Capítulo 5

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Peyton:

Las manecillas del reloj avanzan y el sonido perturba mis oídos. Estoy frente a mi madre que me mira con sus ojos verdes y fríos, como dos canicas sin vida.

Sentadas una frente a la otra.

Me he puesto unos jeans pegados, y unos converse grises. También he agarrado mi cabello en una coleta alta. Las últimas maletas descansan en los últimos escalones. El pecho de mi madre sube y baja lentamente.

Mi temporizador mental comenzó a contar desde que me senté en la mesa del comedor... «Ahi voy...»

«Mamá... que no estás de acuerdo con que me vaya…»

—Mamá... sé que no estás de acuerdo con que me vaya.

«No me voy porque no te quiero, es decir, quiero tener mi propia privacidad y estoy segura de que puedo cuidarme…»

—No me voy porque no te quiero, es decir, quiero tener mi propia privacidad y estoy segura de que puedo cuidarme.

«Creo que es hora de tener mi propio departamento, bueno compartirlo con una amiga...»

—Creo que es hora de tener mi departamento y compartirlo con una amiga.

—¿De dónde es? —preguntó mi madre.

—¿Quién?

—Tu amiga.

«Demonios...»
—De la escuela —contesté.

«¿En qué estaba? oh . Mamá... »

—Mamá...

«Quiero que tengas más tiempo con el pendejo ése con el que sales y me caga en los huevos... en los ovarios porque no tengo huevos... »

Quiero que pases más tiempo a solas con Erick, son una pareja y no quiero molestarlos.

«También me llevaré a mi gata...»

—Ya alisté mis maletas y mi amiga me está esperando.

—¿Te irás hoy?

«Sí, cuanto antes, mejor. No quiero estar aquí cuando el cabrón de Erick llegue y salga con sus idioteces... »

Asiento.

—Está bien —dice mamá.

—¿No te molesta?

—En partes, sí. Pero... algún día tendría que pasar, ¿no es así?

—Eso creo —miro al suelo y luego a mis converse viejos y sucios.

Pecados en Londres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora