Capítulo 6

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Un nuevo estilo de vida comenzaba. Papá había regresado y se sentía un ambiente bastante familiar en casa. Jamás había imaginado que mamá podría verse tan feliz un lunes por la mañana, pero este lunes lo cambió todo. Cuando bajé a la cocina para desayunar, mamá y papá bailaban una canción que a mi parecer era bastante vieja. Se miraban tan contentos uno con el otro, que no quise interrumpirlos, así que sólo me senté a comer mis hotcakes con un poco de mantequilla.

El autobús llegó más temprano de lo usual, por lo que no me dio tiempo de arreglar mis cosas y dejé olvidada mi carpeta. Jamás pensé que unas cuantas páginas con el contenido aburrido de las anteriores clases podría hacerme tanta falta. Y es que terminábamos el primer período y cada maestro pedía nuestros cuadernos para revisar nuestros apuntes en clase.

Cuando mi nombre fue pronunciado por la maestra Mónica, la cual impartía la clase de Literatura, sentí un escalofrío por la espalda.

-"Aine Miller".

-"Disculpe, maestra, pero he olvidado mi carpeta en casa por lo que no puedo presentársela".

La maestra me miró con cara de pocos amigos y con tono burlón me dijo:

-"Si olvidas tus apuntes, es obvio que en otras cosas estás interesada. ¿Acaso se puede recibir una clase sin tomar apuntes? Noto el desinterés de parte tuya hacia la clase, así que quiero que tomes tus cosas y vayas a la oficina de la directora".

La maestra Mónica era conocida por ser una persona enojada y burlona. Todos los alumnos temían cuando ella les dirigía la palabra y yo no era la excepción. Pero ahora el temor había pasado a ser odio. Me molestó la arrogancia que había tomado en todo el periodo, y más conmigo. La sangre me hirvió cuando me pidió que fuera a la oficina principal pues la directora no era del todo alguien amable. Estaba en problemas.

-"Carpeta torpe, autobús torpe, maestra torpe"...

AineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora