Malas Intenciones (SuperJunior - HaeHyuk)

Capítulo 4: Broma o Amenaza

Donghae nunca había visto una expresión como esa en el rostro de Leeteuk, una mezcla de miedo e incertidumbre, algo muy malo debía haber con ese regalo, no había visto a su hyung tan angustiado desde el incidente de Kangin. No se atrevió a preguntar de nuevo, la opresión que sentía en el pecho al ver la angustia de Eunhyuk crecía cada vez más y aunque necesitaba saber lo que sucedía con ese maldito regalo, tendría que esperar, porque en ese momento era mucho más importante cuidar de Eunhyuk, lo levantó con cuidado del suelo y lo llevó hasta la habitación.

Los chicos se sentaron donde pudieron dejando el regalo en la mesa de centro, ninguno se atrevía a tocarlo, se miraron unos a otros sin creer lo que estaba sucediendo, si bien no era la primera vez que algún loco les enviaba algo desagradable nada se comparaba con esto.

─ ¿Me están esperando? ─Escucharon de repente.

Se encontraban todos tan abatidos y preocupados, que no se dieron cuenta cuando Yesung entró al departamento y se paró frente a ellos, sonriendo ajeno a todo lo que estaba ocurriendo. Leeteuk se levantó rápido del asiento y lo sujetó del brazo, moviéndolo bruscamente apunto hacia el regalo.

─ ¿Sabes de dónde salió esa cosa?

─Estaba en la puerta esta mañana ─dijo sonriendo.

─Pero ¿Quién lo trajo?

Yesung al ver la expresión sombría en los rostros de sus compañeros, levantó la tapa del regalo y sin soltar la tapa, miró a Leeteuk y dijo:

─ ¿Qué clase broma es esta?

─No es ninguna broma ─Leeteuk le quitó la tapa y cerró el maldito regalo de nuevo.

Leeteuk se sentó abatido de nuevo en su lugar y el tenso silencio volvió a inundar la sala. Ya eran cerca de la 01:00 de la madrugada, cuando Donghae entro al living y vio a los chicos cabizbajos.

─Al fin se quedó dormido, no podía dejar de llorar.

Donghae no recibió ninguna respuesta, los chicos se limitaron a ver a Leeteuk, esperando a que él le explicara la situación.

─ ¿Qué demonios está pasando?

Preguntó con ansiedad Donghae, sin paciencia ante la desconcertante actitud de sus compañeros, levantó de un movimiento el regalo de la mesa.

─Espera Donghae...

Quiso detenerlo Leeteuk, pero antes que pudiera terminar de hablar, Donghae ya había abierto la tapa del regalo.

─ ¿Qué demonios es esto?

Preguntó con voz temblorosa y los ojos vidriosos, sin creer lo que estaba viendo, no podía creer que alguien fuera capaz de algo así de cruel.

─ ¿Quién fue? ¿Quién envió esto? Hyung...

─No lo sabemos, el regalo... esa cosa, estaba en la puerta esta mañana.