Escribí en la caja la palabra 'discos' con un permanente negro y seguidamente metí de estos dentro. Lotte me observaba sentada en la que, dentro de unas horas , sería mi antigua cama.
Por que sí, yo me iba a mudar con Casiddy Williams.
-¿Cómo estas?
-¿A qué te refieres?-Interrogué.
-Respecto a la mudanza, digo.
-Yo estoy bien y cómodo con ello. Creo que tanto Cas como yo estamos preparados para llevar nuestra relación a un nivel más alto.
-No la habrás dejado... ¿Embarazada?-Intervino Eddy.
-¿Por qué te cuelas en mi casa? ¡Sólo invité a Lotte!
-Da la casualidad de que Charlotte es mi novia, no quiero tu pene en su vagina.
-¡Ed!-Le regañó ella.-Entonces, no hay bebé.
-No, no lo hay.-Afirmé cerrando la caja de discos. Charlotte y Eddy me ayudaron a bajar las cajas a mi coche, que ya había salido del taller, y me acompañaron a la casa de mi novia.
Cabe decir que Casiddy es una persona muy entusiasta y hiperactiva.
-¡Axel!-Chilló al mismo tiempo que saltaba sobre mí.
-Aprende.-Le dijo Eddy a Lotte.
-¿Qué hacen ellos aquí?-Preguntó mi novia.
-Solo venían a acompañarme. Ya se iban.
-¿Volveréis a tener sexo desenfrenado?
-Ed, atiende a tu novia y cállate.-Le espetó Cas.
-Pasadlo bien con... La mudanza.-Nos sonrió Lotte.-Y Casiddy, no me hagas tía tan pronto.
La mencionada soltó una risa antes de despedirlos con la mano y ayudarme a meter mis cajas a su casa, ahora supongo que de los dos.
-Axel, no sabes lo feliz que me hace el que hayamos decidido vivir juntos.
-A mi también, Cas. Pero creo que tendríamos que mirar algo más céntrico.
-¿Y vender esta casa? ¡No! Aquí fue donde lo hicimos por primera vez, donde me pediste ser tu novia y...-Negó con la cabeza-jamás me podría deshacer de un sitio con tantos recuerdos. ¿Qué es lo que no esta bien con ello?
-Bueno... Cas, sabes que me encanta esta casa pero dejando a un lado el tema de que esta muy a las afueras de San Francisco, no es mía. Quiero decir, ¡la pagaste tú! Es como si estuviera de invitado y no viviendo realmente en ella.
-¿No lo recuerdas? Tú me dejaste casi más de la mitad para pagarla, y gracias a ello no me han embargado o... eso-rió.-No te preocupes, amor. Ahora somos... ¿uno? Esta es tú casa tanto como lo es mía. Te hice una copia de la llave y conseguí otro control para la puerta del garaje. Creo que no me olvidé de nada. ¡Ah, las del sótano!-Rebuscó algo en su bolso.-Aquí tienes, Axel.
Agarré las llaves que me tendía y las guardé en el bolsillo.
-Ax, el sótano es muy grande y hay muchas cajas. Si no quieres dejarlas aquí, puedes bajarlas allí hasta que te instales . También puedes meter ahí las cosas que no necesites, claro que... Deberíamos limpiarlo. También tengo que ordenar el dormitorio para tener sitio para ambos y...
-Ey, cálmate amor. Acabo de llegar, no es necesario hacer todo de golpe. Mañana podemos limpiar el sótano y la habitación.
-Esta bien. Llego tarde a la cafetería por lo que... ¿Adiós?
Le di un casto beso en los labios y dejé que se fuera a su trabajo. Miré las llaves que anteriormente había metido en el bolsillo y decidí bajar a echar un ojo por el sótano.
Claro que no me esperaba un sótano tan amplio aunque ya me lo hubiera dicho Cas. Era oscuro, apenas entraba la luz por una pequeña ventana que supongo daba al patio trasero, por lo que probé a encender la luz pero no había bombilla. Encendí la linterna del móvil, al fondo de la sala las estanterías estaban pegadas a la pared repletas de libros y algunas otras cosas.
Cambié la bombilla y encendí la luz.
No me gustó nada lo que vi. ¿Cuánto llevaría Casiddy sin bajar a este sitio? Había muchas telarañas, más polvo del que se apreciaba sin luz y un montón de cajas amontonadas al fondo. En dos de ellas ponía 'Diarios' y en el resto no ponía nada. Me iba a llevar un buen rato limpiar aquello.
Comencé por matar las arañas que correteaban por el suelo o se escondían tras las cajas o se arrinconaban en las esquinas. ¿De dónde saldrían tantas?
***
-¡Tío! ¿Dónde estabas? Llevo llamándote como una hora.
-Lo siento, estaba en el sótano y dejé el móvil en silencio.
-Llamaba para contarte algo.
-Bien, pues cuéntame.-Dije ojeando mi trabajo. El sótano se encontraba en un perfecto orden, sin polvo ni telarañas. Solo me quedaba ordenar las cajas, pero eso ya lo haría ya que ahora necesitaba descansar.
-No, necesitamos vernos.
-No soy tu novia.
-Ábreme la puerta.
-¿Qué?-Pregunté desconcertado. Mis dudas se dispersaron una vez el timbre sonó. Al abrir Dylan estaba ahí.-¿Qué quieres?
Colgué el teléfono.
-Solo quería que me acompañaras mañana por la noche a un club.
-¿Club? Explícate-Pedí.
-Es un club de parejas para probar nuevas experiencias. Por ejemplo: tu y yo somos gays y podemos ir para enrollarnos con dos lesbianas sexys y probar cosas nuevas.
-Dylan, a parte de que es la mayor estupidez que he oído en mi vida, tengo novia.
-Casiddy no se molestará.
-Si tienes frustración sexual no es mi culpa, Dylan, no te acompañaré a ese club.
Bufó y se adentró en la casa.
-Vale, admito que el plan es un poco extraño. ¿Me enseñas la casa?-Pidió.
Dylan era un chico guapo, para que negarlo, estaba en forma, tenía un trabajo estable y estaba estudiando, no como el resto de nosotros que nada más acabar el bachillerato abandonamos nuestros estudios. Parece el más inestable del grupo, pero en verdad es el más responsable con respecto a cuidar de su futuro, aun cuando no tiene novia y esta desesperado por encontrar una.
N/A:
¡Hola! Este capítulo es más largo (955 palabras) con respecto al otro (806 palabras), lo que significa que sufro de mucha flojera para escribir, pero ¡Dios! estoy empezando bachiller en mi segundo año y ya no puedo esperar para las próximas vacaciones... Prometo subir algo a mi apartado de recomendación de libros.
¡Muchos besotes y orgasmos mañaneros!
Raquel.
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Katherine ©
Mystery / ThrillerÉl no era un adolescente normal. Ella era una adolescente extraña. Él era amante del misterio. Ella era un misterio. Él tenía diecinueve años cuando la conoció. Ella tenía dieciocho años cuando le cambió la vida. Podría ser que estas dos personas s...