La Oda Del Viejo Marino Parte II

32 1 0
                                    

Después a lo lejos, ellos ven acercarse un barco esquelético.
¿Cuál no es su sorpresa? Cuando se dan cuenta al acercarse que el barco es tripulado por una mujer blanca y flaca, que juega a los dados con la muerte en forma calavérica.

La muerte y la mujer viva se juegan en los dados a la tripulación. Pero la mujer viva, flaca y blanca, gana al marinero anciano.

Por lo tanto, al llegar la noche, en plena luz de luna, caen muertos, uno tras otro, la tripulación completa ante los ojos del marinero. El marinero asombrado, escucha en ese momento el zumbido de los espíritus de los tripulantes que salen de sus cuerpos.

Ante el terrorífico relato, el joven escuchante pide piedad y le dice al marinero que tiene miedo que él, el marinero, sea un espíritu. Pero el marinero le testifíca de su vida corporal, y continúa con el relato.

El sobreviviente marinero siente un horror, al observar frente a la tripulación fallecída, que a pesar de estar fallecída, ellos lo miran a sus ojos. Así, el marinero continúa sufriendo la maldición.
En ese momento, ante la calma del mar y el obscuro del firmamento, el marinero eleva una oración a la luna y las estrellas. Sin embargo, el marinero se da cuenta que en la sombra que el barco va dejando en el mar, surge un mar hechizado, rojo, y ardiente.

Mas allá de las sombras surgen serpientes marinas que brillan y resplandecen en forma fluorescente.
En ese momento, el marinero se llena de gozo y felicidad. Además, el marinero bendice en su corazón a las creaturas de Dios.

En ese instante también, el hechízo empieza a romperse, cuando se desprénde el albatro de su cuello huniéndose en el profúndo mar.





La Oda Del Viejo MarinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora