II

5.3K 226 9
                                    



Desperté... poco a poco mi vista fue mejorando y vi sus ojos; Seth con la cara un poco trastocada me miraban, atento con sus dos grandes canicas azules, vi a mi padre que estaba de la misma forma que Seth, ok, doy por hecho que me habré desmayado o que Seth haya hecho algún hechizo con sus ojos para que fuera con él pero mi padre lo pilló... bueno creo que lo más probable fue que sí me haya desmayado, pero ¿Por qué? No creo haber hecho una bendición esta semana.

―Tranquila, estás en tu antiguo cuarto hija.

― ¿Qué me pasó y por qué carajos está él aquí?―.dije guiando mis ojos hasta los de Seth.

―Veo que tantos años de estudios con los mejores maestros y mejores institutos no han mejorado tu vocabulario. Es decepcionante.―repudió mi padre.

―Por favor no hablemos de decepciones que si digo las tuyas después no te aguantas papi―dije con la mejor de mis sonrisas.

Idiota, miles de veces idiota. Estaba claro que mi padre si se merecía un puñetazo y se estaba ganando una más.

De repente habla Seth que hasta ahora formaba parte del decorado.

―Josep... hablaré con ella déjanos solos.

―Lo...o que tú digas Seth.

¿Queeee? ¿Papá dejándome a solas con un extraño y en mi cuarto? No no no... de verdad se merecía unos buenos puñetazos

― ¿Papá acaso estas chiflado? ¿¡Como pretendes dejarme sola con un extraño?!

―Hija no te preocupes es amigo de la familia no te hará nada. Te veo luego en la sala Seth.

Y así fue como mi padre me dejó con este completo cretino sabiondo.

―Entonces... ¿Lo disfrutaste?―dije, notando que no entendía la pregunta.

No sabía cuan molesto e incómodo resultaba ser que te miraran fijamente, no lo sabía; hasta ahora.

― ¿Disfrutar exactamente qué señorita Carver?

―Oh pero veo que al final no lo sabe todo, creo que lo juzgue mal al pensar que era un sabiondo―seamos sinceros, me gusta ser mala, me gusta el veneno.

― Gretel ¿Cierto?―asentí―le pido que no juegue conmigo y menos si usted está en la cama, a solas, a mi entera disposición. No tiene mucha ventaja.

―Entonces sí lo disfrutó―dije punzante, sabiendo que estaba colmando su paciencia; había fruncido el ceño ya dos veces.

― Me han mentido, me dijeron que usted era una persona muy directa y que siempre iba al...

―Tocarme mientras me cargaba a mi alcoba―no lo dejé terminar.―lo disfrutó.

― ¿Perdón? ¿Por quién me toma?―dijo con una mirada sumamente irritada.

―En serio lo entiendo señor Clark―dije soltado una risita que lo irritó aún más. Podría hacer esto por horas.

― Sabia que dejarte rodar por las escaleras era la mejor opción, ay―dijo afligido― yo y mis ganas de ser buena gente―era increíble, hace unos minutos estaba que le salía llamas de los ojos y ahora estaba imperturbable.

―Gracias de todos modos además creo que ya ha recibido su regalo de agradecimiento―dije refiriéndome a que me había cargado―ahora retírate.

La verdad es que su presencia y el estar a solas con un hombre como él me intimidaba, pero si ya había estado con hombres mucho más sombríos y egocéntricos que él, pero no, él no era todos.

b a d  b u s i n e s sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora