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Resultó ser que, con Dayana tenemos más cosas en común de lo que pensé. Le gusta leer, aunque eso me lo imaginé. Ama la pizza, bueno ¿quién no ama la pizza?

Bueno, pero no es como me la imaginé, es demasiado graciosa... pero no es muy social, eso ya lo había notado. Noté que la relación con su hermano no es la más sana, prácticamente se odian. Mientras veíamos televisión, él se paseaba de allá para acá. Dayana decía que era por mí, es más, aquella noche solo se quedó por mí, no entiendo porque haría eso.

-¿hola?- Dayana me saca de mis pensamientos.

-Perdón... ¿me decías?

-Que le gustas a Logan.- concretó

-¿por qué debería de gustarle?

-Por todo, o sea por nada, aaaagh, por ser diferente.

Reí- me parece ridículo que se fijara en mí.

-Pero tú eres demasiado inteligente para él.

-¿a qué te refieres?

-No caerás.

-¿en qué?

-en su juego. Te dirá cosas como; que eres muy linda, hermosa, jamás conoció a nadie como tú en su vida, eres lo mejor que le pasó. Mentiras, pero creo que puedes cambiarlo.

-¿cambiarme? ¿de qué hablas hermanita?- apareció de la nada.

-Sí, eres inhumano. Bueno, te convertiste en ello.

-¿en ello?- me sentía, realmente, confundida.- ¿qué pasa?

-Nada ¿Natalia?- hizo como que se le olvidó mi nombre.

-¡No mientas, Logan!- gritó Dayana, harta.

-Dayana, cálmate.- esto se volvió extraño.

-Dayana, cállate.- le ordenó su hermano.- ni una palabra más.

-¿qué? ¿Temes que diga su nombre?- lo desafió. Debía mantenerme al margen de la situación, y comencé a alejarme de a poco.

-¡Ves! ¡La asustas!- me señaló.

Nunca vi a nadie tan ¿desesperado? No entendía bien lo que estaba percibiendo, pero si entendía que no estaba a gusto con ello. Logan se llevó las manos a la cabeza, como no queriendo escuchar a su hermana. Ella decía un nombre, mientras que a Logan se le caían lágrimas.

-¡Tienes que aprender a vivir con ello, Logan! ¡Tienes que aprender a escuchar su nombre y a dejarlo ir! ¡Tienes que aceptar su muerte!

La última palabra que pronunció Dayana fue decisiva para que saliera de la casa con el fuerte sonido de la puerta al cerrarse, Dayana subió a su cuarto, y ahí me quedé yo. Sin saber que hacer... fui a la cocina por algo de agua y escuché sollozos, me acerque a la ventana y divise una figura, que puede ser Logan.

Salí para ver en qué estado se encontraba. Se notaba más tranquilo, pero no del todo bien.

-¿Te encuentras bien?- hice la pregunta más estúpida del mundo.

Río-de maravilla- dijo en un tono sarcástico.

-Lo siento. ¿Puedo...?- señalé el suelo y él asintió. Me senté junto a él y dirigí la mirada a la luna, justo como él lo hacía.

-¿notas lo linda que es?

-¿Dayana?

Río, al parecer mi comentario le causo gracia-no, yo hablo de la luna.

Yury.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora