Caminaba por los pasillos de mi facultad, puesto que tenía unos minutos libre antes que empezara la clase; estaba con los auriculares puestos, murmurando las letras de una canción de Maná, cuando entra en mi campo de visión una rubia corriendo alegremente, mientras pronunciaba no-sé-que, no lograba oírla por razones obvias y tampoco era buena leyendo los labios. Al fin me quite los auriculares al verla cerca de mí.
— ¿Qué pasa? — Preguntó un poco asombrada, ella me mira y frunce el ceño.
— O sea yo me esfuerzo gritando como toda una perfecta loca por los pasillos de la universidad y tú ni te enteras. — Se queja haciendo pucheros.
Río un poco al escucharla.
— Lo siento. — Me disculpo, la miro y sé que es hora de preguntar— ¿Y cuál es la noticia?
— Ya tenemos a una persona.— Chilla emocionada y yo entiendo por completo lo que quiere decirme.
Al instante en mi rostro se dibuja una enorme sonrisa, Thomas entra en mi campo de visión y sin previo aviso voy corriendo, salto y me enredo en sus caderas cogiéndome de sus hombros, lo abrazo, él se queda estático por un segundo, pero luego responde rodeándome con sus fuertes brazos.
¿Qué cómo le tengo tanta confianza? Pues él y yo somos como hermanos y con las emociones a flor de piel hasta me había olvidado de su novia.
Ahora si no hay escapatoria, ¡vas a amanecer en el hospital, estúpida!
— ¿Por qué tanta alegría? — Cuestiona aún sonriendo— Me bajó en seguida al ver la incomodidad que le causo mi acto a mi querida amiga, 'la rubia' como le decimos de cariño.
Sí, ella y mi moreno, es decir, Thomas, tuvieron algo pero como el idiota de mi amigo no quería confundir las cosas, lo dejaron; fueron días fuertes y, en mi opinión, todavía queda algo de incomodidad, aunque ella diga que ya paso y todo ese rollo siempre se fastidia por cosas como estas, pero, no niego que sepa fingirlo casi bien.
— Ya tengo compañero de cuarto. — Trato de decir con tranquilidad para que me entienda.
— Compañera. — Me corrige la rubia desde atrás. Me giró para verla, mas escucho una voz chillona tras de mí, me giro, otra vez, para ver a la pesada de Khaterine, su nueva novia.
— Thomi ¿No piensas ayudarme? — Dice con falsa sonrisa y sé lo que le espera a mi pobre amigo.
Otra sesión de "¿Cómo ser un verdadero novio?" Celos y más celos. Esta última chica definitivamente sobre pasa a las ultimas, es más de todo lo malo que eran las otras; conclusión, una relación tóxica como casi siempre.
En cuanto Thom se va, tras disculparse, mi amiga y yo nos dirigimos a nuestros respectivos salones. En el transcurso, ella me explica que, efectivamente una mujer de más o menos 50 años acepto pagar el departamento, que obviamente compartiría conmigo. Bueno, al menos no era la típica situación de tener un compañero de cuarto ardientemente sexy, con quien tendrías sexo todas las noches.
Tampoco es que supieras aprovechar esas situaciones.
Hoy no regresaría a casa temprano; en cuanto terminó mi última clase pude ver asomarse el rostro de mi amiga por la ventana, probablemente comprobando que mis clases habían culminado oficialmente. Le sonreí en cuanto cruzamos miradas y salí a su encuentro.
— ¿Nerviosa? — Probé. Ella asintió.
— Muchísimo, espero que todo salga como lo hemos planeado.— Me respondió con una sonrisa nerviosa.
Tampoco sabía cómo iba a quedar todo, solo sabía que sería una larga noche.
Me puse la vestimenta y ya estaba casi lista. Me sentía muy nerviosa, siendo sincera; habíamos ensayado por más de tres semanas, casi todos los días, entonces, ¿qué podía salir mal?
Como este sería nuestro último año juntos y cuando digo juntos, no solo hablo de los alumnos, sino también de una profesora que siempre había estado con nosotros, aprovechamos que era su cumpleaños y decidimos, entre todos, hacerle una sorpresa como agradecimiento por todos estos años. Esta noche, se presentaría varios grupos de baile, nosotros (Thomas, Krys, yo y dos compañero) presentaríamos una combinación de Thriller & Smooth Criminal del Rey del Pop: Michael Jackson.
Ya casi era la hora, faltaban tan solo minutos para comenzar con esta fiesta sorpresa. Nos dieron la señal de prepararnos, pues nosotros haríamos el primer número de la noche. Pensábamos en algo distinto: nuestra maestra entraría al local que alquilamos y comenzaríamos a bailar Thriller seguida de Smooth Criminal, para después decirle ''Feliz cumpleaños'' y todo lo que seguía eran dos números más, tragos, comida rápida y baile alternativo. Estaba todo coordinado.
Media universidad sabia del evento y obviamente estaban invitados, también estaban algunos familiares de la cumpleañera; así que, según mis cálculos todo tendría que salir bien.
Todos estábamos vestidos con ropas gastadas y sucias, aunque dentro llevábamos lo contrario; dada la señal nos metimos en lo que sería nuestros ataúdes, todo el lugar estaba ambientado como en un cementerio, aprovechando que prácticamente ya estábamos en Halloween. La música de Michael Jackson sonó y comenzamos con nuestra coreografía, que principalmente era salir como zombis de las tumbas; al hacerlo miré de reojo a la profesora quién estaba perpleja ¿emoción o susto? No lo sé. Comenzamos con el baile y al rato ya me encontraba quitándome las ropas desgastadas, aprovechando la oscuridad momentánea, para quedar con la nueva vestimenta, el cual sería un perfecto esmoquin negro, bailando al ritmo de Smooth Criminal.
Terminamos la escena, y saludamos al unísono a la cumpleañera, quien estaba a poco de derramar lágrimas pero de felicidad, supongo.
Espero.
Después de sus palabras, comenzaron los otros números, de tanto en tanto, todo era mejor de lo que habíamos planeado, simplemente fenomenal.
— Chi— Grita mi amiga para que pueda escucharla a través de la ensordecedora música.
Me encuentra y me aparta con ella a un lugar más silencioso.
— ¿Qué sucede? — Cuestiono despreocupada.— ¿Viste cómo cayó al piso Martinez por tratar de lucirse? — Le cuento riendo.
— Tenemos un problema. — Dice de sin previo aviso y mi burbuja de felicidad absoluta revienta.
¿Ahora qué?
ESTÁS LEYENDO
Viviendo con un vampiro
VampireRachel es una joven con una vida común y corriente, según ella. A sus 25 años, en el último año de su carrera universitaria y con tantas deudas pendientes por pagar, decide compartir su preciado apartamento para que este le genere más ingresos. Lo q...