contrario no conseguirás atinar a lo que trata de decirte con su mirada. Pero claro, eso te lleva años de experiencia para poder entender lo que trata de decirte solo con la mirada- Gesticula, y comienza a tironearse los mechones rizos, con una notable ansiedad.

-¿Estás bien?- El oficial se preocupa y se le acerca.

-Fíjate que estoy de maravilla- Responde sarcástico y el policía está confundido, no entiende su cambio de semblante –Mierda, mierda, mierda- Repite la misma palabra tantas veces que termina golpeando su cabeza contra la pared de atrás.

-No hagas eso- Arlem se precipita y lo jala de los hombros forzándolo a estar sentado y no hacerse daño.

-Lo seguiré haciendo hasta que se callen. Están gritándome aquí dentro- Shadow enreda sus dedos entre su pelo cubriéndose los oídos –Y no quieren callarse- Baja y sube la cabeza, con un incesante ritmo esquizofrénico.