Capitulo 3

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Después de que al día siguiente William llevara al señor "ese" al cielo, me dio toda la tarde libre para hacer lo que yo quisiera, excepto meterme en problemas. Pero de repente mi relicario empezó a vibrar y a emitir una extraña luz blanca, después de eso fui tele-transportada a un parque donde se encontraba un muchacho bastante atractivo junto con lo que parecía su hermanito.

-Carlos, ten cuidado no te vayas a caer.- El chico le dijo le dijo al pequeño, que estaba de arriba para abajo, subiendo y bajando como loco del tobogán. Justo en ese momento llego una extraña maquina con un infantil canción.

-¡Helado!, ¡Helado!- Era lo único que decía el pequeño niño, mientras apuntaba hacia la maquina.

-Baja de allí y comprare un helado.- Le dijo el chico a su hermano. El niño empezó a bajarse del juego rápidamente y cuando ya estaba abajo se dirigió directamente a la maquina que hacia ruidos molestos.- No te muevas, voy a pagar el helado.- Le dijo el chico a su hermano pequeño, pero como me han contando los niños nunca hacen caso a las ordenes y siempre hacen lo que quieren. El niño se bajo de la banqueta, cuando una maquina el triple del tamaño de la caja musical esa viene a toda velocidad. Cuando menos lo pensé yo ya no estaba arriba de aquella portería, ahora me encontraba con un niño en brazos llorando, porque se le cayó su helado.

-Carlos, tranquilízate, no tengas miedo.- Le dije al niño que por alguna extraña razón me había aprendido su nombre, con tan solo escucharlo una vez.

-¡CARLOS!- Grito aquel chico desde el otro lado de donde nos encontrábamos, el muchacho corrió y tomo a Carlos de los hombros y el niño no estaba herido ni un solo rasguño tenia.- ¡Te dije que no te movieras!- Empezó a decir el chico y después empezó a llorar.

10 minutos después me encontraba caminando, sola y sin saber adónde ir. Hasta que tope con algo o mejor dicho alguien.

-William, no vas a creerlo que paso, pero creo que mi relicario se descompuso, no puedo usar mis poderes.- Le digo mientras le paso el relicario.

-¿Qué le paso?- Me pregunta después de que lo examina detenidamente.

-No lo sé, de repente yo estaba en un lugar, después una luz blanca y al final aparecí en un parque, pero minutos después estaba sosteniendo a un niño que al parecer se llamaba Carlos.

-¿Dijiste luz blanca?

-Si

-¿Qué paso antes de que sostuvieras al niño en tus brazos?- Me pregunta William con cierta cara de sospecha.

-Una maquina con un sonido bastante molesto llego.

-¿Después?

-El hermano de aquel niño le compro algo que ellos llaman "Helado",- William empezó a mirar el relicario e hizo una pausa, para después negar con la cabeza.- ¿Qué paso esta tan mal? ¿No se puede arreglar?- Le pregunte.

-No, no se puede, ves aquí,- Me enseño el cristal de mi relicario el cual estaba roto y parecía que le faltaba algo.- ¿Qué paso para que el relicario se rompiera de esta manera?

-No me acuerdo.- Intente hacer memoria, pero lo único que recordaba era aquella maquina gigante,- Lo único recuerdo es que yo estaba en un juego, después un camión estaba a punto de matar al niño y 1 segundo después el niño estaba en mis brazos.

-¿Salvaste al niño?- Me pregunta William con cara de sorprendido,

-Tal vez, pero ¿Qué tiene que ver eso con mi relicario?

-Los ángeles son creados para muchas funciones, llevar las almas de los humanos que ya fallecieron o salvar esas almas.

-¿Eso quiere decir qué?

-Al momento que tu relicario empezó a brillar, eso significó que el humano que tú tienes que proteger estaba en peligro.

-Pero, ¿Por qué no puedo usar mis poderes?

-Porque el cristal que va entre las alas de ángel de tu relicario, se debió haber caído durante el choque.

-Y ¿Cómo puedo recupérala?

-No puedes.- Me dijo William de una manera demasiada seria.

-¿Por qué?

-Dejaste caer esa piedra en el mundo humano, ya no sirve, ahora esa piedra es impura.

-¿No me puedes conseguir otra?- Le dije con ojos de cachorrito.

-No puedo, al menos de que un ángel empiece a llorar y eso ocurre en muy rara vez, es por eso que el cristal de ángel es tan importante.

-¿Y qué pasa si no tengo ese cristal?

-Ya no eres un ángel.

-¿Qué?

-Desde ahora eres un humano.

-¿Qué?

-Pero no te preocupes, hare lo mejor posible para que el destino te ponga en una familia que te trate bien.

-¿Qué?

-Alai, tu ya no eres un ángel, hasta que encuentres otro cristal.

-¿Cómo voy a encontrar otro cristal?- Le pregunto gritando.

-Hay una 2 opción.- Me dice William, mientras hace un signo de paz con los dedos.

-¿Cuál es?

-Que consigas el cristal que se te perdió y que lo purifiques otra vez.

-¿Y cómo se hace eso?

-Con la inocencia de un niño, el alma de un niño es lo más inocente que hay en el mundo.

-¿Le va a pasar algo al niño?- Le pregunte preocupada.

-No, ahora es momento de que te vayas.

-¡Espera!- Lo intento detener rápido, para que no me mande lejos,

-¿Qué?

-No puedo hacerlo sola.

-Toma.- Me dice William, mientras saca un libro de debajo de su manga.

-¿Qué hago con esto?- Le digo mientras miro el libro con una mirada absurda.

-El te va a dar todas las respuestas.- Eso fue lo último que me dijo William, después de desaparecer. Y que yo apareciera enfrente de una casa.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2015 ⏰

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